Ciudad de México.
El fiscal general mexicano, Jesús Murillo Karam, se reunió la mañana del viernes en la región de Guerrero (sur) con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos desde septiembre y les entregó 'información delicada', según un abogado de las víctimas.
'Es información delicada que tenemos', se limitó a decir Vidulfo Rosales, abogado de las familias, que emplazó a una conferencia de prensa en la tarde del viernes en Guerrero.
La fiscalía cree que policías corruptos de Iguala entregaron después a los 43 jóvenes a sicarios de Guerreros Unidos y, por declaraciones de algunos de los 59 detenidos, teme que los estudiantes fueron asesinados y enterrados, pero ha recalcado que no dará crédito a esta versión hasta encontrar a los jóvenes.
Tras la detención el martes del entonces alcalde de Iguala, acusado de ser autor intelectual del crimen, Murillo Karam dijo a medios esperar que 'en pocos próximos días podamos darles una información mayor y más profunda' sobre el caso.
Las desapariciones han causado la peor crisis de la presidencia de Peña Nieto (2012-2018), motivado multitudinarias manifestaciones en el país y reclamos desde el exterior, incluida la ONU y Estados Unidos.
El fiscal general mexicano, Jesús Murillo Karam, se reunió la mañana del viernes en la región de Guerrero (sur) con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos desde septiembre y les entregó 'información delicada', según un abogado de las víctimas.
'Es información delicada que tenemos', se limitó a decir Vidulfo Rosales, abogado de las familias, que emplazó a una conferencia de prensa en la tarde del viernes en Guerrero.
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El fiscal general también convocó a los medios a las 14:00 locales en Ciudad de México.
El encuentro entre Murillo Karam y las familias se celebró a puerta cerrada en el aeropuerto de Chilpancingo, capital de Guerrero, y se prolongó por aproximadamente una hora.
México se mantiene en vilo por conocer la suerte de los 43 estudiantes que desaparecieron la noche del 26 de septiembre en medio de ataques de la policía de la ciudad de Iguala (Guerrero) y sicarios del cártel narcotraficante Guerreros Unidos, que también dejaron seis muertos.
 Los familiares de los desaparecidos fueron escoltados por la policía hasta un hangar, donde los esperaba el fiscal general de México para darles delicadas noticias sobre los estudiantes.
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La fiscalía cree que policías corruptos de Iguala entregaron después a los 43 jóvenes a sicarios de Guerreros Unidos y, por declaraciones de algunos de los 59 detenidos, teme que los estudiantes fueron asesinados y enterrados, pero ha recalcado que no dará crédito a esta versión hasta encontrar a los jóvenes.
Tras la detención el martes del entonces alcalde de Iguala, acusado de ser autor intelectual del crimen, Murillo Karam dijo a medios esperar que 'en pocos próximos días podamos darles una información mayor y más profunda' sobre el caso.
Las desapariciones han causado la peor crisis de la presidencia de Peña Nieto (2012-2018), motivado multitudinarias manifestaciones en el país y reclamos desde el exterior, incluida la ONU y Estados Unidos.
