La cantante Kylie Minogue ha vuelto a poner de manifiesto la importancia que le otorga a la más absoluta profesionalidad en el marco de su carrera musical.
Tanto es así, que la estrella del pop ha revelado ahora que tuvo que despedir de manera fulminante a su propia madre, quien trabajaba en el departamento de vestuario de sus primeras giras, por no ser lo suficientemente rápida a la hora de desempeñar su labor.
La diva australiana ha explicado que su progenitora, Carol Jones, se encargaba junto a otros estilistas de ayudarle a cambiarse de atuendo en esos brevísimos períodos de tiempo en los que la intérprete desaparecía del escenario.
Se trata de unos pequeños parones que la propia Kylie ha querido comparar con el paso de los bólidos de Fórmula Uno por los boxes de sus equipos, que obliga a los mecánicos a realizar su labor en cuestión de segundos.
“En un momento dado del concierto, hay que hacer un cambio rapidísimo de ropa: es como una parada en boxes para los coches de Fórmula 1. Cada segundo cuenta, no hay tiempo que perder”, ha revelado la afamada artista a su paso por el programa de Jonathan Ross, que se emite semanalmente en la cadena británica ITV.
Tras percatarse de que su madre no era capaz de seguir tan frenético ritmo de trabajo, Kylie no dudó demasiado a la hora de prescindir de sus servicios.
“Llegó hasta tal punto, que pensé: ‘Venga, hay que sacarla de aquí’. Y le dije: ‘¡Mamá, no puedo perder ni cinco segundos, fuera!’. Creo que mi madre ni siquiera recibía dinero por ello. Quizá habría acabado ganándose un sueldo si no la hubiera despedido”, ha señalado entre risas pero exhibiendo un puntito de arrepentimiento.
