Honduras: marginados y sin poder dar respuestas están los alcaldes

Ser de filiación nacionalista en tiempos de Libre agudiza los impactos de la sequía, admiten los jefes edilicios del sur de Lempira e Intibucá.

Foto: Foto Héctor Edú

Para Roberto Santos, alcalde del municipio de La Campa y presidente de la mancomunidad de Colosuca, urge que organismos internacionales les tiendan las manos porque están al borde de la desesperación.

lun 24 de julio de 2023

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La Mancomunidad Colosuca está conformada por los municipios de Gracias, La Campa, Belén, San Marcos de Caiquín, San Manuel de Colohete y San Sebastián. Todos ellos sienten en carne viva el impacto de la sequía. Allí, dos semanas sin lluvia significan la pérdida parcial o bajo rendimiento de sus cultivos de café, maíz y frijoles, y la muerte del ganado.

Mientras ciudades del norte del país registran a diario tormentas casi todas las tardes, allá, en el occidente, ya casi cuentan la tercera semana sin que caiga una gota de agua del cielo, y eso que la canícula va a medio camino.

Para Roberto Santos, alcalde del municipio de La Campa y presidente de la mancomunidad de Colosuca, urge que organismos internacionales les tiendan las manos porque están al borde de la desesperación.

" En mi municipio todo el mundo ha perdido sus cultivos porque nadie cuenta con sistemas de riego. La gran mayoría depende de lo que siembra para comer. "

“A estos pueblos es poco el apoyo que viene; y si viene, a veces es dividido y eso nos afecta. Se supone que en estos momentos estamos en invierno, pero lo que vivimos es un intenso verano y eso nunca antes fue así”, lamentó.

Señala que una forma de medir el impacto que tendrá el calor y la ausencia de lluvias en las cosechas, es que por la altura muchas parcelas se hielan con el sereno de la noche, y eso hará que las matas, por ejemplo de maíz, no den mazorcas. O si las matas ya tienen jilotes, el viento los trilla, y no llegan a convertirse en elotes. Eso también afecta.

Para saber
  • > La Campa es un municipio de 8,000 habitantes y la mayoría sufre la pérdida de cultivos. En el vecino San Sebastián viven unos 6,000 pobladores y todos han sido afectados.
  • > Plagas del café, como la roya, o enfermedades estacionales en los animales de patio, también afectan el corredor occidental, lo que agudiza la crisis.

“Tenemos que hacerle frente a esto, las ideas son muchas, pero necesitamos ayuda del Gobierno, de cualquier organización, de donde sea, porque la verdad, la ocupamos. Yo escucho que hablan de grandes cantidades de dinero, pero no llega a estos pueblos de Lempira. De repente toca hacer más injerencia”, expuso Santos.

Señala que urgen sistemas de riego, pero de momento asistir con raciones a las familias de las zonas altas donde ya se les acabaron las reservas de grano. “El problema en esos lugares que ahí no hay mercados o pulperías que les vendan los básico, la gente ya gastó sus ahorros y con suerte hayan un trabajo, que bien pagado les da unos 1,000 lempiras semanales. Son enormes las dificultades que enfrenta nuestra gente, aquí llegan a la alcaldía a pedir ayuda porque tienen necesidad, pero se nos agotaron los recursos, ya que aquí dependemos de las transferencias gubernamentales”, precisó.

" Perdimos mucho ganado a causa de la rabia, y nos dijeron que esa enfermedad también se produce por el cambio climático. Estamos totalmente afectados. "

Eso ha hecho que cada día muchos jóvenes decidan emigrar en busca de un mejor futuro. “Estamos tratando de priorizar, de ayudar, pero tenemos que venga lo peor”, lamentó.

En iguales términos se pronunció el alcalde San Sebastián, Lempira, Lucío Molina Cruz, también desesperado por la falta de lluvias y el aumento del hambre en la mayoría de comunidades de su municipio.

“El problema es que aquí vemos el impacto del cambio climático. Aquí empieza lloviendo bonito, la gente empieza a sembrar y de ahí no vuelve a llover, y ese es el momento en el que se nos vienen abajo lo cultivos de maíz, frijol y café. El ganado ha padecido con los veranos tan largos. Ya llevamos siete meses en verano, y se extiende con la canícula”, acotó.

Molina citó que los problemas climáticos desencadenan otras consecuencias, como el aumento de la migración, mayor pobreza, ya que muchos de los que perdieron sus cultivos se endeudaron con préstamos y hoy no tiene cómo pagarlos.

" Lo que está pasando con los productores es que lo poco que invierten no se vuelve a recoger. No tenemos producción, y a la gente le toca comprar sus alimentos. "

“Queremos ver cómo llegamos a embajadas, organismos y el Gobierno. Necesitamos alimentación, fertilizantes. Que nos ayuden con lo que sea. Nosotros somos partes del corredor seco, pero no nos incluyen en la emergencia declarada a comienzos del año y estamos siendo fuertemente afectados. Aquí sobrevivimos con las transferencias y no es posible que siendo parte de Honduras no seamos escuchados por nuestros presidentes”, expuso.

Por otro lado, Deydin Mendoza, alcalde de fronterizo municipio de Piraera, Lempira, también ve con preocupación la situación climática y sus consecuencias en su gente. “Pedimos algún tipo de incentivo para nuestros productores. Aquí no hay sistemas de riego y la gente tiene necesidad. Por un lado esperamos la lluvia, aunque apenas cae una tormenta nos quedamos incomunicados por la mala carretera que tenemos”.