Pobre ejecución en las empresas públicas de Honduras

Datos al mes de octubre indican que la Enee ejecutó un poco más de la mitad de sus recursos.

Foto: LA PRENSA

La Enee solo ejecutó poco más de la mitad de su presupuesto, pero gastó más que el resto de estatales juntas.

lun 21 de noviembre de 2022

13 min. de lectura

Los recursos se les asignaron desde el año pasado, pero las empresas estatales parecen estar teniendo algunas dificultades para ejecutar los programas y proyectos que ya estaban aprobados y presupuestados en el Presupuesto General de la República.

De acuerdo con los datos analizados por la Unidad de Investigación y Datos de Diario LA PRENSA, hasta el mes de octubre de 2022, las empresas estatales han ejecutado unos 26,403.9 millones de lempiras, que corresponden a ocho empresas estatales.

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La lista de empresas incluye a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee); Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alantarillados (Sanaa); Correos de Honduras (Hondicor); Suplidora Nacional de Productos Básicos (Banasupro); Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (Ihma); Empresa Nacional Porruaria (Ihma); la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) y el Ferrocarril Nacional de Honduras (FNH).

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Millones es la suma de los montos presupuestarios de todas las estatales analizadas que todavía faltan por ejecutar.

El análisis de la ejecución presupuestaria se llevó a cabo en base a los datos publicados en su sitio web por la Secretaría de Finanzas, cuyo reporte, hasta el mes de octubre 2022, fue actualizado el pasado 10 de noviembre.

A continuación, presentamos algunos de los hallazgos producto del análisis de las cifras.

Presupuesto vs. ejecución

Como se hizo constar en el diario oficial La Gaceta, edición No. 35,800, de fecha 17 de diciembre de 2021, el presupuesto general de la administración central y administración descentralizada, para el ejercicio fiscal 2022, era de unos 308,233.6 millones de lempiras.

De este total general, se apartaron 44,878.3 millones para otorgar presupuesto a las ocho entidades estatales antes mencionadas. Sin embargo, enmiendas posteriores a la publicación en La Gaceta,, aumentaron este presupuesto en 4,410.4 millones de lempiras adicionales, por lo que las empresas estatales quedaron con un presupuesto vigente en el orden de los 49,288.7 millones de lempiras.

Tres claves
  • > 1. El presupuesto original aprobado en diciembre de 2021 asignaba a las ocho empresas estatales analizadas 44,878.3 millones de lempiras. Sin embargo, debido a los cambios, revisiones y demás modificaciones administrativas, los presupuestos vigentes se elevaron hasta los 49,288.7 millones de lempiras a octubre de este año.
  • > 2. Los fondos asignados a las 8 empresas estatales analizadas, representan aproximadamente el 15% de los 308,233.6 millones de lempiras del total general del presupuesto de la República. Si se toma en cuenta el incremento posterior, el porcentaje se eleva hasta el 16% de todos los recursos presupuestados para 2022.
  • > 3. Para el actual gobierno, como los anteriores, el primer año de administración suele ser lento en cuanto a ejecución presupuestaria, en vista del sinnúmero de revisiones, cambios y cancelaciones de proyectos contemplados a ejecutar por el gobierno anterior. La curva de aprendizaje de los funcionarios debería superarse en 2023.

Pero según las cifras publicadas por la Secretaría de Finanzas, de ese total global, apenas se ha ejecutado 26,403.9 millones de lempiras, lo que equivale al 53.6% de ejecución entre todas las empresas analizadas.

En cuanto a la ejecución individual, cabe destacar el caso de la Emee, cuyo presupuesto supera con creces al del resto de las empresas estatales juntas. De acuerdo con los datos publicados por Finanzas, la Enee terminó con un presupuesto vigente de 44,063.1 millones de lempiras, de los cuales ha ejecutado 24,050.8 millones, cifra que equivale al 54.6% de lo presupuestado, lo que la ubica en la quinta posición en lo que a el parámetro de ejecución se refiere.

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Millones es la suma de los montos presupuestarios de todas las estatales analizadas que todavía faltan por ejecutar.

De entre las empresas analizadas hay dos que, en los primeros diez meses del año, tuvieron el mejor desempeño en ejecución presupuestaria. Se trata de un empate técnico entre la ENP y Hondutel, las cuales han ejecutado el 61.7 y el 61.2% de sus presupuestos, respectivamente.

En el otro extremo de este espectro se encuentra el Ihma, institución que, hasta octubre de este año, ejecutó 28.3 millones de lempiras, cantidad que equivale apenas a un 9.7% del total de recursos que le fueron asignados. El caso del Ihma llama la atención por el hecho de que, entre todas las empresas analizadas, ese instituto fue el que mayor presupuesto adicional recibió.

Como ya se mencionó, estas empresas estatales recibieron más de 4,410 millones de lempiras en recursos adicionales una vez que el presupuesto original había sido formulado y aprobado. De esa forma, las empresas estatales recibieron un aumento promedio de 71.2 millones extra, lo que equivale a un aumento, también promediado de 14.3%, sin incluir a la Enee.

Sin embargo, con 105.1 millones de lempiras adicionales, el Ihma supera la media de los incrementos presupuestales, para acabar con un aumento del 56.2%, el mayor entre de entre todas las empresas estatales analizadas (incluyendo a la Enee).

LA PRENSA intentó ponerse en contacto con Hernán Avila, gerente general del Ihma, para obtener su reacción sobre este tema, pero el funcionario no estuvo disponible para atender nuestras llamadas.

El menor presupuesto vigente lo tiene el FNH, empresa que hasta octubre de este año ha ejecutado el 58.4% de su presupuesto asignado, es decir, unos 9.2 millones de lempiras y fue una de las únicas tres empresas que no registró ningún incremento en el presupuesto asignado originalmente. Las otras dos fueron la ENP y Hondutel.

De otra parte Honducor fue la empresa que recibió el menor incremento presupuestario, pues su relativamente modesto presupuesto de 143.1 millones, subió hasta los 143.6 millones, es decir, tan solo 485 mil lempiras, o 0.3% en términos porcentuales. La empresa de correos logró ejecutar, en los primeros diez meses del año, el 59.1% de su presupuesto, es decir, unos 84.9 millones de lempiras.

Tras analizar estas cifras, resulta que la ENP es la que tiene la menor cantidad de fondos restantes disponibles, con el 38.3%, seguida de cerca por Hondutel, con 38.8. Volviendo al caso del Ihma, todavía le queda por ejecutar un poco más del 90% de sus recursos asignados.

Deterioro institucional

Debido a este desempeño en las empresas estatales, hay quienes se cuestionan si al menos algunas de estas instituciones deberían continuar existiendo, tomando en cuenta que consumen considerables cantidades de recursos.

El economista Rafael Delgado, presidente del capítulo sampedrano del Colegio Hondureño de Economistas (CHE) explica que el mediocre desempeño en la ejecución presupuestaria, al menos en lo que al presente año se refiere, se debe a dos factores.

El primero se refiere a un fenómeno cíclico que se repite cada vez que un nuevo gobierno entra en funciones.

“Hay que partir de que estamos en el primer año de gobierno y ese año, tradicionalmente, es un año de aprendizaje para la gran mayoría de los funcionarios públicos y la ejecución (presupuestaria) se produce muy lentamente”, explica.

Este fenómeno ocurre porque los nuevos funcionarios públicos, al comenzar a desempeñar sus cargos, normalmente llevan a cabo revisiones de planes, lo que lleva a la cancelación de algunos y su sustitución por otros, lo cual resulta en un retraso en la ejecución.

Sin embargo, el economista apunta hacia una situación de mayores proporciones, más allá de la curva de aprendizaje de los nuevos funcionarios.

“Hay un deterioro de la institucionalidad pública, que se ha venido desarrollando y profundizando en los últimos años”, asegura Delgado, quien agrega que a lo largo de la pasada administración, que duró ocho años, se dieron situaciones ligadas a la contratación de personal supernumerario (paracaidismo) y también al hecho de utilizar a las instituciones públicas como fuente de empleo para los adeptos al gobierno de turno, además de toda una serie de prácticas administrativas que poco o nada tenían que ver con la finalidad de estas instituciones.

“Eso no solo significa erogar más dinero, sino deficitar las instituciones, que se vuelven aparatos deficientes para el logro de sus objetivos y se convierten en aparatos eficientes para el partido político que esté en el pode”, apunta el analista.De todo eso resulta, de acuerdo con Delgado, en un debilitamiento institucional y en el socavamiento de sus bases, un problema de larga data que se repite con cada cambio de gobierno.Se espera que en 2023, las estatales entren ritmo.