Berlín.
Los elefantes son animales en peligro de extinción. Hace unos días se celebró el Día Mundial del Elefante, una fecha creada recordarnos que estos enormes mamíferos podrían desaparecer de la faz de la Tierra si no se les protege mejor.
Se calcula que en África cazadores furtivos (ilegales) matan todos los días a hasta 100 elefantes para vender sus colmillos, con los que luego se fabrican piezas y joyas de marfil.
Actualmente quedan tan sólo 500,000 elefantes africanos, en comparación con los 1,3 millones que había en 1979. Y también el número de elefantes asiáticos, la segunda especie que todavía existe, ha disminuido de forma alarmante: Si en 1950 había unos 160.000, hoy ya sólo quedan unos 40.000.
Lo triste es que mientras menos elefantes haya, más valioso se vuelve el marfil en el mercado negro, por lo que el afán de los cazadores furtivos por matarlos aumenta.
Las organizaciones de protección de animales salvajes consideran que la única solución es crear más áreas protegidas para los elefantes, como pueden ser parques nacionales, y castigar con dureza la venta de marfil.
Los elefantes son animales en peligro de extinción. Hace unos días se celebró el Día Mundial del Elefante, una fecha creada recordarnos que estos enormes mamíferos podrían desaparecer de la faz de la Tierra si no se les protege mejor.
Se calcula que en África cazadores furtivos (ilegales) matan todos los días a hasta 100 elefantes para vender sus colmillos, con los que luego se fabrican piezas y joyas de marfil.
Actualmente quedan tan sólo 500,000 elefantes africanos, en comparación con los 1,3 millones que había en 1979. Y también el número de elefantes asiáticos, la segunda especie que todavía existe, ha disminuido de forma alarmante: Si en 1950 había unos 160.000, hoy ya sólo quedan unos 40.000.
Lo triste es que mientras menos elefantes haya, más valioso se vuelve el marfil en el mercado negro, por lo que el afán de los cazadores furtivos por matarlos aumenta.
Las organizaciones de protección de animales salvajes consideran que la única solución es crear más áreas protegidas para los elefantes, como pueden ser parques nacionales, y castigar con dureza la venta de marfil.