Director de escuela es acribillado por alumno a quien había castigado
Un adolescente de 17 años mató a tiros al hombre dentro de su despacho.
- 16 mayo 2024 /
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El asesinato a tiros del director de un colegio en Estambul, Ibrahim Okutgan, de 74 años, a manos de un alumno de 17 años, ha conmocionado a Turquía y ha desatado una ola de protestas y huelgas docentes en todo el país.
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El crimen, perpetrado el 8 de mayo dentro de un colegio privado, ha dejado perpleja a la nación. El propio agresor grabó el momento en que disparó al menos cinco veces a la víctima en su despacho. Hasta la fecha, la policía no ha realizado ningún arresto en relación con el caso.
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El hecho de que el alumno agresor fuera de origen iraquí ha avivado tensiones en las redes sociales, donde algunos nacionalistas han relacionado el crimen con el aumento de la violencia en las escuelas debido a la presencia de más de un millón de alumnos refugiados, la mayoría sirios, en los colegios turcos.
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Este trágico suceso se produce pocos días después de otro acto de violencia escolar en Ankara, donde un estudiante de 17 años hirió al vicedirector de su colegio clavándole un puñal en la pierna, luego de que éste informara a sus padres sobre el comportamiento del chico.
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En respuesta a estos eventos, numerosas escuelas de Turquía se han sumado a una huelga de docentes contra el aumento de la violencia en los centros educativos. Siete sindicatos de la enseñanza han convocado el paro laboral, que ha tenido un amplio seguimiento en todo el país.
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Marchas y manifestaciones de protesta tuvieron lugar en numerosas provincias, mientras que el seguimiento de la huelga ha sido descrito como “masivo” por Ayse Urkaya, directiva del sindicato de la enseñanza Anadolu.
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Según Urkaya, el asesinato de Okutgan ha sido el punto de quiebre que ha destapado la violencia creciente en las escuelas turcas, sumada a las difíciles condiciones laborales y los bajos salarios de los docentes. Una declaración conjunta de tres de los sindicatos convocantes acusa al Ministerio de Educación de contribuir a un ambiente más violento al “desprestigiar” y “pisotear” la labor del maestro, aumentando la carga de trabajo sin adoptar medidas efectivas para solucionar y mitigar conflictos sociales en las escuelas.