Deportaciones masivas de Trump podrían colapsar a Honduras y golpear a Estados Unidos
Más de 19 mil hondureños han sido retornados este 2024, y a pesar de las medidas impulsadas por el presidente Trump, expertos no creen que las deportaciones masivas sean viables debido a los elevados costos operativos y al impacto negativo que tendrían en la economía hondureña y estadounidense.
Foto: Foto: Juan Manuel Blanco/Agencia EFE
Por violencia, falta de empleo, corrupción y el débil crecimiento económico en el país migran los hondureños hacia Estados Unidos.
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Tegucigalpa, Honduras.
Con la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la comunidad hondureña se encuentra en un limbo. Las nuevas políticas migratorias proyectan un incremento en las deportaciones y mayores restricciones para quienes buscan llegar a suelo estadounidense.
Sin embargo, expertos consultados por LA PRENSA Premium señalan que las deportaciones masivas, aunque sean una promesa de campaña, son insostenibles debido a los altos costos económicos que implican para el país norteamericano y el impacto negativo que tendrían sobre ambas naciones.
Además de que esta medida extremista golpearía sectores claves de Estados Unidos, dado que los migrantes desempeñan un papel fundamental en la agricultura, la construcción y otros servicios considerados peligrosos o poco atractivos para los americanos.
Entre las medidas anunciadas por Trump, se destacan el cierre de fronteras y la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes criminales.
Esta postura de línea dura, combinada con los desafíos migratorios que enfrenta actualmente Honduras, genera preocupación entre los más de 750 mil compatriotas que viven en el país norteamericano y a sus familiares en Honduras.
Aunque expertos consideran que la magnitud de la ola migratoria no será tan extrema como se ha planteado, advierten que, sin medidas preventivas y acuerdos estratégicos con Estados Unidos, Honduras podría enfrentarse a una crisis migratoria y económica muy compleja.
Cifras
Del 1 de enero al 31 de octubre de 2024, 31,398 hondureños fueron retornados y deportados desde distintos países, con Estados Unidos a la cabeza al devolver a 19,413 compatriotas, según el Instituto Nacional de Migración (INM).
Las cifras reflejan un cambio en el perfil migratorio, pues un alto porcentaje de los retornados son adultos entre 31 y 40 años, aunque también se observa un número significativo de menores de edad y familias que intentaron ingresar al país del norte.
Según los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), entre el 1 de enero y el 15 de octubre de 2024, se registraron, además, 111,155 aprehensiones de compatriotas intentando cruzar la frontera estadounidense, lo que representa una reducción del 38% en comparación con los 180,659 casos reportados en 2023.
El panorama se amplía al observar los encuentros a nivel nacional. A lo largo de la frontera terrestre del norte y la frontera terrestre del suroeste, así como en puntos de transporte aéreo y marítimo, el total de aprehensiones de hondureños se eleva a 144,373 en lo que va de año.
Aunque esta cifra es considerablemente menor que los 216,028 reportados en 2023, sigue siendo un número alarmante.
Promesas
Desde el Centro de Convenciones de Palm Beach, el martes pasado, el líder republicano celebró su victoria con 295 votos electorales sobre los 226 obtenidos por Kamala Harris, declarando el comienzo de “la edad de oro de Estados Unidos”.
En su discurso, abordó brevemente el tema migratorio, reiterando su intención de permitir el ingreso de migrantes solo a través de vías legales. “Vamos a tener que sellar esas fronteras, y queremos que la gente regrese, pero deben hacerlo legalmente”, subrayó.
Visiblemente eufórico, el multimillonario neoyorquino prometió revitalizar a Estados Unidos y recuperar su grandeza. “Tal como lo hice en mi primer mandato, un gran primer mandato, gobernaré bajo un lema claro: promesas hechas, promesas cumplidas. Nada me impedirá cumplir mi palabra”, afirmó.
En esa línea, repasamos algunas de sus propuestas sobre migración, un tema central en su campaña. Una de sus promesas más destacadas es la de implementar “la mayor deportación en la historia de Estados Unidos”.
Esta medida también aparece en los primeros puntos del programa electoral republicano, que prevé una expulsión masiva de migrantes indocumentados.
Sin embargo, medios y expertos cuestionan la viabilidad de una medida de esta magnitud en un país con alrededor de 11 millones de personas en situación migratoria irregular debido que a pesar de reiterarlo constantemente no está claro de qué forma se realizaría.
”No creo que el gobierno de Trump vaya de pueblo en pueblo buscando a migrantes, no creo que sea algo en lo que quieran gastar demasiado, además de los gastos de deportar a alguien verdad, de pagar por ese viaje y no es solo eso, pues las deportaciones masivas tendrían un impacto en la economía estadounidense”, mencionó Edgar Aguilar, experto en temas migratorios.
El líder republicano también planea endurecer las sanciones para quienes excedan el tiempo permitido por sus visados y propone la construcción de nuevos centros de detención.
Entre sus propuestas adicionales, está la de retomar la prohibición de ingreso a personas provenientes de ciertos países de mayoría musulmana y reinstaurar el programa “Quédate en México”, obligando a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos.
Esta política, según Aguilar, además de aumentar la militarización del recorrido migrante, hace que el tránsito sea más peligroso y arriesgado.
“En países que carecen de los recursos y capacidades necesarias para ofrecer un entorno seguro para estos migrantes, este enfoque sería insostenible, ya que forzaría a los gobiernos locales a asumir responsabilidades para las cuales no están preparados”, explicó.
Por otro lado, Trump también mencionó un cambio significativo en sus políticas y es que otorgará una residencia permanenete automática a aquellos inmigrantes que se gradúen en la universidad.
”Lo que quiero hacer y lo que haré es que si te gradúas en una universidad creo que deberías obtener automáticamente, como parte de tu diploma, una tarjeta verde para podr permanecer en esta país”, expresó el republicano.
Gestión
LA PRENSA Premium también analizó las estadísticas de deportación de hondureños durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021) en comparación con la gestión de Joe Biden (2021-actualidad).
Durante la presidencia de Donald Trump, del 20 de enero de 2017 al 20 de enero de 2021, se deportaron 272,880 hondureños, de los cuales el 59.5% (162,341) fueron retornados desde México y el 35.1% (95,639) desde Estados Unidos. En el caso de retornos desde Guatemala, la cifra fue de 12,420 personas, representando el 4.6% del total.
En la administración de Joe Biden, del 20 de enero de 2021 al 10 de octubre de 2023 -aunque su gestión concluye el 20 de enero de 2024-, han sido retornados y deportados 251,534 hondureños, con 121,941 retornados desde México (48.5%), 113,122 desde Estados Unidos (45%), y 14,606 desde Guatemala (5.8%).
Lo anterior significa que que bajo el gobierno de Biden fueron retornados un 10% más de hondureños que en el periodo anterior, a pesar de las estrictas políticas migratorias promovidas por Trump.
Sin embargo, los retornos desde México durante la gestión de Trump representaron un 59.5% del total, mientras que bajo Biden han sido un 48.5%, lo que significa que los retornos desde México fueron un 22.7% mayor en la administración de Trump.
Acciones
Juan Ramón Martínez, analista e historiador político, es cauto respecto a una expulsión masiva de migrantes bajo Trump.
Aunque señaló que las tensiones migratorias podrían intensificarse, Martínez consideró que la economía estadounidense es incapaz de soportar una expulsión masiva de ilegales y, por ende, la deportación masiva no parece ser una estrategia viable a largo plazo.
”Económicamente es imposible. Lo que hay que esperar son medidas inmediatas para fortalecer los mecanismos fronterizos como por ejemplo continuidad de la construcción del muro divisorio, aumento de la Guardia Fronteriza y endurecimiento contra los inmigrantes capturados”, mencionó.
Según datos del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de American University, donde el experto trabaja, los migrantes, tanto documentados como indocumentados, aportan alrededor del 8% del PIB de Estados Unidos.
En conversación con este medio, José Tercero Midence, abogado en derecho penal y experto en legislación norteamericana, explicó que uno de los mayores desafíos sobre el tema migratorio radica en la falta de una estrategia por parte del gobierno hondureño para negociar eficazmente con Estados Unidos.
”Si no reacciona el gobierno de Honduras, -a la población- les espera miseria y pobreza, o sea si no existe una comisión de alto nivel para poder negociar con el presidente Trump, Honduras seguirá más miserable”, advirtió.
Sobre este aspecto, Gerardo Torres, subsecretario de Política Exterior, mencionó que la deportación masiva significaría un impacto para la economía del país pero “nosotros como Estado tenemos esa responsabilidad y le aseguramos al pueblo que vamos a procurar tener una relación amigable, pero no vamos a dudar de salir a defender los intereses de nuestra población migrante”.
Remesas
Uno de los temas más delicados en este contexto es el de las remesas. Las transferencias de dinero enviadas por los hondureños en el extranjero son un pilar fundamental para la economía del país, pues representan una fuente crucial de ingresos para millones de familias.
Estos flujos de dinero, que equivalen a una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras (26.7 %), ayudan a mantener el consumo de productos y servicios básicos, fomentan el emprendimiento local y contribuyen a la estabilidad financiera mediante la entrada de divisas extranjeras.
Martín Barahona, experto en política internacional, señaló que cualquier medida que incremente las deportaciones también podría afectar negativamente a este flujo de dinero.
Aunque en un principio podría parecer que las políticas de Trump no tienen un impacto directo sobre las remesas, los cambios en las condiciones laborales y la reducción de la capacidad de los migrantes para enviar dinero a sus hogares podrían generar un panorama más complicado.
“Si se endurecen las medidas y deportan hondureños, entonces las remesas en teoría deberían de disminuir, pero es que es tan complejo eso que aun con todas las medidas que ha habido, la pandemia y desempleo en ciertas épocas en Estados Unidos, las remesas no han dejado de aumentar un solo año”, explicó el expresidente del Colegio de Economistas (CEH).
“O sea que siempre los migrantes se rebuscan la manera de enviar, de quedarse allá, de no ser detectados o de estar más tiempo y siempre sigue saliendo más gente de Honduras. Entonces es increíble, es toda una cuestión, digamos, yo no la entiendo del todo porque habría que ver toda la variedad de casos que hay. Pero la cuestión es... si se incrementaran de una manera radical las deportaciones, eso sí podría llegar a impactar en las remesas”, apuntó.
Hasta el 24 de octubre de 2024, las remesas alcanzaron los $7,851.8 millones, superando el monto del mismo periodo en 2023, cuando sumaron $7,490.9 millones, mientras que en 2022 se recibieron $7,023.3 millones.
El año pasado, el total de remesas fue de 9,176 millones de dólares, de los cuales el 98% provenían de hondureños residentes en Estados Unidos. Para 2024, se espera que las remesas familiares lleguen a los 9,512 millones de dólares, de los que aproximadamente 9,174 millones se prevé que provendrán de Estados Unidos.
El futuro de los migrantes hondureños depende, en gran medida, de cómo evolucione la relación entre Honduras y Estados Unidos bajo la administración de Trump. “¿Qué va a pasar con las remesas? El tema es, ¿qué va a hacer el gobierno de Honduras para poder negociar con Estados Unidos el intercambio de bienes y servicios y qué se puede hacer con las visas americanas?”, expresó Tercero.
Es decir que si el gobierno de Honduras no toma acciones decisivas para mejorar sus estrategias migratorias y sus relaciones con Estados Unidos, el panorama para los migrantes se volverá más sombrío.
“Trump planteará nuevos retos a Honduras y a la región a los que hay que contestar con inteligencia. Seguir con la retórica anti gringa que se ha seguido con los demócratas -que han considerado incluso que Xiomara Castro les ha traicionado-, será un error, porque incluso Trump y su equipo puede volvernos más irrelevantes que lo que somos en este momento”, concluyó Martínez.