Hasta 90,000 empleos se perderán este año a causa de las crisis en Honduras

Las nuevas inversiones en Honduras están en cero desde la pandemia, mientras la pobreza alcanza el 74%, afirma economista del sector privado hondureño

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Alejandro Kaffati, asesor de Política Económica del Cohep

mié 15 de noviembre de 2023

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SAN PEDRO SULA.- El oficial de política económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Alejandro Kaffati, analizó las repercusiones que enfrenta el país a causa de las crisis internas cuyo epicentro actual se centra en el Congreso Nacional y las externas, como las guerras.

Aunque dibujó un panorama nada halagador para el cierre de 2023, sobre todo por la proyección de pérdida de empleos en Honduras y la falta de inversiones, propone que la apertura al diálogo podría ayudar a recortar las brechas de desesperanzas.

$!La inversión pública ha sido lenta, a juicio del Cohep. En la imagen, trabajadores construyen la nueva carretera que une a La Esperanza, Intibucá con Siguatepeque, Comayagua.

__ ¿En cuestión de clima de inversiones, de dónde venimos y a dónde vamos? Durante 2022 Honduras estuvo viviendo una crisis institucional bastante grande. Primero inicia con el tema de la elección de la junta directiva en el Congreso Nacional.

Ese conflicto hizo incrementar el riesgo país y la incertidumbre en los funcionarios, que desafortunadamente, fueron impulsados o acompañados por la declaración de una emergencia financiera y fiscal por parte del Ministerio de Finanzas, lo que hizo incrementar el riesgo país, que se mantuvo alto durante todo 2022. A eso se le agrega la baja en la ejecución presupuestaria, particularmente en el componente de la inversión pública.

__¿El 2023 arrancó bien? Sí, al inicio se da un elemento positivo para el país, que es precisamente la firma con el Fondo Monetario Internacional de un acuerdo stand by, que hizo reducir el riesgo país significativamente, precisamente por la confianza que generaban los agentes económicos sobre algunas medidas económicas que se comprometía el gobierno a implementar.

Sin embargo, el año ha estado lleno de polarización y ataques a los diferentes sectores, a la clase política, al sector empresarial, a la sociedad civil, particularmente con la discusión de la ley de justicia tributaria que viene a generar bastante incertidumbre sobre la clase empresarial nacional y los inversionistas internacionales. A eso se le suma la crisis en Estados Unidos y conjuntamente digamos han afectado a la generación de empleados cerca de 40,000 puestos de trabajo.

__¿Qué impacto ha causado? Estamos concluyendo el año con un Congreso que se ha paralizado en dos ocasiones durante 2023, un fiscal general y un adjunto interinos impuestos prácticamente por parte del oficialismo y hoy estamos viviendo una crisis institucional. Tenemos dos Congresos, tenemos dos fiscales, tenemos dos presidentes. Esto ha repercutido en menores niveles de inversión extranjera directa para el país.

Actualmente son alrededor de 400 millones de dólares que tenemos en inversión extranjera directa, y solo superamos a El Salvador en la región centroamericana con flujos de inversión extranjera directa. Estamos viendo que cada vez dependemos más de los flujos de remesas familiares.

__¿Impera la incertidumbre, entonces? En medio de todo esto ha habido problemas no solo políticos sino también económicos. El tema de la escasez de dólares ha generado aún más incertidumbre, que van acompañados lastimosamente de un tema de crisis institucional, lo que ha perdido la confianza en el país.

__¿Cómo repercute esto y en quién? El gran perdedor es el pueblo hondureño, precisamente porque el principal problema del país es estrictamente económico, falta de ingresos, pobreza y generación de empleo, hasta la fecha o a más de dos años de la toma de posesión, prácticamente poco o nada se ha hecho para solucionar estos problemas.

__Parece imposible ser optimista con este panorama... Pareciera que cada mes hay una crisis diferente en el país que hay que atender y la cual genera incertidumbre entre la población. Se están cerrando los espacios de diálogo entre los diferentes actores sociales. Actualmente miramos pocos o casi ningún espacio de diálogo entre el gobierno y el sector privado, o entre los trabajadores y el gobierno.

__¿Están desconectados? En la medida que los actores no nos podamos poner de acuerdo, no nos podamos sentar en una mesa, al final va a ser más difícil para la población hondureña, vuelvo y repito, generar prosperidad y desarrollo para sus familias. Actualmente la pobreza alcanza alrededor del 74% de la población y parece que este fenómeno en lugar de reducirse se está incrementando.

__¿Y cuál sería una solución que aporte desde el Cohep? Lo primero pasa por una posición personal, que cada uno de los actores reconozcan al otro como un interlocutor válido, porque actualmente lo que tenemos es que hay una descalificación de los interlocutores o de los actores en una sociedad. Mientras sigamos teniendo un Congreso paralizado, muy difícilmente todo lo demás se va a regenerar.

__¿Se le puede poner un número o una cifra a ese impacto que están generando las crisis que hay dentro del país? Actualmente el país tiene alrededor de 40,000 y 60,000 empleos perdidos, tanto por la crisis internacional como por la crisis interna. La proyección que tenemos es que la tasa de desempleo para finales de 2023 podría cerrar en torno al 9.7 o 10% nuevamente, porque no estamos siendo capaces de atraer inversiones para la generación de puestos de trabajo en el país, sino más bien estamos generando lo contrario, espantamos los capitales como nación. Así que muy probablemente entre los conflictos internacionales y las crisis políticas internas, a Honduras le podrían costar entre 80,000 y 90,000 puestos de trabajo solo en 2023. Eso al final significa mayor incremento de pobreza y pobreza extrema en el país.

__¿Y las inversiones antes de esta crisis, venían bien, es decir, había sostenibilidad en la llegada de nuevas inversiones al país para poder decir que se han estancado, o que se han espantado? Honduras, antes de la pandemia de la covid-19, promediaba alrededor de 800,000 millones de dólares en inversiones extranjeras directas. El año que más inversiones extranjeras directas tuvo fue el 2017, que alcanzaron cerca de 1,400 millones de dólares. Desde la pandemia de la covid-19 y los huracanes Eta y Iota, no hemos podido superar los 600 millones de dólares en inversiones extranjeras directas en el país, donde cerca del 95% es reinversión de utilidades. Es decir, son las utilidades que las empresas tienen y reinvierten en otras empresas y que no generan nuevas fuentes de empleo en el territorio nacional.

__¿Por este contexto se afirma que la inversión está estancada? Lo que estamos viendo actualmente es la reinversión de utilidades, pero la inversión nueva está prácticamente en cero desde 2020.

$!Una campesina recolecta fresas en Yamaranguila, Intibucá. El agro se está quedando sin mano de obra, ya que la mayoría de jóvenes del campo emigran ante la falta de oportunidades y buenos salarios.