Analistas: Una corte sin mayoría partidaria no tiene precedentes

Señalan que se busca conformar una Tribunal Supremo que avale la agenda política de las tres fuerzas que son mayoría en el Congreso Nacional

Foto: Foto: LA PRENSA

Tras largas negociaciones el Congreso juramentó a la nueva CSJ en un proceso que no estuvo libre de críticas.

vie 17 de febrero de 2023

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Primero se trataba de una cuestión de filiación partidaria: Cuántos magistrados debían o quería tener cada uno de los tres principales partidos políticos.

Luego, esta semana, se anunció un consenso y la cuestión cambió a una de nombres: cuál candidato allegado a qué partido debería aparecer en la nómina y cuál no, creando una situación en la que un partido busca influir en las escogencias de otro y ocasionando una discordia que, en palabras del jefe de la bancada nacionalista, Tomás Zambrano, hizo tambalear por momentos el acuerdo anunciado este lunes a bombo y platillo.

Después, con la cancelación de la sesión para formalizar la nómina seleccionada, el proceso de conformación de la próxima Corte Suprema de Justicia (CSJ) se prolongó más de lo esperado hasta alcanzar por fin su culminación en las últimas horas de este jueves y primeras de este viernes.

Electa nueva Corte Suprema de Justicia

Nómina vs. votación

La situación que se vivió en el Congreso Nacional con la elección de la CSJ, la cual mostraba evidentes signos de crisis, levantó voces que critican un método de elección que parece mandado a hace a la medida de las tres principales fuerzas políticas representadas en el Legislativo.

“Seguir con las nóminas, que antes habría servido, ahora está dando al traste con todo, porque esa insistencia está llevando a que estemos en este alargamiento de crisis”, señaló el analista Omar García, quien añade además que la voluntad popular era que la CSJ fuese electa mediante votación, persona a persona.

“Que las 15 magistraturas se llenen con los mejores, pero los partidos han pactado no recurrir a la lista de los mejores calificados, sino de los peores calificados”, dice García.

El analista advierte que, al haber insistifdo con la fórmula de la nómina en vez de la votación, se escogió una Corte en la que podrían salir adelante las pretensiones de las principales fuerzas políticas.

García pone como ejemplos de estas pretensiones la legalización de la reelección presidencial, la derogación del acuerdo de extradición y la transformación del modelo social, político y económico del país, los cuales, son puntos con los que se pueden identificar todos los partidos mayoritarios.

“Lo único que puede salvar al país, para que no se toquen esos puntos es que los miembros de la Corte Suprema sean escogidos de forma individual y directa, porque estaríamos hablando de personas muy preparadas que no tendrían compromisos políticos, más que con la nación”, observa García.

Pero incluso si el modelo de la nómina termina por imponerse, la Corte que se conforme tendrá sus propias particularidades.

Distribución sin precedentes

Según el consenso anunciado, los 15 asientos de la Corte estarán distribuidos proporcionalmente entre los tres partidos principales, con el partido Libre nombrando a seis magistrados, cinco para el partido Nacional y cuatro para el Liberal.

Esta distribución, tripartita, resulta inédita en la historia hondureña. “En el pasado reciente no hay precedente; históricamente ha habido una distribución de siete a ocho, considerando que han sido dos los partidos que han tenido el control en el Congreso Nacional”, refiere el analista Carlos Hernández, refiriéndose a la asignación tradicional de los asientos en la CSJ cuando la escena política era dominada únicamente por nacionalistas y liberales.

" “Idealmente, lo que debe hacerse es agarrar, de los cuarenta y cinco, a los primeros quince y seleccionarlos”. Carlos Hernández, Analista "

Pero con la irrupción del partido Libre, particularmente desde 2013, el escenario cambió a uno en el que el equilibrio político comenzó a repartirse entre los tres actores, si bien Hernández señala que Libre se sustrajo de participar directamente en la conformación de la Corte que se eligió en 2016, es decir, no exigió tener su cuota de magistrados en el Poder Judicial.

“Había la intención de que el Libre participara en ese proceso, pero, estratégicamente, ellos decidieron no hacerlo, aún cuando se lo ofrecieron. Libre decidió mantenerse con una actitud más de oposición”, apunta Hernández.

Pero ahora la situación es diferente y ahora Libre, como partido en el poder, ha buscado activamente integrar en la Corte el mayor número de magistrados, desde los seis anunciados en el último acuerdo, hasta un máximo de ocho, extremo con el que no estuvo de acuerdo la oposición, quienes declararon abiertamente su intención de evitar que el oficialismo controlase la Corte.

Se oponen a que Libre tenga ocho magistrados en la Corte Suprema de Justicia

Hernández lamentó que, en la elección de los magistrados, pese más la filiación política por encima de otros criterios. “Está demostrado que la ponderación del puntaje que obtienen en todas esas pruebas, una vez que llegan al Congreso es irrelevante”, manifestó, sobre un proceso que todavía tiene muchas cosas que mejorar, ejemplificado en la ausencia entre los elegidos de la abogada Ana Pineda, la mejor calificada, entre todos los aspirantes, durante el proceso de selección.

Destacamos
  • > Sobre la dinámica de la Corte que se elija: Esta dependerá de la forma en que se integren las cinco salas de las que se compone el Poder Judicial.
  • > Sobre la agenda que se busca impulsar: Ciertos analistas estiman que lo que se busca es conformar una Corte que apoye asuntos como la reelección o eliminar la extradición.