“Dijeron que tenía falla renal etapa 5, pero que no me dejarían morir”: dramático relato de hondureño

El hondureño Bayron Escoto contó cómo fue su experiencia en hospital de España “con Jesucristo”, a través de un hombre desconocido que lo interceptó en un ascensor el día en que supo del diagnóstico.

Foto: Cortesía

En Honduras nunca le informaron lo que padecía y fue en 2019 en Madrid cuando se enteró del resultado.

vie 18 de noviembre de 2022

13 min. de lectura

El 20 de mayo de 2019 la vida de Bayron Escoto (28 años), un joven originario de la colonia Satélite, cambió por completo luego de conocer su diagnóstico de insuficiencia renal crónica nivel cinco.

20 años de vida es la cantidad promedio que puede durar alguien que recibió trasplante de riñón de donante vivo y 10 quien lo haya recibido de donante muerto.

“Se me cayó el mundo, estaba en pánico, tenía la mente apagada, pensaba en mi futuro y qué iba a ser de mi vida”, fue la primera reacción de Bayron al saber del desalentador resultado médico.

Bayron experimentó síntomas durante varios meses del año 2016 e incluso se sometió a evaluaciones en una clínica de San Pedro Sula y en el Seguro Social, donde le informaron que únicamente era un problema relacionado con la apéndice. Luego visitó un naturista y las vitaminas que este le dio hicieron que las señales desaparecieran paulatinamente.

Su estilo de vida era beber licor y refrescos, fumar tabaco, no cuidaba lo que se comía. Su vida únicamente giraba entre salidas con amigos, su trabajo como ayudante de bodega en la Central de Abastos y su casa, sin hacer ejercicio y poco consumo de agua.

Pesadilla

Hace más de tres años decidió emigrar con su pareja hacia Madrid, España, en busca de mejores condiciones de vida. Cuando empezó a trabajar como ayudante en el área de construcción volvió a sentir síntomas, esta vez inflamación en los pies y en otras partes del cuerpo, esto fue exactamente durante la tarde del 19 de mayo de 2019, y un día después visitó un hospital para revisarse.

$!Bayron no se había podido reincoporar a labores en España debido a su tratamiento de diálisis.

“Sentí extraño porque la doctora que me miró hacía preguntas raras, luego llegaron como siete médicos y se reunieron en una sala, pensé que me iba a morir”, supuso Escoto.

Al socializar el resultado, el grupo de galenos conversó con el hondureño para explicarle qué presentaba. “Tienes insuficiencia renal crónica nivel cinco, debemos hacer la diálisis hoy mismo porque si no te mueres, y no vamos a permitirlo, eres una persona joven, puedes avanzar en la vida y darle mucho a tu país”, declaró uno de los especialistas.

Tratamientos

Se hizo la primera diálisis en la misma tarde que supo del diagnóstico. Luego, cuando se dirigía hacia una habitación e ingresó a un ascensor lo interceptó un hombre desconocido, ya adulto, de baja estatura, tez oscura y vestido con uniforme del hospital. Este le preguntó que si iba a la sala 238, a lo que Bayron respondió que “sí”, y entonces optó por acompañarlo.

“Me puso la mano sobre el cuerpo y me dijo: ´nunca te voy a dejar solo, tienes una gran mujer a tu lado y voy a estar contigo hasta el final. Estoy en este mundo solo con una costilla, sin el hígado y tengo perforado un pulmón´. Después se paró entre la puerta, volteó su cabeza, me volvió a mirar y se fue”, contó Bayron mientras compartía su historia.

Posterior a ese momento estalló en llanto y buscó una canción cristiana llamada Sumérgeme, sintió que el alma se revitalizaba. Al día siguiente preguntó a personal de enfermería y camilleros sobre aquel hombre del ascensor (mientras lo describía) y nadie dijo saber de quién se trataba, por lo que nunca lo volvió a mirar.

Más adelante, por decisión propia, acudió a un miembro de iglesia que conocía y también conversó con un pastor evangélico sobre la experiencia que había tenido con el desconocido. Ambos le aseguraron y coincidieron que en realidad quien lo había visitado era Jesucristo en cuerpo de hombre.

Esperanza

¿Cómo fueron las diálisis?, le preguntamos. “Al inicio me mareaban y salía decaído, estaba conectado hasta cuatro horas por día. Estuve más de tres años con ese tratamiento y la factura que me llegó al final era de 124,000 euros, pero me avisaron que ya la habían cancelado, todo lo pagó el Gobierno”, apuntó.

A la fecha, Bayron compra sus medicamentos y ha recibido apoyo tanto de su familia como de la Cruz Roja. Toda persona que recibe trasplante de riñón debe beber medicinas conocidas también como inmunodepresores, ya que sin estos el sistema inmunitario puede tratar el riñón donado como un cuerpo extraño y no propio, y atacarlo.

Desde el momento cero Bayron fue inscrito para trasplante de riñón y durante un año fue evaluado.

En septiembre de 2021 le comunicaron que ya estaba apto para la lista de espera de trasplantes y llamado dos ocasiones para el proceso de trasplante de riñón.

En la primera no aprobó porque la otra persona candidata tenía más antigüedad en diálisis y en la segunda ocasión fue porque él tenía coronavirus. El 16 de abril de 2022 recibió la tercera llamada para informarle que esta vez sí aplicaba para el trasplante y hacerle los análisis se verificó que era compatible.

$!Bayron vive feliz en España y siente que volvió a nacer tras salir del quirófano.

“Hasta lloré y sentía que me desmayaba de la emoción”, exclamó Bayron el día en que supo que finalmente le harían el trasplante.

Fue operado el 17 de abril de este año y le trasplantaron el riñón de un joven de 20 años que falleció. Comentó que anhela conocer a la familia del donante para abrazarlos y exteriorizarles su agradecimiento ; sin embargo, el hospital se reserva los datos personales.

La vida de Bayron dio un completo giro después de salir del hospital y ahora vive feliz en España.

Confesó que difícilmente retorne a Honduras por el costo de los medicamentos que debe beber tras el trasplante. “La vida es lo más bello que Dios nos dio y debemos cuidarla”, concluyó.

$!Bayron ha contado con el respaldo de sus seres queridos para salir adelante en medio de la enfermedad.