Más de L900,000 cuesta mantener vivo a un paciente con cáncer en Honduras
De uno a dos años dura todo el proceso al que tiene que enfrentarse un paciente oncológico. Unos logran terminarlo con vida, pero otros mueren en el camino.
Foto: Franklin Muñoz / LA PRENSA
Los principales costos estatales recaen sobre las quimioterapias, radioterapias, cirugías, medicamentos anticuerpos monoclonales y hospitalización.
Por:
San Pedro Sula, Honduras.
Para la mayoría de pacientes hondureños, sobrevivir al cáncer significa una losa pesada más allá del dolor sobre sus espaldas: el abrumador costo financiero que representa obtener el tratamiento necesario para tener una oportunidad de vida.
Desde el inicio del tratamiento, pacientes y sus familias se agobian por los gastos médicos inmediatos. Estos marcan el comienzo de una carrera contra el tiempo para obtener los recursos necesarios y continuar la lucha por la supervivencia.
Los costos se disparan a medida avanzan en el camino de la curación, especialmente cuando se enfrentan a la compra de medicamentos oncológicos, cuyos precios se ven inflados por aranceles y márgenes de beneficio exorbitantes. Además de los gastos médicos directos, los pacientes enfrentan otras salidas asociadas con transporte, alimentación y en algunos casos hospedaje.
Es una realidad que familias so ven obligadas a vender bienes personales, pedir préstamos o depender de la caridad para cubrir estos gastos adicionales. Los sueños de un vehículo nuevo o una casa propia se desvanecen ante la dura realidad de que, para muchos, sobrevivir al cáncer significa desangrar las finanzas.
Caro
LA PRENSA Premium se adentró en el desafiante cálculo de lo que el Estado hondureño podría invertir en un paciente oncológico. Se tomaron como punto de partida los precios del mercado actual en el país y referencias dadas por expertos farmacéuticos, médicos generales y especialistas del área.
Primero que todo, el costo final dependerá del tipo de cáncer y la etapa en que sea descubierto.Se calcula que en un mes se gasta 172,000 lempiras entre quimioterapia, radioterapias con su máscara protectora, medicamentos contra los síntomas y de anticuerpos monoclonales, así como análisis de laboratorio previos a la aplicación de cada quimioterapia y asistencia de enfermería. El grueso de pacientes se someten a una quimioterarapia, compuesta por uno o tres medicamentos, cada 14 o 21 días, la cual va desde 15,000 hasta 60,000 lempiras.
Al mes se recetan medicamentos para síntomas posterior a la aplicación de la quimio, se trata básicamente de medicinas contra el dolor, vómito, fiebre, vitaminas y sueros, y para subir células sanguíneas. Todo este paquete ronda los 14,500 lempiras.

Paralelamente se sugieren medicamentos llamados anticuerpos monoclonales, diseñados para destruir células cancerosas y prevenir la presencia de nuevas. Se selecciona un tipo dependiendo del cáncer y anda entre 20,000 a 60,000 lempiras, este se aplica por cada quimioterapia.
En algunos casos los pacientes compran un catéter para recibir la quimio por otra vía que no sea la vena, esto cuesta entre 50,000 a 60,000 lempiras. De llegar a someterse a radioterapias, que son usualmente entre 25 a 30 sesiones por mes, cada una cuesta 3,000 lempiras. Se le añade la compra de una única máscara protectora con valor de 10,000 lempiras.
De necesitarse una cirugía para la extracción de tumor, el costo es de 60,000 a 80,000 lempiras, pero sube si se trata de partes en el cerebro.
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Los estudios de laboratorio cuestan cerca de 1,000 lempiras, y al inicio del diagnóstico se realizan otros exámenes de revisión general del paciente, que alcanzarían los 3,000 lempiras, pero antes de cada quimioterapia se realizan terceras evaluaciones que pueden acercarse a los 500 lempiras.
También se requieren estudios de imagen diagnóstica que son previos a todo el tratamiento y solo se aplican al principio o antes de una cirugía. Estos tienen un valor de 7,000 lempiras.
A esto se suman los insumos de cuidado del paciente cuando se sale de una cirugía, que rondan los 3,000 lempiras y se incurre en gastos de cuidado de enfermería por aplicación de medicamentos durante al menos 10 veces, lo que puede costar entre 1,000 a 1,500 lempiras. Cada consulta con especialista oscila entre 1,200 a 1,500 lempiras, que son básicamente dos o tres visitas previas o recién al diagnóstico.
La biopsia preliminar tiene un valor de 5,000 lempiras, aparte de la segunda que es de tipo quirúrgica en caso de extraerse el tumor. Todo el proceso, en caso de sobrevivir el paciente, dura entre uno a dos años.

Una vez dado de alta, inicialmente se hacen revisiones cada tres meses, luego cada seis meses y por último cada año, ¿pero cuánto le cuesta al nivel de atención público un paciente promedio que concluye su tratamiento completo con éxito? Son alrededor de 691,000 lempiras, sin incluir hospitalización. Este valor se incrementa a unos 840,000 lempiras si se añaden costos por catéter para no recibir la quimioterapia por vena, cirugía de extracción de tumor, estudios de imagen previo a operación, insumos de cuidado del paciente y biopsia tras cirugía.
Realidad
Si se acude a clínicas privadas el paciente encontrará rapidez y comodidad, pero deberá pagar todo y los costos son en millones de lempiras. En espacios semiprivados, como la Liga Contra el Cáncer, los precios son más accesibles, pero aún difíciles de costear para un ciudadano con salario promedio.
La diferencia entre la vida y la muerte a menudo depende de cuánto dinero pueden reunir, lo que plantea una dolorosa pregunta: ¿debería la posibilidad de vivir estar determinada por la capacidad de pagar? La red de hospitales públicos, a menudo la única opción para muchos pacientes, también presenta desafíos económicos.
Muchos se ven obligados a comprar quimioterapia, costear ciertos exámenes o pagar medicamentos con sus recursos debido a la escasez y falta de disponibilidad en los centros. Un oficio enviado por la Secretaría de Salud a LA PRENSA Premium indica que en 2023 se aprobaron más de 73 millones de lempiras (73,005,282) para la Unidad de Logística de Medicamentos e Insumos y Equipamiento.
En el documento se subraya que la Unidad de Registro Poblacional de Cáncer “ha informado en reiteradas ocasiones a las máximas autoridades sobre la situación actual que se enfrenta y se ha solicitado la creación, estructuración, apoyo con recurso humano y equipamiento, pero no ha habido respuesta”. Por tanto, se pidió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dar acompañamiento técnico para la elaboración de planes y costeo en el marco de un mejor control de la enfermedad.
Hasta el 29 de junio pasado, este medio de comunicación conoció que la Secretaría de Salud tenía en existencia un total de 149,726 insumos, principalmente medicamentos en pastillas y quimioterapias para matar células cancerosas situadas en lugares como mama, pulmón, páncreas, ovario, colon y recto, cabeza, piel, melanoma, cerebro, vegiga, testículos y linfoma.
Al no estar tampoco afiliados al Seguro Social, el miedo al alto precio hace que pacientes busquen otras alternativas, una de ellas la Fundación Hondureña Contra el Cáncer de Mama (Funhocam), donde se apoya gratuitamente.
Su directora Lía Bueso manifestó que en 15 años han visto más de 55,000 pacientes. “Nuestro gran objetivo es llegar a personas de escasos recursos económicos y hemos encontrado que el 70% de nuestros pacientes son mujeres jefes de hogar. También tenemos como finalidad educar a la población en escuelas, colegios, universidades, centros de salud y empresas, sobre prevención y detección temprana”, dijo Bueso.
Investigadores del Departamento de Quejas del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) expusieron en consultas hechas, que son frecuentes las denuncias por la falta de atención para personas con cáncer, incluyendo cirugías, lo que hace que el impacto sea más grande y provocando que el paciente se movilice desde zonas remotas, deteriorando aún más su estado de salud e incurriendo en gastos adicionales para su traslado.
No todos los hospitales tienen tratamientos oncológicos y entre más alejado esté el paciente es más difícil que sea atendido. Desde esta institución se informó que continuarán las inspecciones en almacenes y hospitales especializados en dar ese tipo de tratamiento, para evitar que se vulnere el derecho a la salud.