San Pedro Sula, Honduras.
Restan 33 días para que Honduras y Guatemala terminen de elaborar el “Plan de Implementación de la Unión Aduanera”, un documento que pretende identificar cuáles son los aspectos esenciales que ambas partes unificarán.
Este proceso requiere la conjugación de reformas jurídicas en materia de aduanas, tributos internos, medidas sanitarias, migración, aranceles y fondo estructural; estas últimas buscan la sostenibilidad económica.
El mes pasado trascendió que el azúcar y el café quedarán fuera de las negociaciones, así como algunas bebidas gaseosas y combustibles, que mantendrán sus aranceles.
“Debe existir una armonización tributaria y eso quiere decir que entre los dos países habrá el mismo impuesto sobre la renta (ISR), un mismo código tributario y una nueva tarifa de seguridad social”, refiere Jorge Yllescas, exdirector de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
El experto asegura que aún no le queda claro si el proceso se trata de una unión aduanera o una administración aduanera, en la que se controla la entrada, estancia y salida de mercancías en un territorio.
Proceso
“Estamos dando el primer paso hacia una dirección que representa un avance significativo en términos de potenciar nuestras capacidades competitivas entre ambos países”, explica Alden Rivera, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico.
En función de crear un territorio único aduanero es preciso definir, además, los esquemas de la libre circulación de personas, bienes y servicios. Después de presentar el plan de implementación, ambas naciones se alistarán para establecer puestos integrados entre las fronteras de Agua Caliente y El Florido el primero de junio.
Las autoridades proyectan que para el primero de diciembre de este año entrará en vigencia la unión aduanera bilateral, como una iniciativa para promover las inversiones y más oportunidades.
Restan 33 días para que Honduras y Guatemala terminen de elaborar el “Plan de Implementación de la Unión Aduanera”, un documento que pretende identificar cuáles son los aspectos esenciales que ambas partes unificarán.
Este proceso requiere la conjugación de reformas jurídicas en materia de aduanas, tributos internos, medidas sanitarias, migración, aranceles y fondo estructural; estas últimas buscan la sostenibilidad económica.
El mes pasado trascendió que el azúcar y el café quedarán fuera de las negociaciones, así como algunas bebidas gaseosas y combustibles, que mantendrán sus aranceles.
“Debe existir una armonización tributaria y eso quiere decir que entre los dos países habrá el mismo impuesto sobre la renta (ISR), un mismo código tributario y una nueva tarifa de seguridad social”, refiere Jorge Yllescas, exdirector de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
El experto asegura que aún no le queda claro si el proceso se trata de una unión aduanera o una administración aduanera, en la que se controla la entrada, estancia y salida de mercancías en un territorio.
Proceso
“Estamos dando el primer paso hacia una dirección que representa un avance significativo en términos de potenciar nuestras capacidades competitivas entre ambos países”, explica Alden Rivera, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico.
En función de crear un territorio único aduanero es preciso definir, además, los esquemas de la libre circulación de personas, bienes y servicios. Después de presentar el plan de implementación, ambas naciones se alistarán para establecer puestos integrados entre las fronteras de Agua Caliente y El Florido el primero de junio.
Las autoridades proyectan que para el primero de diciembre de este año entrará en vigencia la unión aduanera bilateral, como una iniciativa para promover las inversiones y más oportunidades.
