El hallyu no es más que la consolidación de dramas televisivos, películas, kpop, celebridades o idols, gastronomía, maquillaje entre otros aspectos que han aumentado su consumo a nivel global. Una ola que ha brincado océanos y ha tocado los más alejados rincones del planeta, incluso en aquellas naciones en donde se han puesto barreras a lo ajeno, como en Corea del Norte.