“Deben buscar un consenso sobre Ley de Justicia Tributaria”: Jaume Segura
Jaume Segura Socias le sugiere al Gobierno y al sector privado sentarse a la mesa a establecer un diálogo. La UE ofrece apoyo a Honduras para que logre un sistema tributario moderno, dice.
Foto: La Prensa
Jaume Segura Socias, embajador de la Unión Europea (UE), dice que Honduras tiene una oportunidad en la cumbre de Europa y América Latina.
Por: Juan Carlos Rivera
14 min. de lectura
San Pedro Sula
Jaume Segura Socias, embajador de la Unión Europea (UE) en Honduras, considera que el Gobierno y el sector privado deben sentarse a la mesa para llegar a un consenso sobre la creación de un sistema tributario moderno que le permita al Estado ofrecer servicios públicos de calidad a todos los ciudadanos. A la vez plantea la necesidad de instaurar reglas claras y duraderas que generen certidumbre a inversionistas.
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En una entrevista con Diario LA PRENSA dijo, además, que los países de Europa tienen relaciones diplomáticas con China dentro de la política de “una sola China” y respeta la decisión tomada por el Gobierno de Honduras de establecer vínculos con Pekín. Dijo que la UE desea que el país avance en la construcción de un Estado democrático, respetuoso de los derechos fundamentales y hacia una economía social de mercado.
¿Cuál es el tema más importante sobre Honduras en materia de cooperación?
La UE quiere y ha querido siempre acompañar a Honduras en su desarrollo hacia una sociedad, una economía, un país más sostenible. Eso pasa por varios ejes, primero, por la lucha contra el cambio climático, siendo Honduras uno de los países más afectados del mundo (...). También en el desarrollo inclusivo, que pasa por crear empleos, especialmente empleos dignos, formales, que contribuyan con sus impuestos al Estado y el Estado pueda ofrecer servicios públicos de calidad, para eso hace falta formación, entendimientos, oportunidades. Ese sería nuestro segundo eje de cooperación, y un tercer eje es, por supuesto, apoyar el fortalecimiento democrático y el Estado de derecho. Estamos convencidos de que no existe un desarrollo sostenible, inclusivo, sin una democracia y un Estado de derecho que funcionen, eficientes y que ofrezcan a la población esos servicios, garantías de que pueden contar con instituciones públicas que sirven para que el ciudadano y la ciudadana tengan derechos fundamentales garantizados, sus derechos políticos y también su igualdad. La igualdad de género es un tema fundamental. No hay una sociedad verdaderamente democrática, verdaderamente inclusiva, que se pueda desarrollar sin las mujeres y otros grupos más vulnerables.
Por ahí cojea un país si solamente un grupo tiene acceso a la educación, al trabajo, derecho a la tierra. Ahora hay una gran oportunidad, en julio va a tener lugar en Europa una cumbre de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (...). Europa quiere dar un paso adelante y demostrar que América Latina y el Caribe son un continente fundamental para nosotros, es el continente con el que más compartimos cultural y económicamente; valores y principios: democracia, igualdad, libertad y fraternidad. Es muy buena la oportunidad para que Honduras presente un proyecto con impacto en empleo, contra el cambio climático, Estado de derecho y democracia.
- > Jaume Segura Socias, 29 de julio de 1973
- > Ciudad: La Puebla, Baleares, España
- > Profesión: Diplomático y escritor
- > Cargo: Embajador de la Unión Europea en Honduras. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona y un máster en Política Internacional en la Universidad Libre de Bruselas. Desempeñó el cargo de embajador de España en República Dominicana, jefe de la delegación de la Unión Europea en El Salvador. Jefe de servicio del Gabinete del Ministro de Asuntos Exteriores y subdirector general adjunto de México, América Central y Caribe. Escribió la novela titulada “Tal vez, un día”, ambientada en Cuba.
Para lograr la inclusión el Gobierno debe tener voluntad, pero atrás hay un costo económico. Actualmente hay una discusión sobre la Ley de Justicia Tributaria. Algunos sectores están a favor y otros en contra. El Gobierno dice que recaudando más impuestos puede invertir en educación y en salud. ¿Qué opina? ¿Es posible lograr un consenso?
Yo vengo de la UE y lo que usted está hablando está en el corazón de nuestros Estados: un consenso social por el cual los ciudadanos y las ciudadanas aportan con sus impuestos al Estado y el Estado provee unos servicios públicos. Lo que diferencia a Europa, posiblemente de muchos otros países del mundo, es que los servicios públicos proporcionados por el Estado son de calidad, hay una educación de calidad, salud de calidad, infraestructuras de calidad, y son públicas en la mayoría de los casos.
Eso no significa que no pueda haber un sector privado que ofrezca esos servicios. Es una opción del ciudadano optar por uno o por otro, pero el Estado garantiza que todo el mundo tenga las mismas oportunidades en salud, educación, protección ambiental, infraestructura. Eso se basa en una especie de círculo virtuoso por el cual si la economía crece, el Estado tiene más recursos: los ciudadanos tienen más recursos y pagan más impuestos. Ahora bien, en muchos países del mundo, ese círculo se invierte. Los ciudadanos no contribuyen porque el Estado no provee estos servicios, y el Estado no provee estos servicios porque los ciudadanos no contribuyen. Es un círculo vicioso. Hay países en América Latina que lo tienen resuelto con un pacto social, con un consenso entre todos los actores, y para eso hace falta un diálogo social.
Nosotros hemos trabajado muchísimo en el sector de empleo, en crear precisamente ese diálogo entre el Estado, sector privado y trabajadores para que ese tipo de pacto se pueda alcanzar. ¿Qué se puede hacer? Pues lo que se hace en Europa y en otros países de América Latina. Como decimos en España, ‘nunca llueve a gusto de todos’. Obviamente a nadie le gusta que le suban los impuestos y es normal que determinado sector diga ‘a mí no me gusta este proyecto’ y también que el otro lado diga ‘ya no hay otra manera de salir de la trampa, de la deuda’. Cómo se soluciona en Europa, hablándolo y tratado de crear un consenso, y en ese consenso siempre hay alguien que tiene que ceder.
¿Recomienda que el Gobierno y sector privado se sienten para llegar a un consenso y para no continuar con la confrontación?
Yo pienso que la política es eso, llegar a acuerdos, consensos a través del diálogo, por supuesto, cada uno tiene su opción. Tanto el Gobierno como el sector privado tienen sus propios intereses, incluso, entre el sector privado hay muchos intereses diferentes. Es normal que los operadores económicos quieran tener una certidumbre para invertir a largo plazo, para consolidar un proyecto económico por el cual se han endeudado y están pagando. Es importante que los operadores económicos, nacionales e internacionales, tengan reglas claras, cuanto más consensuadas, mejor. Yo entiendo (...) que el Gobierno está haciendo una propuesta, imagino que tendrá que ser discutida con los diferentes sectores, obviamente, con el sector privado al ser el que más contribuye con sus impuestos, también con la ciudadanía, que está representada por sus diputados en el Congreso, donde será objeto de discusión y negociación.
Esperamos que lleguen a una ley que satisfaga los grandes intereses de cada ciudadano y cada ciudadana. Nosotros venimos apoyando a Honduras desde hace muchos años para que cuente con un sistema tributario moderno y eficaz y seguiremos haciéndolo. Nos ofrecemos a todo el país a apoyar en lo que podamos, hay modelos en Europa que podrían ser de interés para Honduras. Hay países donde la situación fiscal es superior al 50%, cosa que aquí es impensable y, sin embargo, funciona muy bien, ¿por qué? Porque el ciudadano está satisfecho con los servicios que recibe.
En 2000, las remesas representaron alrededor del 6% del PIB, ahora 30%, pues vive más de un millón de hondureños en EUA y otra cantidad en Europa. ¿Cómo evitar la migración masiva y la dependencia económica de las remesas?
Es muy complejo y es una especie de círculo vicioso en el que entra una economía y una sociedad. ¿Por qué se va la gente? ¿Por qué se va la juventud? Por falta de oportunidades en educación, empleo, inseguridad. Una persona joven dice ‘yo quiero otra cosa para mí’, y en otros lugares encuentra esas oportunidades. Es muy triste porque todo ese talento se va del país. Leemos cómo muchas empresas no encuentran mano de obra. Esa dependencia de esas remesas económicamente es una bomba de relojería porque hay un país que no produce y siguen aumentando, después del 30% pasarán al 60%.
El país vive sobre todo de lo que otros están mandando desde otro país. Eso a largo plazo no es sostenible para una economía, pero la solución tampoco es fácil. Hay que invertir en educación, formación, seguridad. Hay que convencer a la gente de que aquí tienen una oportunidad para desarrollar su proyecto de vida, y eso pasa por contar con un Estado de derecho y una democracia que funcione; no sufrir las consecuencias graves del cambio climático. El valle de Sula es una zona donde prácticamente todos los años hay inundaciones, y por lo tanto le corresponde al Estado revisar aquellas inversiones para evitar esas consecuencias, al fin, a quien más afecta es a la gente que menos tiene, a la gente que tiene una casa modesta o vive demasiado cerca del río, y es la gente que sufre la falta de oportunidades (...).
¿Observan en este Gobierno voluntad para descarbonizar la economía? ¿Puede la UE ayudar transformar el sistema de transporte y la producción de energía?
Las reivindicaciones de Honduras de que paga las consecuencias del cambio climático, sin ser el responsable, son legítimas y muy justas, y en la UE estamos convencidos de que los países desarrollados somos los que más tenemos que contribuir a ayudar a los países que sufren las consecuencias del cambio climático, y así ha sido en las últimas reuniones internacionales en la COP (Conferencia de Partes).
La UE ha impulsado la creación de fondos para que estos países puedan acceder y ha habido un importante acuerdo recientemente en El Cairo en este sentido. En cuanto a si podemos contribuir a bajar esa dependencia energética y contribuir a la descarbonización de la economía, sí, lo venimos haciendo desde hace muchísimo tiempo y lo queremos hacer todavía más.
Lo hemos hecho con las administraciones anteriores y con esta, sobre todo en el sector agrícola. Por ejemplo, Honduras produce café, pero el café tiene un problema de deforestación, entonces, estamos intentando ayudar a los productores hacia una agricultura más inteligente. Hay otros casos, como palma.
En transporte podemos ayudar a apostarle a un transporte limpio y sostenible a través de la creación de un sistema público eficiente. Hace falta la decisión del Gobierno de apostarle a ese tipo de modelo sostenible. Estamos hablando con el Gobierno para que en la cumbre de julio presente un proyecto que tenga que ver con esa ayuda para producir más energía limpia y la reducción de emisiones de carbono.
Uno de los temas que ha causado controversia es el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. Algunos dicen que habrá una reacción negativa de Europa, ¿qué implicación puede tener en las relaciones con la UE?
La decisión de un Gobierno de tener relaciones diplomáticas con otro es una decisión soberana sobre la cual nosotros no tenemos nada que opinar. En Europa todos tenemos relaciones diplomáticas con China y apoyamos la política de una sola China, cuyo representante legítimo es el gobierno de Beijing (Pekín).
A la vez tenemos relaciones comerciales y de cooperación con Taiwán porque creemos que el sistema abierto, democrático y de economía de mercado de Taiwán es el que más se parece a nuestro modelo. En Europa todos tenemos relaciones diplomáticas con China y no creemos que el cambio de Honduras afecte. Lo que sí es importante para la Unión Europea es que Honduras siga avanzando en la construcción de un Estado democrático, un Estado derecho respetuoso de los derechos fundamentales, un Estado con una economía social de mercado.