Más de 2,000 afectados ocupan albergues municipales de SPS
Atención médica, los tres tiempos de comida y colchonetas les proporcionan en los siete albergues en donde hay personas de La Lima, El Progreso y San Pedro Sula.
Foto: FRANKLIN MUÑOZ
El polideportivo Olímpico es uno de los albergues más grandes.
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SAN PEDRO SULA
Para algunos es su primera vez en un albergue, pero la mayoría ya ha vivido esta experiencia antes. Sin poder dormir bien por las noches y pensando en el regreso a sus casas pasan los días quienes huyeron de las inundaciones en diferentes municipios.
Son siete albergues de San Pedro Sula en donde están más de 2,050 personas, entre adultos y niños, de La Lima, El Progreso, La Planeta, Céleo González, Rivera Hernández, Chamelecón, entre otros.
En los albergues del polideportivo Olímpico, Gimnasio Municipal, Centro de Educación Básica Fidelina Cerros, escuela Ramón Villeda Morales, centro básico Altagracia Sánchez, centro básico Edgardo Alanís Lagos y albergue deportivo La Pradera cuentan con asistencia médica, los tres tiempos de comida y les han proporcionado colchonetas para dormir.
Aunque el alto número de niños obliga a los padres de familia a pedir a las personas de buen corazón que les regalen leche, pañales desechables y ropa.La mayoría salió únicamente con bolsas de ropa, dejando sus enseres domésticos en casa.
Allan Duarte, encargado del Gimnasio Municipal, comentó que el domingo llegaron a tener más de 500 personas albergadas, sin embargo, algunos que salieron por prevención han retornado a sus casas y se quedaron con 300.
La comida varía en cada albergue, en algunos el desayuno es una baleada, en otros una burrita, lo mismo pasa con el almuerzo que se elabora ahí mismo, unos comieron espaguetis y arroz y otros pollo con arroz.
El uso de la mascarilla es casi nulo, sin embargo, el personal de salud que labora en los centros de salud municipales asisten a los albergados, muchos de ellos están padeciendo de gripe común, calentura y fiebres por el clima lluvioso.
Mirian Jiménez, de 64 años, abandonó el cuartito en donde vive sola en la colonia Llanos de Sula, del sector Rivera Hernández, por miedo a que si se inundaba no le diera tiempo a salir.Sus hijos viven en Puerto Cortés y Santa Bárbara.
“Me preocupa cuando vienen las lluvias, le da miedo a uno de morir ahogado”, expresó Jiménez, quien espera retornar a su hogar pronto.
Sandra García, de Chotepe, está albergada en el polideportivo Olímpico con 14 miembros de su familia, seis de ellos niños.
García compartió que luego de perderlo todo con Eta y Iota, en 2020, con cada alerta de emergencia por inundaciones, el miedo se apodera de ellos y no dudan en salirse.
“Es difícil estar en un albergue, no es lo mismo que estar en la casa de uno, anoche no pudimos dormir”, dijo.Los desastres naturales provocan un desgaste emocional y físico entre los pobladores que ya han perdido todo antes, sus enfermedades de base se agravan por la tensión, la ansiedad y el estrés.
“Mientras vivamos ahí (La Planeta), así vamos a estar, con miedo siempre, pero es muy difícil salirse, en otros lados es más caro”, manifestó Wendy Escobar, quien se encuentra en albergue deportivo La Pradera junto a su esposo y sus dos hijos.
Llamado
Los albergados piden a las personas donación de pañales, leche, ropa y productos de higiene.
Adriana Redondo, de la colonia Asentamientos Humanos, sector Rivera Hernández llegó junto a su esposo Roberto a buscar refugio al centro básico Edgardo Alanís Lagos, porque se encontraba desde la noche del domingo abajo del puente de la 27 calle. Con ella se llevó algunas cosas y cinco gallinas.
“Estar abajo del puente es difícil, sin comida, no puede dormir uno, no puede bañarse, es difícil”, expresó.
Redondo quería sacar más cosas, pero no pudo porque los carros que hacen fletes “se aprovechan” con los precios. “Yo tengo la casa rajada, el piso dañado, por los huracanes de 2020”, dijo con tristeza Redondo.