Washington, Estados Unidos.
Estados Unidos está muy interesado en lo que ocurre en El Salvador.
Washington ha financiado y equipado a oficiales de grupos paramilitares en el país centroamericano acusados de ejecutar ilegalmente a miembros de pandillas, informó ayer CNN.
Las conclusiones surgen de documentos oficiales a los que tuvo acceso la cadena, además de un reporte de la ONU -a publicarse en las próximas semanas- que condena el uso de estos grupos.
El programa denominado Mano Dura fue lanzado por primera vez en 2003 pero redoblado en 2014 para enfrentar el creciente problema de las pandillas en ese país.
La cantidad de fondos para los grupos en El Salvador son archivos secretos; sin embargo, documentos disponibles dan detalles de que algunas unidades se beneficiaron de 67.9 millones de dólares en ayuda entregada en 2016 y 72 millones el año pasado.
Uno de esos grupos, conocido como Fuerzas Especiales de Reacción (FES), asesinó a 43 sospechosos de pertenecer a pandillas de enero a junio de 2017.
Miembros de esa unidad, que se creó en 2016 y se disolvió a principios de este año después de que una de sus miembros desapareciera y de señalamientos por los asesinatos, fueron reubicados a una nueva fuerza llamada Jaguares.
Lea más: Trump se jacta de deportar a miles 'de animales y criminales' de EEUU
La asistencia estadounidense a los grupos expone la intención de Washington de acabar con pandillas como MS-13 (Mara Salvatrucha), que comenzó en Los Ángeles en la década de 1980 pero que desde entonces se ha extendido por América Latina.
Sus miembros han sido descritos por Donald Trump como una amenaza trasnacional y como animales.
