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Derrumbes siguen golpeando a miles de santabarbarenses
Pobladores temen ir a fincas de café por la amenaza de deslizamientos, mientras otros no pueden sacar sus cosechas porque las vías están bloqueadas por tierra y lodo.
- 1 / 8En su afán por salvar la cosecha de café de su pequeña finca, Jesús Lara y un grupo de hombres trataban de habilitar un paso en la comunidad de El Zapote en una montaña del municipio de Gualala, pero un derrumbe que destruyó unas diez casas se lo impedía. “Lo que necesitamos es una retroexcavadora, porque sacamos la tierra, pero el deslave es constante y nos vuelve aterrar el paso”, dijo Lara, quien ha pedido ayuda a instituciones de productores de café, pero aún no les han dado respuesta.
En aldea El Zapote, de Gualala, hay casas destruidas y no hay acceso a fincas de café por el daño en las calles. Los habitantes piden ayuda. Fotos: Amílcar Izaguirre. - 2 / 8Luego del valle de Sula, el departamento de Santa Bárbara es la zona más golpeada por las tormentas Eta y Iota. Un informe de recuento de daños establece que 8,264 viviendas fueron impactadas por ríos, quebradas y derrumbes, resultando 2,835 destruidas y 5,429 dañadas.Además, 14,000 manzanas de cultivos se perdieron y los 28 municipios del departamento quedaron sufriendo problemas de luz y agua.
Calle a El Dorado - 3 / 8La aldea de El Zapote era una de las incomunicadas desde las tormentas tropicales Eta y Iota, y días después sigue igual, pues lo caminos son intransitables.
Los productores de café aseguran que hay cientos de manzanas que están en peligro y el grano de café se está perdiendo porque no pueden llegar a pie ni en vehículos a las fincas.
Zapote Injerto. - 4 / 8Familias enteras sufren, pues sus casas fueron destruidas y otras que están cerca de donde ocurrieron los deslizamientos de tierra, corren peligro de caerse, por lo que tuvieron que desalojarlas. Los habitantes de la cabecera departamental de Santa Bárbara llegan a Gualala a abastecerse de agua, pues no tienen en la ciudad, y esas mismas tuberías son utilizadas para las pilas en donde crían tilapias, de las cuales muchas fueron destruidas por las aguas de una quebrada.
Paso a Zapote Injerto. - 5 / 8En las montañas cerca de Gualala también se encuentran aldeas, como Zapote Injerto, que pertenece al municipio de Santa Bárbara, en ese lugar fueron destruidas por los derrumbes unas 20 casas y otras están en peligro por su ubicación. Esta comunidad es una de las más impactadas por las tormentas, pues, además de los destrozos, quedaron incomunicadas varias semanas y no tienen agua potable ni energía eléctrica.
Protección, Santa Bárbara. - 6 / 8Carmen Alicia Enamorado es una de las madres que perdió su casa en Zapote Injerto y ahora con sus dos hijos y su esposo están albergados en una escuela de la comunidad de El Dorado.
En ese albergue hay otras mujeres que manifestaron que no tienen para donde irse y sin casa no saben por cuánto tiempo les darán alojamiento en ese lugar. “Mi esposo anda cortando café, y nosotros en la escuela adaptamos lugares para cocinar”, dijo Enamorado mientras les daba de comer a sus dos hijos pequeños. Otras dijeron ser madres solteras que viven de los cortes de café, pero ahora les da miedo ir a las fincas, porque están en zonas de derrumbes.
20 casas destruidas.
- 7 / 8En Zapote Injerto quedaron viviendas que penden de un hilo para ser tragadas por los derrumbes y otras que están en los alrededores están vacías.Lucio Rodríguez, otro de los pobladores albergado en la escuela de El Dorado, camina unos 20 minutos para ir a ver su casa en el Zapote Injerto, la cual está en la zona del derrumbe y sabe que no puede regresar a habitarla.
“No sabemos qué harán con nosotros, es lo único que tenemos en esta zona, sigo haciendo unos trabajos, pero es difícil no tener donde vivir”, expresó.Estando en la zona de derrumbe, periodistas de LA PRENSA se encontraron con un grupo de habitantes que venían de otra aldea de traer una provisión de comida que daban personas solidarias, pero solo eran 19 raciones y muchos regresaron con sus manos vacías.
Los pobladores deben caminar, porque después de Zapote Injerto no hay paso por la cantidad de tierra que aún hay en la calle y que sigue amenazando la comunidad.
Desolación.
- 8 / 8Maquinaria trabajando. Otra de las aldeas aledañas es Plancitos de Suyapa, donde muchas casas fueron inundadas, pero el agua ya bajó y ahora están en la limpieza y han comenzado a trabajar en cortes de café, ya que dicen que de eso sobreviven.
A los largo de la calles que conducen a las aldeas afectadas de Gualala y Santa Bárbara hay muchos derrumbes donde en su mayoría hay maquinaria en algunos casos de cafetaleros que están apoyando así como de la Municipalidad, pues quieren que todos los tramos estén habilitados.