Tegucigalpa, Honduras.
Los niños y jóvenes hondureños víctimas de las drogas y el alcohol tienen una nueva oportunidad.
Un grupo de hombres y mujeres del Proyecto Victoria se declaró ayer listo para ayudar a esta población a luchar contra cualquier adicción.
La asistencia fue ratificada al inaugurarse una serie de obras en el centro del Proyecto Victoria, en la comunidad de Zepate, Cofradía, Francisco Morazán.
Los trabajos fueron inaugurados por el presidente Juan Orlando Hernández, quien visitó ayer el centro con la primera dama Ana García y el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva. También estuvo el alcalde Nasry Asfura.
Los funcionarios fueron recibidos por el pastor Mario Fumero, encargado del Proyecto Victoria, que también opera en San Pedro Sula.
La visita es parte del 37 aniversario del programa que atiende a decenas de jóvenes que deciden dejar el mundo de las drogas y el alcohol. “Quiero decirles que ustedes son un grupo selecto y especial de hondureños que han tenido la oportunidad de encontrarse con toda una institución y mística de cariño por el ser humano”, sostuvo Hernández.
“Estamos aquí para decir a todas las organizaciones que trabajan en prevención que el recurso de la tasa de seguridad y de la Oficina Administradora de Bienes Incautados es para prevenir y para que trabajemos juntos”.
Los niños y jóvenes hondureños víctimas de las drogas y el alcohol tienen una nueva oportunidad.
Un grupo de hombres y mujeres del Proyecto Victoria se declaró ayer listo para ayudar a esta población a luchar contra cualquier adicción.
La asistencia fue ratificada al inaugurarse una serie de obras en el centro del Proyecto Victoria, en la comunidad de Zepate, Cofradía, Francisco Morazán.
Los trabajos fueron inaugurados por el presidente Juan Orlando Hernández, quien visitó ayer el centro con la primera dama Ana García y el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva. También estuvo el alcalde Nasry Asfura.
Los funcionarios fueron recibidos por el pastor Mario Fumero, encargado del Proyecto Victoria, que también opera en San Pedro Sula.
La visita es parte del 37 aniversario del programa que atiende a decenas de jóvenes que deciden dejar el mundo de las drogas y el alcohol. “Quiero decirles que ustedes son un grupo selecto y especial de hondureños que han tenido la oportunidad de encontrarse con toda una institución y mística de cariño por el ser humano”, sostuvo Hernández.
“Estamos aquí para decir a todas las organizaciones que trabajan en prevención que el recurso de la tasa de seguridad y de la Oficina Administradora de Bienes Incautados es para prevenir y para que trabajemos juntos”.
