SAN PEDRO SULA.
El aumento de los niveles del colesterol LDL o malo y triglicéridos, y tener un bajo nivel del colesterol HDL o bueno pueden afectar de forma severa su salud cardiovascular, puede padecer de una ateroesclerosis.
Y si es un paciente diabético e hipertenso que no controla su enfermedad tiene mayor riesgo de sufrir de este problema.
Esta enfermedad produce unas altas concentraciones de colesterol en las paredes de las arterias del corazón, comenta José Alfredo Merino, cardiólogo, de México.
Las mujeres en la adultez joven tienen menos riesgo de sufrir de este problema, ya que ellas producen estrógeno, la hormona sexual femenina que tiene una actividad protectora contra los niveles de colesterol.
Siendo los hombres que más pueden padecerla antes de los 50 años. Los hombres, al no tener esta hormona, es común que registren más presencia de esta sustancia grasa y, por tanto, aumenta en ellos el riesgo de un infarto
A medida que envejecen, este problema es igual entre ellos.
óptimos.
El especialista subraya que es importante no “satanizar” el colesterol porque el cuerpo lo necesita para funcionar adecuadamente, pero sugiere no olvidar que en exceso puede aumentar la probabilidad de padecer una enfermedad cardiaca o accidentes cerebrovasculares.
Para empezar a controlar su colesterol, la endocrinóloga María Concepción Aguilera, recomienda realizarse un perfil lipídico.
Los niveles de lípidos en la sangre pueden indicar el riesgo de una persona a tener una enfermedad cardiaca.
Los adolescentes, los adultos y las personas de la tercera edad deben hacerse su perfil de lípidos.
Problema.
La nutricionista Consuelo Pardo indica que Si el examen de laboratorio clínico le indica que tiene colesterol y triglicéridos por encima del nivel normal (lípidemia), debe de inmediato acudir al médico especialista y tratante para que en conjunto con el nutricionista le ayude a reducir el valor y controlarlo para que no continúe elevándose.
El tenerlos altos coloca al sistema circulatorio a que se tapone las venas y arterias por engrosamiento y esto lleva a problemas graves, asegura la experta.
Pardo detalla que con un manejo adecuado en la alimentación y el hacer actividad física regular indicada adecuadamente se logra controlar estos valores de grasa en la sangre. Y en algunos casos es importante medicar al paciente.
Consejos sanos
Eliminar el salero de la mesa. Pruebe primero y si desea mayor sabor experimente con cilantro, cebolla, orégano, jugo de limón, entre otros.
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 Disminuya el uso de sal, intente usar hierbas, especias y frutas para sazonar.
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Busque el sabor dulce agradable en los endulzantes no calóricos, sugiere la nutricionista Consuelo Pardo.
 Consuma entre 4 y 6 porciones al día de frutas, verduras y cereales integrales.
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Al realizar preparaciones fritas utilice aceites vegetales, y de acuerdo al alimento. Revise bien la temperatura del aceite y el tiempo de preparación. Limite el consumo de grasas totales, las que son fuentes de origen animal, que son ricas en grasa saturada.
 Use el adecuado método de fritura para no dejar que se empape el alimento de grasa. Puede usar las grasas naturales.
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En el momento de comer, realícelo despacio, mastique bien, y en ambiente tranquilo, sin angustia y sí buscando el placer y la tranquilidad que le ofrece alimentar el corazón con afecto, esto le hará feliz, indica la especialista.
 No olvide realizar 30 minutos de ejercicio diario, esto le ayudará a bajar los niveles del colesterol LDL o malo y los triglicéridos.
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Promotores de los infartos
La mástger en nutrición clínica, Norma Coello conmenta que las dislipidemias son alteraciones en la concentración de grasa en la sangre. (colesterol total, colesterol de alta densidad (HDL), colesterol de baja densidad (LDL) y triglicéridos.
Las dislipidemias pueden ser hereditarias, o causadas por una mala alimentación (rica en grasas), sobre peso u obesidad y por sedentarismo.
Las dislipidemias se encuentran entre los factores causantes de infarto del miocardio. Cuando existe una acumulación anormal de lípidos o grasa en la sangre, puede desencadenarse en un infarto agudo. Las grasas van formando placas que hacen las arterias mas estrechas y esto puede producir infarto.
El exceso de grasa en la sangre va formando placas que pueden resultar en un infarto de miocardio.
Cambios.
Lo primordial es cambiar la dieta inmediatamente. El colesterol es resultado de la grasa animal: cerdo, res, pollo, pescado, y derivados como leche, quesos, yogurt. Se recomienda cambiar la proteína animal por proteína vegetal hasta que los niveles de normalicen. (Comer mas frijoles, lentejas y garbanzos). El ejercicio es fundamental y si los niveles están muy altos, el médico probablemente recomendará estatinas para bajarlos.
Sépalo
1. La mayor parte del colesterol lo produce el hígado, pero otra proviene de la dieta diaria. Si consume alimentos con mucha grasa, está incrementando sus niveles de colesterol, esto puede hacer que aumente de peso y llegar a sufrir de ateroesclerosis.
 2. Para el colesterol LDL o “malo” se recomiendan valores menores a 130 mg/dl, el colesterol HDL o “bueno” entre 60 y 80 mg/dl; triglicéridos, valores menores a 140 mg/dl y el colesterol total debe estar en menos de 180 mg/dl.
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4. Consuma vegetales verdes. Incluya en su dieta el consumo de pescado fresco tres veces por semana. Consuma aceite de oliva natural, lo puede agregar a sus ensaladas. Cocine los alimentos con aceite de bajo contenido en grasa o puede hacerlos al horno o a la plancha.
5. Haga ejercicio diario por lo menos 30 minutos al día, ya sea caminar, correr, andar en bicicleta, nadar o bailar. En el trabajo y en la casa evite estar mucho tiempo sentado, levántese cada hora y dé un pequeño recorrido de cinco minutos y evitará el sedentarismo.
