Solo 40% de edificios en Honduras son a prueba de sismos

La mayoría de edificaciones construidas en Honduras no cuentan con diseño estructural sismoresistente. El Valle de sula está entre las zonas con mayor riesgo.

Foto: Yoseph Amaya

Obras construidas en los últimos años en el país han mejorado diseño de arquitectura.

vie 24 de marzo de 2023

San Pedro Sula, Honduras.

El desastre que dejó el terremoto con magnitud 7.8 registrado el 6 de febrero de este año en Turquía donde perdieron la vida más de 46,000 personas, es un escenario no tan lejano para países que se encuentran en una zona de alta actividad sísmica como Honduras, ya que existen insuficientes controles y supervisiones en la construcción.

Los sismos son eventos naturales y alarmantes a la vez que pueden aparecer casi imperceptibles o causar graves daños. Honduras no está preparada para soportar movimientos sísmicos de alta magnitud y profundidad, donde las condiciones del suelo, los recursos económicos y los tipos de construcción colocan al país en evidente desventaja frente a la naturaleza.

Entre los años 2015 y 2022 se registraron 2,660 sismos y réplicas con afectaciones directas e indirectas en Honduras, según el Centro Nacional de Información y Documentación en Gestión de Riesgo de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).

Los datos proporcionados a este rotativo detallan que 380 (la mayor cantidad reportada en el período analizado) de estos fueron de una magnitud de 4.3, mientras que 51 alcanzaron una intensidad de 5, otros cinco llegaron a magnitud 6 y apenas uno fue de 7.5.

Varios de sus epicentros se concentraron en el sur de Panamá, otros cerca de las costas de Nicaragua, así como en territorios de Guatemala y El Salvador.

Un total de 261 eventos ocurrieron entre las 4:00 am y 7:00 am, tiempo cuando la población habitualmente descansa o duerme, mientras que 124 se suscitaron en horario de las 4:00 pm, cerca del cierre de las jornadas laborales o cuando la población está en sus trabajos.

En Honduras, mientras gran parte de los inmuebles comerciales y corporativos construidos en los últimos cinco o 10 años cuentan con protocolos y fueron idealmente hechos para tolerar sismos, la mayor parte de viviendas que se mantienen de pie carecen de calidad en cuanto al material con que se levantaron cimientos, columnas, muros, vigas y demás bases.

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La fragilidad en infraestructura es porque no se toma en cuenta el componente estructural durante la etapa de diseño ni construcción, más aún cuando se trata de un nuevo edificio. Tampoco se suele considerar durante una fase de reparación, remodelación o mantenimiento, cuando se hace referencia a un edificio ya construido.

De acuerdo con estimaciones de miembros del Colegio de Ingenieros Civiles, en Honduras, al menos el 60% de las edificaciones no tienen diseño estructural sismoresistente, el cual se prepara para que ante una actividad sísmica severa, no haya peligro o colapso a la integridad del edificio o sus ocupantes. Del mismo modo, ninguno de los edificios que hay en el territorio nacional cuenta con diseño antisísmico, el cual se basa fundamentalmente en conseguir que la frecuencia propia del edificio sea baja con relación a la del sismo y no haya daños.

$!Los edificios antiguos están entre la línea de mayor exposición de daños frente a sismos.

Hospitales, postas policiales, centros educativos, estaciones de bomberos y otras instituciones públicas sí han tomado las medidas considerando el orden de emergencia que representan a nivel de país. Lo mismo algunos centros comerciales y de otros rubros importantes a nivel privado.

Urge identificación

Orlando José Avendaño, ingeniero y consultor estructural, comentó a LA PRENSA Premium que “hay muchos edificios que han sido construidos sin contar con diseño contra sismos. Honduras se ha vuelto más vulnerable a enfrentar sismos, por ello en los últimos años se ha dando importancia al diseño sismoresistente, capaz de soportar grandes movimientos telúricos”.

El experto recordó que “en las grandes ciudades del mundo están aplicando el sismoresistente, pero en el caso de San Pedro Sula hay un riesgo enorme, situación similar enfrentan ciudades como Tegucigalpa, no digamos en el interior del país”. El Colegio de Ingenieros Civiles hace énfasis en lo importante que es evitar la profesión ilegal y que se diseñen las estructuras de manera responsable sin caer en la mala praxis.

" “El cambio climático ha afectado; urge revisar la infraestructura antigua y reforzarla” "
$!Orlando Avendaño, ingeniero y consultor estructural

Avendaño expuso que lo mejor es construir sobre terrenos rocosos porque gozan de firmeza y es necesario elaborar previamente estudios de suelo. En la parte baja de la ciudad, donde están sectores como Rivera Hernández, gran parte de los terrenos son arenosos y arcillosos, no así en los puntos altos como en El Merendón, donde las construcciones son sólidas. A esto se suma la calidad de los materiales, por eso los ingenieros civiles demandan exigir certificados sobre los materiales que se usan para construir.

Pese a que algunos de los últimos edificios construidos sí poseen diseño sismoresistente, la mayor parte, sobre todo aquellos de más de 30 o 50 años en adelante, están con diseño normal por gravedad (soporte débil), por lo que es imperativo revisarlos y reforzarlos ante la posibilidad de futuros terremotos.

Infraestructuras expuestas

Cifras oficiales indican que durante el mes de enero de este 2023 se registraron ocho sismos y 14 en febrero, todos independientes; es decir, sin réplicas.

Jorge Aguilar, jefe nacional de Sismología, de Copeco, informó que en los últimos tiempos se presentaron múltiples sismos en el norte y sur del país.

" “Honduras es altamente vulnerable a los movimientos sísmicos debido a sus condiciones” "
$!Jorge Aguilar, jefe de Sismología de Copeco

“Estos generan daños dependiendo la ocurrencia, situación del suelo y tipo de construcción. Sitios arenosos como los de la costa norte provocan que la afectación sea mayor en infraestructura”, apuntó el sismólogo. El experto puntualizó que “en Honduras no hay cultura antisísmica y gran parte de edificaciones se construyeron de manera informal, por lo que uno de alta magnitud causaría daños cuantiosos y muchas pérdidas humanas.

En esta misma línea, Maynor Ruiz, docente universitario y geólogo, explicó que los suelos más vulnerables a presencia sísmica son los de los valles, donde se sitúan, por ejemplo, todo el Valle de Sula y Comayagua. Mientras que en Tegucigalpa y alrededores el suelo es rocoso y más resistente, lo mismo en el oriente del país, donde el área terrestre es estable.

Indicó que los suelos de las zonas occidente e insular son las más propensas a daños por sismicidad y en menor medida la región sur. “Los suelos más dañinos son aquellos con 1,500 kilómetros de profundidad, es en las grandes ciudades donde las edificaciones colapsan debido a la resonancia y vibración con la frecuencia del sismo”, añadió, al tiempo que cuestionó que Honduras siga trabajando con datos de un mapa o proyecto sísmico de hace 10 o 15 años, cuyos números están desfasados y no sirven para medir las alternativas”.

Las soluciones reales pasan por modificar las técnicas de construcción, usando materiales ligeros, aislantes y mejor diseñados, puesto que si las edificaciones tienen estructuras débiles hechas por inexpertos o uso de sistemas pesados o mala distribución de elementos resistentes, la edificación es vulnerable a sufrir daños como agrietamientos, aplastamientos, deformaciones e incluso el colapso total.