San Pedro Sula, Honduras.
El promedio del salario mínimo en Estados Unidos es de $7.25 la hora y apenas en dos estados es de $15 por hora.
Los dos candidatos a la Presidencia de la primera potencia del mundo proponen diferentes formas de aumentar el salario estatal.
“Donald Trump está entre quienes creen que hay que dejar los salarios en manos del mercado, y Hillary Clinton está a favor de la equidad”, indica Manuel Orozco, integrante sénior del grupo Diálogo Interamericano.
A su criterio, el efecto de este debate laboral hacia los inmigrantes es importante por tres grandes razones.
Primero, un cambio en el aumento al salario mínimo aumentará la demanda de trabajadores migrantes, debido a que estos perciben ingresos menores al promedio nacional y por ende serían mas apetecidos por microempresas que no podrían cubrir sus gastos laborales.
Segundo, estos cambios beneficiarían a algunos trabajadores cuyas ocupaciones se ubican en las posibles categorías laborales.
Tercero, el debate sobre salarios mínimos resalta las condiciones labores de muchos trabajadores, como aquellos que están en construcción y, en particular, las mujeres que se desempeñan como trabajadoras domésticas.
“En Estados Unidos, un tercio de las mujeres trabajan en varias actividades relacionadas con trabajo doméstico, como limpieza, cuido de niños y ancianos. Sus salarios son bajos y carecen de derechos laborales”, asegura Orozco.
Se calcula que en EUA viven alrededor de 1.2 millones, entre residentes, ciudadanos e indocumentados, mismos que enviaron hasta octubre de este año $3,225.6 millones, un aumento de 5.9% en comparación con el mismo lapso del año pasado, indican los reportes del BCH.
El promedio del salario mínimo en Estados Unidos es de $7.25 la hora y apenas en dos estados es de $15 por hora.
Los dos candidatos a la Presidencia de la primera potencia del mundo proponen diferentes formas de aumentar el salario estatal.
“Donald Trump está entre quienes creen que hay que dejar los salarios en manos del mercado, y Hillary Clinton está a favor de la equidad”, indica Manuel Orozco, integrante sénior del grupo Diálogo Interamericano.
A su criterio, el efecto de este debate laboral hacia los inmigrantes es importante por tres grandes razones.
Primero, un cambio en el aumento al salario mínimo aumentará la demanda de trabajadores migrantes, debido a que estos perciben ingresos menores al promedio nacional y por ende serían mas apetecidos por microempresas que no podrían cubrir sus gastos laborales.
Segundo, estos cambios beneficiarían a algunos trabajadores cuyas ocupaciones se ubican en las posibles categorías laborales.
Tercero, el debate sobre salarios mínimos resalta las condiciones labores de muchos trabajadores, como aquellos que están en construcción y, en particular, las mujeres que se desempeñan como trabajadoras domésticas.
“En Estados Unidos, un tercio de las mujeres trabajan en varias actividades relacionadas con trabajo doméstico, como limpieza, cuido de niños y ancianos. Sus salarios son bajos y carecen de derechos laborales”, asegura Orozco.
Se calcula que en EUA viven alrededor de 1.2 millones, entre residentes, ciudadanos e indocumentados, mismos que enviaron hasta octubre de este año $3,225.6 millones, un aumento de 5.9% en comparación con el mismo lapso del año pasado, indican los reportes del BCH.
