Congreso Nacional gastó L72 millones al mes en 2022

San Pedro Sula

Tras más de un año de estar en funciones llega el momento de hacer las cuentas para el Congreso Nacional presidido por Luis Redondo.

A primera vista, en términos generales, el balance le resulta favorable en comparación con el Congreso anterior, reportando el actual un nivel de gasto inferior en aproximadamente 20% con respecto al Legislativo que concluyó sus funciones en enero de 2022.

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El análisis que sirve de base para este reportaje revisó las cifras publicadas en el Portal Único de Transparencia del Instituto Hondureño de Acceso a la Información Pública (IAIP) hasta noviembre de 2022, que corresponde con los datos más recientes que estaban disponibles.

De acuerdo con estas cifras, la presente legislatura ha tenido un gasto acumulado en sus primeros 11 meses de 793.8 millones de lempiras hasta noviembre.

A la misma fecha de 2021, el Congreso anterior había gastado 1,032.1 millones de lempiras, por lo que el nivel de gasto se redujo en casi un 20% al hacer la comparación.

Esa diferencia se sostiene en que hasta ese mes el CN solo había ejecutado el 54.81% de su presupuesto. En los archivos oficiales indican que ese porcentaje obedece a medidas de ahorro.

Los documentos analizados identifican al menos cinco clases de gastos: servicios personales, que se refiere principalmente a los salarios; servicios no personales, que incluye, entre otras cosas, el pago de servicios públicos.

También materiales y suministros; maquinaria y equipo de oficina y transferencias de fondos, en donde se consignan gastos como obras sociales.Tras analizar las cifras contenidas en los documentos publicados se hicieron algunos hallazgos, los cuales se describen a continuación.

Como suele suceder en la administración pública hondureña, los salarios suelen ser la partida más grande en el presupuesto de cualquier institución del Estado, y el Congreso Nacional no es la excepción.

En la más reciente liquidación presupuestaria, la partida de salarios constituía el 62.6% del gasto liquidado durante ese mes (noviembre 2022).

En los primeros 11 meses del año, el gasto que supone el salario de los diputados no muestra las cifras totales, ya que los informes de transparencia no detallan los totales generales, que incluyen los sueldos de los 128 congresistas y sus suplentes (256 en total) y solo se limitan a reportar el salario básico de uno de ellos en su respectiva categoría (titular y suplente).

Donde sí muestra más nivel de detalle es en cuanto a los salarios que recibe la junta directiva, los cuales, en su mayor parte, se han mantenido sin cambios a lo largo del año, con tres excepciones.

La primera, en los casos del segundo y tercer vicepresidente, cuyos salarios fueron nivelados con los del primero; la segunda son los dos secretarios alternos, que también registraron un aumento, y la tercera es el aumento a los diputados suplentes, cuyo salario se incrementó de 40,000 lempiras mensuales a 54,535.45.

El cambio más significativo en la planillas de diputados (y que representa un misterio) es la partida asignada a los jefes de bancada, que hasta marzo pasado no figuraba en el gasto salarial y que recién aparece en abril, con un salario de 110,862.00 lempiras.

Dicho monto se mantuvo desde abril hasta julio, pues ya en agosto el salario se registra en el orden de 221,724 lempiras, para volver a subir en octubre a L 476,708.22 y quedar en L 443,448.00 en noviembre.En ningún apartado se especifica si este es el monto asignado a una persona o repartido entre los seis jefes de bancada.

LA PRENSA Premium intentó contactar a cuatro de ellos: Tomás Zambrano, jefe de la bancada nacionalista; Mario Segura (Partido Liberal); Rafael Sarmiento (Libre); y Tomás Ramírez (PSH).

Únicamente Ramírez respondió, pero dijo que él no recibe nada adicional fuera de su salario corriente. Por otra parte, aunque no atendió las llamadas, en declaraciones anteriores al medio Expediente Público, Zambrano también mantuvo la versión que no recibía un sueldo diferente. Sarmiento y Segura no respondieron a los llamados.

De acuerdo con los documentos del Portal de Transparencia, en el apartado de compras, el Congreso reporta haber gastado, entre enero y noviembre pasado, un total de 17.4 millones de lempiras en diversas compras, como la de materiales y equipo de oficina, renovación de licencias de “software” y compra de mobiliario, entre otros gastos.En este apartado, el gasto mensual es de 1.5 millones de lempiras.

En cuanto a las contrataciones, esta partida solo registra movimientos durante los primeros cuatro meses del año, pues, de acuerdo con los documentos analizados, no se incurrió en ninguna clase de contrataciones desde mayo hasta noviembre.

El mes que mayores gastos de contratación reporta fue enero, con un desembolso de 1,119,750.79 lempiras, destacándose el gasto en la contratación del seguro de vida, médico hospitalario, así como plan dental para los diputados y demás funcionarios que laboran para el Legislativo, llevándose esa contratación el 93% de los gastos correspondientes a ese mes.

En términos generales puede decirse que el actual Congreso ha reducido sus gastos si se lo compara con la legislatura anterior, pero su buen desempeño presupuestario no está libre de críticas.

El pasado 12 de enero, los diputados aprobaron un fondo por 950 millones de lempiras, los que nominalmente se destinarán a obras sociales; pero ha encendido las alarmas de quienes ven en esa disposición la resurrección del cuestionado Fondo de Desarrollo Departamental (FDD), ligado a actos de corrupción.

“Eso es algo que siempre ha estado en el centro de la crítica”, señala el economista Rafael Delgado, por el hecho de que el gasto de tales recursos se deje a la discrecionalidad de los diputados.“Los diputados están para legislar, no para andar repartiendo dinero”, dice el economista.