25/04/2024
07:02 PM

¿Encenderá usted el motor?

Emilio Santamaría

Cuando se descubrió petróleo en la propiedad de un viejo indio de Oklahoma, este pasó de ser un hombre muy pobre a ser un hombre muy rico. De las primeras cosas que hizo fue comprarse un automóvil Cadillac, un carro impresionante. Por aquellos años llevaban dos llantas de repuesto atrás y esto lo hacía espectacularmente largo. Así tuvo el carro más largo de toda aquella comarca. Se trataba de un hombre simpático y amistoso, así que cuando paseaba por el pueblo se dedicaba a saludar a todo mundo. Vestido con corbata de moño, llevaba un sombrero de copa alta y en la boca invariablemente un gran puro habano. La gente lo apreciaba y, a pesar de su atuendo estrafalario, le contestaban el saludo con una sonrisa. Al decir adiós soltaba el volante y volteaba a derecha e izquierda, y en ocasiones giraba en redondo para platicar con alguien mientras el carro caminaba. Sin embargo, nunca atropelló a nadie ni chocó con nada. La razón era muy simple. Frente al poderoso carro iban dos grandes caballos enganchados que lo halaban a paso lento. Y no es que el motor estuviera mal, lo que ocurre es que el viejo indio nunca aprendió a encenderlo y le pareció más cómodo usar los caballos. La conclusión es sencilla. Dentro del auto se encontraban cien caballos de fuerza, pero solo se utilizaban dos caballos en el exterior.

Pues debo decirle que justamente es lo que hacen cientos y cientos de personas. ¿Lo pone en duda? Vea lo que nos dice un experto, William James, profesor de Harvard: “Comparar lo que hacemos con lo que realmente podemos hacer es como comparar las olas del mar con su enorme profundidad”. En otras palabras, es como si usted tuviera en casa una excelente instalación eléctrica y utilizara solamente una vela pequeña para alumbrarse en las noches.
Haríamos, pues, bien en comprender el enorme potencial latente que Dios nos dio. LO

NEGATIVO: Vivir la vida sin desarrollarnos personalmente, conformándonos con el impulso que nos proporcionen los que tiren de nosotros.
LO POSITIVO: Comprender y aceptar que somos gente valiosa que necesita desarrollo. Encender ese potente motor que todos llevamos en nuestro interior.