El Salvador: 66,000 pandilleros hay tras las rejas

EL SALVADOR

Cercos permanentes de militares en colonias que eran dominadas por pandillas, allanamientos a viviendas durante el día y la noche, revisión de personas en las calles, policías dentro de los buses y terminales de transportecustodiadas por militares son parte ahora del ambiente que viven los salvadoreños.

Puede leer: Regístrese aquí para acceder a LA PRENSA Premium

Las estrategias tomadas por el gobierno de El Salvador han sido posibles por el régimen de excepción aprobado desde el 24 de marzo de 2022 y que hasta la fecha ha sido ampliado en doce ocasiones.

El régimen de excepción en El Salvador permite ahora a las autoridades ingresar a las propiedades privadas sin orden de un juez, intervenir las comunicaciones y limita la libertad de asociación.

El equipo de LA PRENSA Premium se internó en las ciudades de El Salvador que tenían alta incidencia de pandillas e hizo recorridos por barrios y colonias, donde sus habitantes no podían circular e incluso no les era permitido cruzar de una calle a otra que dividía dos barrios controlados por grupos diferentes.

Se hizo un recorrido de una hora por la carretera desde El Amatillo hasta San Miguel, considerada una de las zonas salvadoreñas afectadas en gran escala durante años por los mareros, la cual tenía una alta incidencia de homicidios y extorsiones.

Tras ingresar a la zona comercial, se observan despliegues de militares y policías caminando entre la gente cerca del parque y los mercados.

De pronto la gente se para y observa cómo un grupo de cinco militares comienzan a revisar a tres jóvenes que son llevados frente a la pared de un negocio en una calle transitada de vehículos y personas.

Algunos de los empleados de otros locales observan sin salir de sus establecimientos y los conductores miran sin parar su marcha.Dos de los uniformados levantan las camisas de los muchachos, así como la parte de abajo de los pantalones en busca de tatuajes.

Otro miembro del equipo se encarga de solicitarle su cédula de identidad mientras dicta el nombre y el número al otro militar que con un celular asignado llama a un centro de monitoreo que se encarga de buscar en un archivo si las personas requeridas tienen algún antecedente o están fichados como miembros de alguna organización criminal.

Mientras hacen su trabajo, el fotógrafo de LA PRENSA Premium captura las imágenes, pero uno de los militares pide de inmediato que se identifique y pregunta el motivo para estar en la zona al equipo periodístico.

“Mire, aquí en el parque andaban los muchachos y muchas veces mataron en pleno día y lo único que hacíamos era correr, ahora nos sentimos más tranquilos”, comentó uno de los ciudadanos que estaba parado en una esquina frente al parque de San Miguel.

Pobladores consultados en Santa Rosa de Lima y San Miguel dicen que han sentido el cambio en la seguridad bajo el régimen de excepción.

En San Miguel, por ejemplo, las colonias Ciudad Pacífica y Pradera eran de las más violentas, pero ahora -indican los pobladores a periodistas- no se han registrado homicidios, las marcas de pandillas en las paredes fueron borradas y sus miembros están capturados o han huido.

La fuerte intervención de agentes del orden continúa en las zonas conflictiva de los municipios de San Salvador, Soyapango, Ilopango, Mexicanos, Apopa, Sonsonate. Además de los patrullajes, las autoridades intervienen colonias en busca de miembros de estructuras criminales , que aún se esconden.

Los primeros meses de entrada en vigencia del régimen de excepción, que deja casi 66,000 detenidos (según cifras del gobierno, que no pueden contrastarse), los operativos eran masivos.

En la actualidad, lo hacen por zonas donde ya tienen personas perfiladas y afirman que solo las capturan y se las llevan para ser investigadas.

Para ese objetivo, las autoridades aseguran que la denuncia de la gente ha sido vital, pues reportan a sospechosos que aún han quedado en algunos sectores.

Sin embargo, las estrictas medidas utilizadas no son bien vistas por grupos de derechos humanos, que afirman que hay violaciones, pues los capturados pasan en condiciones inhumanas y no tienen derecho ni a ser visitados por sus familias ni por apoderados legales. Incluso, pasan meses detenidos sin tener un debido proceso legal, según señalan miembros de DD HH.

En las calles es común ver grupos de madres que piden la liberación de sus hijos, otras los tienen como desaparecidos en hechos que ocurrieron antes y después de la entrada en vigencia del régimen de excepción.

Aunque no pertenece al patronato de su colonia, María del Carmen expresó que después de los operativos de búsqueda y captura se ha dedicado a trabajar en el ornamento con siembras de plantas y otros pequeñas obras de aseo con el apoyo de la municipalidad.

“Ahorita estamos seguros, podemos andar en la calle a cualquier hora, porque están los militares, pero no sabemos si el otro año que hay elecciones esto cambiará y eso nos preocupa”, manifestó.

Mientras llegan esas elecciones, los salvadoreños gozan de la seguridad que les transmiten los patrullajes y trabajan sin la incertidumbre de que verán un asesinato o serán visitados por pandilleros por el cobro de renta.