Aprietos y nuevas reglas asfixian a los caficultores
Honduras no podrá exportar a Europa café cultivado en áreas deforestadas. Si no se cumple con nuevos requisitos, será imposible exportar 55% de la cosecha a la UE, alertan productores.
Foto: DAVID ROMERO
Honduras exporta el 55% de la producción de café a Europa y un 33% a Estados Unidos. Con un ligero retraso, los productores de El Paraíso ya comenzaron a recoger la cosecha de café.
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Tegucigalpa
Con los caminos destruidos y sin recurso humano para la corta, los productores de café iniciaron una nueva temporada de cosecha que por este año podrán enviar al mercado europeo sin mayores restricciones; pero el próximo período tendrán que sortear una serie de regulaciones.
A pesar de la poca atención gubernamental, la caficultura es uno de los principales sectores que sostienen la economía hondureña. Cada año, el café aporta aproximadamente el 30% de las divisas generadas por las exportaciones de bienes.
Según datos del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), durante la cosecha 2023-2024, Honduras exportó un total de 6.11 millones de sacos de 46 kilogramos, que dejaron ingresos de 1,219.47 millones de dólares (unos 30,700 millones de lempiras).
El 33% del café hondureño es vendido en el mercado de Estados Unidos y aproximadamente el 55% en el mercado europeo, el cual a partir de 2025 impondrá una serie de regulaciones de estricto cumplimiento para los caficultores.
Regulaciones
Mabel Sandres, experta certificada en Sostenibilidad e Inversión de Impacto por la Frankfurt School of Finance and Management de Alemania y que actualmente labora para la empresa Atlantic Consulting Group, explicó que la Unión Europea (UE), a través del Reglamento sobre Productos Libres de Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés), establece tres requisitos claves que deben cumplir todos los países de origen para importar café.
El café debe ser libre de deforestación; es decir, no puede provenir de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020.
Además, demostrar que el café proviene de fincas donde se cumple con las leyes nacionales relevantes en aspectos ambientales, sociales y de gobernanza.
Para cumplir con ambas exigencias —de no deforestación y legalidad—, los actores dentro de la cadena de suministro en Honduras deben establecer procesos sistemáticos para identificar, evaluar, mitigar y monitorear riesgos ambientales y sociales dentro de sus cadenas.
El objetivo principal de la UE es transformar las cadenas de suministro globales hacia un modelo más sostenible y responsable. En Atlantic Consulting se ha identificado que estas medidas buscan, entre otras cosas, proteger los bosques y reducir la deforestación mundial y garantizar que el café que se importe a Europa haya sido producido protegiendo el ambiente y respetando los derechos humanos y las leyes locales.
Asimismo, se pretende fomentar la trazabilidad del café a nivel de finca, independientemente de si este es certificado o verificado; transparentar las cadenas de suministro, tanto sus riesgos como actores, y promover una producción más sostenible a nivel de finca, al igual que un abastecimiento responsable por parte de intermediarios, comercializadoras y exportadoras.
Estas medidas irán creando una demanda aún mayor de café sostenible y posiciona al café como un producto clave para combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad, explicó Sandres.
Sobre los beneficios que esa regulación traerá al productor, ella explicó que la nueva reglamentación impone requisitos de trazabilidad y transparencia únicos en comparación con otras regulaciones europeas recientes sobre debida diligencia, como —por ejemplo— recolectar la georreferenciación de las fincas de donde viene el café y determinar la legalidad de la producción a nivel de finca. Esto comenzará a dar mayor visibilidad a los productores ante compradores europeos.
Hay también un incentivo monetario. En varios países de origen se está comenzando a vender el café EUDR con un premium, el cual se negocia con el comprador europeo, pero estás dinámicas de mercado se irán afianzando más en 2025.
Para adaptarse a la EUDR se están desarrollando programas de capacitación liderados por organizaciones como Atlantic Consulting Group, que están ayudando a diferentes actores de la cadena, incluyendo productores, a conocer el alcance de las regulaciones y su rol dentro de ellas para adaptarse y mejorar sus prácticas, detalló la experta.
Explicó que como parte de Atlantic Consulting Group “hemos estado trabajando estrechamente con cooperación internacional, particularmente con Alemania (GIZ), uno de los principales países compradores de café hondureño, para garantizar que los productores y otros actores de la cadena puedan adaptarse a los nuevos estándares”.
También “con la Cooperación Técnica Suiza (Swisscontact) y la Global Coffee Platform (Plataforma de Café Sostenible en Honduras), quienes han sido fundamentales al dar capacitaciones, desarrollar materiales didácticos y apoyar la implementación de requisitos de sostenibilidad”.
Según la experta, “a través de estas colaboraciones hemos identificado la necesidad de crear programas que lleguen directamente a los pequeños productores independientes, quienes representan la mayoría en la cadena de suministro. Estos programas buscan fortalecer sus capacidades y promover la sostenibilidad en sus prácticas agrícola, ambientales y sociales”.
Indiferencia
De acuerdo con Fredy Pastrana, caficultor en El Paraíso, departamento que anualmente lanza al mercado internacional unos 700,000 quintales de café oro, equivalentes a unos 3.8 millones de quintales de café uva, la mayoría de los productores ya saben que la cosecha 2024-2025 podrá exportarse sin mayores restricciones a la UE, pero para el siguiente ciclo tendrán que seguirse las nuevas reglas.
Cada unidad productiva se va a georreferenciar y también viene la parte de cumplir con el compendio de leyes para después hacer un compacto, “digamos, la debida diligencia se va a remitir al cumplimiento de esos dos puntos. Uno de ellos es la georreferenciación para identificar que no se ha deforestado después de 2020. Y el número dos es el cumplimiento de leyes de país, no contratar niños, cuidar el medio ambiente, cosas así”.
Aquellas fincas que se sembraron a partir de 2021 y para ello botaron bosque primario van a tener problemas. Hasta el momento no se ha hecho el levantamiento de todas las unidades productivas, por eso no se sabe qué cantidad de hectáreas tendrán problemas.
Según un estudio que realizó el Banco Mundial, hay un 10% de fincas a nivel del país que no cumplirán con las exigencias de la UE. Pero este dato hay que validarlo, sostuvo Pastrana.
Este estudio debe “hacerlo el Gobierno acompañándose de la ley cafetalera, pero actualmente vemos ningún interés, hay mucho descuido, no se ha avanzado completamente nada y el tiempo sí avanza”.
El problema es que “si no cumplimos con esos requisitos del reglamento, de no deforestación, va a ser prácticamente imposible exportar el 55% de la cosecha a Europa, que representa alrededor de unos, podríamos hablar de 3.5 millones de quintales oro”, lamentó el caficultor.
Para él, el Gobierno debería ser más beligerante y estar más concentrado en ese asunto, pero “sentimos que ni el Instituto Hondureño del Café, al cual los productores le aportan anualmente unos 500 millones de lempiras, está tomando con seriedad las nuevas exigencias”.
De acuerdo con Pastrana, los productores sienten que el Ihcafé en los últimos años se ha distanciado del productor, trabaja muy poco en la parte de investigación, extensión y cumplimiento de acompañamiento, por eso desde hace tiempo “se está pidiendo una revisión de la política cafetalera”.
Dificultades
La cosecha 2024- 2025 comenzó en octubre en todo el país, donde los productores no solo tienen que enfrentarse con el deterioro de las carreteras y caminos para sacar el café de sus fincas, sino que también desde hace años no encuentran cortadores.
Ligia Laínez, alcaldesa de El Paraíso, El Paraíso, sostuvo que los productores ya están sacando los primeros granos, pero debido al deterioro de la infraestructura vial por causa de las constantes lluvias “hemos estado reuniéndonos con representantes de los productores de la zona de El Paraíso a La Lodosa y de aquí de la zona de la comunidad conocida como La Dificultad”.
Según ella, todas son comunidades productoras con problemas en las vías de acceso, por eso se está buscando una salida de forma mancomunada entre alcaldía municipal y productores para poder rehabilitar las calles en los puntos más críticos.
Otro problema es la mano de obra, que cada año es más escasa porque ha migrado hacia países del norte o Europa. Antes llegaban corteros de Choluteca y Nicaragua, pero ahora casi no. Esto es preocupante porque el café al estar muy maduro se cae y se pierde. El deterioro de las carreteras y la ausencia de fondos para su reparación y la falta de personas para recoger la cosecha es una gran preocupación en esta zona, dijo la alcaldesa.