“Hay un 59% de posibilidades de que sea condenado”: Juan Ramón Martínez

Juan Ramón Martínez, analista político, abogado e historiador, cree que el juicio contra el expresidente Juan O. Hernández puede llegar a tocar el sistema de seguridad de los Estados Unidos.

Foto: LP

Martínez vaticinó que la temática del juicio será interesante. “Van a tener muchas sorpresas, no va a ser fácil”, dijo.

mar 6 de febrero de 2024

Tegucigalpa

Con sus peculiares anécdotas y parábolas, el analista político Juan Ramón Martínez concedió una entrevista a LA PRENSA Premium en la que expuso diversas perspectivas sobre el proceso judicial del expresidente Juan Orlando Hernández, acusado de narcotráfico en Estados Unidos.

Martínez compartió su visión sobre las posibles probabilidades del juicio y cuestionó la credibilidad de testimonios que involucran a narcotraficantes hondureños. A continuación la entrevista.

¿Cuáles son sus valoraciones sobre todo el proceso judicial del expresidente Juan Orlando Hernández?

Bueno, yo creo que la primera valoración es la singularidad del acontecimiento porque es primera vez en la historia de Honduras que un expresidente de la república es hecho prisionero y llevado en extradición a los Estados Unidos. Además, yo creo que en ningún momento antes había sido confrontado y cuestionado el sistema jurídico nacional, porque es una descalificación del sistema judicial hondureño, ya que de conformidad con el tratado de extradición y el auto acordado por parte de la Corte Suprema de Justicia, el país que presenta la petición para que se ejecute la extradición de la persona señalada no tiene la obligación de acreditar que ha sido sancionado, que ha sido declarado culpable.

Según el panorama, ¿cuál es el posible escenario este juicio?

Como analista político, como observador, yo le diría que de repente podemos avanzar y decir que podría ser que el 59% de posibilidad que sea condenado y el 41% que sea absuelto. Esa es una probabilidad.

¿Qué opina sobre la credibilidad de los testimonios de los narcotraficantes hondureños que salpican al exmandatario?

Ese juicio para mí es un juicio relativamente vulnerable, porque se rinde testimonio en contra de otra persona a cambio de beneficio. Yo, desde mi moral católica cristiana, pongo en duda eso. El jurado va a valorar la prueba y no es cierto, como aquí algunos creen, que la prueba testifical sigue siendo la reina de todas las pruebas, yo creo que la reina de las pruebas allá y aquí es la confesión.

Inicialmente se iba a realizar un mismo juicio para los tres implicados, ¿qué nos podría decir?

De repente hay alguna motivación en el sentido que el juez anticipa que uno de ellos o dos de ellos podrían incriminar a un tercero. Pero yo anticipo que allí, además de eso, hay una dinámica que hay que tomar en consideración y que yo creo que la va a usar la defensa de Juan Orlando Hernández y es que van a presentar su calidad de aliado de una o varias agencias de Estados Unidos. Para ponérselo más sencillo, yo anticipo que de repente, si logran manejar toda la información descalificada, posiblemente van a tener que enfrentar informes y testimonios de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y del Pentágono en contra, de alguna de otras agencias de seguridad de Estados Unidos a favor de él. Este juicio, en esta parte, puede llegar a tocar el sistema de seguridad de los Estados Unidos. Entonces, yo anticipo que esa parte del juicio va a ser muy interesante. Vamos a tener mucho conocimiento de cómo operan esas agencias en el país, cómo hay hondureños a sueldo que trabajan con ellos. Van a tener muchas sorpresas, no va a ser fácil esto.

Y en comparación con el juicio de Tony Hernández, ¿cuáles podrían ser las similitudes y diferencias?

Primero, el parentesco, segundo, la misma actividad delicuencial. Y tercero, la misma naturaleza de la actividad delicuencial en que se usa el poder para que los delincuentes puedan facilitar el traslado de la droga hacia Estados Unidos. En ese sentido, hay mucha similitud, pero la culpabilidad de uno no es matemáticamente la culpabilidad del otro. Es decir, a mí me parece que en esto hay que facilitar que la razón sea la que se imponga antes que las emociones y los sentimientos.

Todo este capítulo, ¿qué enseñanzas debe dejarnos en Honduras?

La primera enseñanza es que los hondureños debemos tener sospecha de la naturaleza delincuencial del gobierno. El gobierno no es de confianza. Cuando nosotros vimos todo esto que están diciendo que ocurrió, y ocurrió en nuestra cara y no nos dimos cuenta, esto significa que el gobierno no es transparente. Segundo, que el gobierno no está manejado de conformidad a protocolos de cumplimiento estricto, de supervisión constante. La conclusión a la que uno tiene que llegar es que el gobierno de Honduras no sirve porque no es transparente. Lo otro es que hay que reconocer que los políticos hondureños no son honrados.

¿Qué debemos esperar los hondureños de este juicio?

Los hondureños no tienen claridad, ni siquiera de lo que quieren que haga Honduras por ellos, para tener una opinión de lo que quieren que haga un jurado de los Estados Unidos. Yo le voy a dar solo mi opinión. Yo espero que se haga justicia, que realmente conozcamos la verdad y que al conocer la verdad, que se deslinde las responsabilidades y que sean señalado los culpables. El pueblo hondureño no tiene que ver esto como una piñata, hay que verlo con el mayor respeto y objetividad.