“La gente del cayo optó por elegir lo que tenía antes”

Guanaja, Islas de la Bahía. El alcalde de Guanaja, Spurgeon Miller, lamentó que la burocracia haya retrasado la entrega de un importante donativo que realizó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el cual estaba en las arcas del Estado tres días después del siniestro que devastó parte del cayo Bonacca y que un año después todavía no ha llegado.

El jefe edilicio conversó ampliamente con LA PRENSA Premium sobre los recientes acercamientos que han tenido con gente del Gobierno para continuar la reconstrucción de una zona que se pensó moderna, pero tardó demasiado tiempo en llegar, y sobre muchos aspectos de interés relacionados a la energía eléctrica, el turismo y las tres grandes prioridades que ha entregado a la presidenta Xiomara Castro.

A un año del incendio que consumió Fire Point, ¿qué ha pasado en esa parte del cayo Bonacca?

Hemos realizado ya la limpieza y la compactación de la zona cero. Hemos marcado y entregado de nuevo las parcelas a los dueños damnificados y algunos de ellos ya empezaron a reconstruir con las donaciones que hemos logrado obtener con toda la industria privada.

Canaturh ha estado 100% con nosotros. Nos donó bloques y es por ello que la gente ha tomado una cierta iniciativa y empezar por ellos mismos.

¿El dinero va a ser entregado en efectivo o se darán materiales?

Se hizo un listado con el nombre de cada persona y qué es lo que va a recibir. Decidieron que sería arena, grava y madera. Ellos hicieron su listado. Ya con eso hay una esperanza de reconstrucción.

¿En qué quedó el plan o la idea de construir una zona más moderna y ordenada? Vemos que hay muchas casas construidas ya.

Se tomó esa idea al momento del incendio. La mayoría de gente estaba a favor, pero llegaron a la desesperación. La información llegó muy tarde, entonces ya después de Navidad las personas querían estar en su propio hogar.

Son las fiestas navideñas, todo mundo tiene ese sentimiento extrañando sus propias paredes. Entonces, la gente optó por elegir lo que tenía antes.

Ahí decidimos entregarles las parcelas a cada persona, más una cantidad de bloques que nos dio Canaturh. Incluso lo que nos donó gente particular y una iglesia.

Hasta el momento todavía estamos entregando bloques, ya que hay una escasez de materiales de construcción en Honduras. De bloques todavía nos falta la mitad por entregar.

Ahorita con el apalancamiento de Copeco y con el dinero del BCIE sí hemos dado ya más esperanza a las personas de bajos recursos para que puedan reconstruir con madera y lámina de zinc.

Y para que la historia no se repita, ¿qué van a hacer? ¿Y la estación de Bomberos?

Llevamos ya tres años con eso, incluso antes del incendio estábamos en negociaciones con Zolitur. Ellos ya me aprobaron el dinero y estamos ahora en niveles de diseño para la estación con los Bomberos de Honduras.

Ya podemos decir públicamente que la estación comienza a ser construida el 3 de octubre. Estará ubicada en el aeropuerto. Nos ayudó el Instituto Hondureño de Turismo (IHT) con un terreno que ellos tienen en la terminal.

La constructora ya el 3 de octubre debe estar presente en la isla de Guanaja para empezar a hincar los pilotes para el otro mes comenzar la construcción.

¿La gente va a empezar a ver más obras con la ayuda del BCIE?

Ese dinero del BCIE viene a hacerse realidad un año después, cuando realmente el Gobierno lo tenía en arcas tres días después del incendio. Ese es un problema burocrático...Más que burocrático porque el incendio fue el sábado en la madrugada y el jueves en la tarde ya estaba depositado en cuenta del Gobierno. Eso es una cosa ya tardada, un año para entregar.

¿Es, entonces, entendible la molestia y desesperación de muchos de los damnificados? Muchos construyen con sus recursos, y construir en Guanaja no es barato.

Es un gasto muy fuerte la parte de construcción en esta isla. La logística es un 25% más alta en el costo directo de traer materiales de la costa. La mano de obra es mucho más elevada.

Y a eso se le suma el que hay escasez de mano de obra. A veces se tiene el dinero, pero no a quién contratar, y como todo el mundo quiere reconstruir a la misma vez no tenemos la mano de obra calificada para poder garantizar ese proceso.

¿Guanaja es una isla bella, pero tiene muchos retos?

En la parte logística y también en la energética tenemos un reto muy fuerte. Por medio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fosovi y la Enee estamos solventando con un parque solar (La Giralda), que está en construcción.

¿Cómo avanza la construcción del parque solar La Giralda?

Ya tenemos el 60% del parque instalado. Todos los paneles solares van a producir 750 kW y con una donación de Corea del Sur va a subir a 3.5 kW. Eso dejará un fuerte impacto en la producción de energía renovable.

Sufren apagones, ¿verdad?

Sí, de momento la planta eléctrica (Belco) que existe no puede aguantar la demanda de la isla.

¿Ha crecido la isla en cuanto a población?

Hay un crecimiento más o menos de 5% cada año en la parte de construcción y de ampliación en la parte de Savanna, Mitch y Mangrove. Esas comunidades van creciendo todos los años, hay nuevas construcciones.

En corto tiempo eso se va a hacer una sola comunidad. Tengo esa esperanza y miro que el crecimiento es mucho más alto que en el sector del Cayo y El Pelícano. El impacto de todo eso es la carretera que existe ahí.

¿Ve en futuro, tal vez a mediano-largo plazo, el traslado de las instalaciones administrativas del cayo a la isla grande?

Sí, en un sector. No lo miro en esa parte de Savanna, Mitch y Mangrove, lo veo más centralizado en un punto de encuentro en medio para poder ofrecer un crecimiento al resto de la isla. ro para el abastecimiento de las comunidades. Tenemos que cuidar ese balance ambiental con el poblacional.

¿Si enlista su prioridades y se las lleva a la presidenta Castro, qué pediría usted?

Yo solo pedí tres cosas cuando fui al Gobierno: la reconstrucción del lugar damnificado, la ampliación del aeropuerto los 400 metros y la apertura de la calle del aeropuerto hasta Savanna Bay, que son 13 kilómetros. Es poco. La calle es corta y no llega al aeropuerto. Aquí todo es acuático. Eso ya pesa porque cuando está soplando fuerte, llegar de Savanna Bay al aeropuerto cuesta más. Eso potenciaría el desarrollo turístico y local en zonas despobladas.