Para que la población se sienta más tranquila y que grafitis de pandillas no den mala imagen en escuelas y otros edificios públicos, la Policía Nacional se ha dado a la tarea de borrarlos y pintarlos con colores atractivos.
La labor es coordinada por la oficial Karen Baquedano, quien junto a sus agentes y vecinos de lugares donde en su momento hubo presencia de ese tipo de grupos, realizan esa actividad.
Uno de esos centros educativos fue el del barrio Gracias a Dios cuyas paredes estaban manchadas con insignias de antisociales, dando un mal aspecto al establecimiento.
“El objetivo de nosotros es trabajar de la mano con la comunidad, ellos nos exponen sus necesidades y en algunas ocasiones los problemas, y ponemos de nuestra parte para que de manera conjunta los podamos solventar y que la tranquilidad reine en esos sectores”.
Baquedano indicó que gracias a ese tipo de actividades comunitarias han logrado que padres de familia y maestros mantengan permanente comunicación con la jefatura municipal de la Policía. Con ello han logrado reducir los índices de delincuencia. El vecino Luis Reina manifestó que gracias a la presencia de los uniformados los robos a personas y muertes se han reducido en Santa Rita.
Similares acciones realizan otras postas policiales en los 11 municipios de Yoro.
