¿Qué es el Síndrome de Takotsubo o del corazón roto y qué relación tiene con el estrés?
La respuesta del ser humano frente a los retos de la vida diaria no pueden resolverse con una pastilla, ni con “magia”, se requiere cultivar la esfera espiritual, la inteligencia emocional, la autoestima, y el apoyo profesional, aconseja cardiólogo Gustavo Moncada
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Las personas con síndrome del corazón roto pueden tener dolor arrepentido en el pecho o pensar que están teniendo un ataque cardíaco y lo desencadena el estrés.
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El estrés es el desencadenante de muchísimas enfermedades físicas y emocionales, es por esa razón que llevar una vida más tranquila y organizada puede ayudar.
“No somos máquinas sino seres humanos con necesidades reales. Es imprescindible reconocer nuestros límites y evitar colapsar”, aconsejó el cardiólogo intervencionista Gustavo Moncada en una entrevista con LA PRENSA Premium en el marco de la campaña MENTE SANA del Diario Líder.
¿Qué es el estrés y a quiénes afecta más?
Habitualmente se denomina estrés a un estado emocional alterado, caracterizado por sentimientos de inquietud o angustia frente a situaciones del presente, generadores de incertidumbre e inseguridad.
¿Cuáles son los efectos del estrés en la salud y cuáles son las enfermedades más comunes que provoca?
Desde tiempos pretéritos, los filósofos griegos postularon la indivisibilidad del cuerpo y la mente “Mente sana, cuerpo sano” lo contrario también es cierto, de tal manera que, el bienestar mocional se ve afectado por la existencia de cualquier enfermedad. Y si el bienestar emocional está perturbado, esto puede manifestarse en malestar físico (somatización).
Existe una constelación de manifestaciones físicas o somáticas vinculadas al estrés, pudiendo afectar casi cualquier órgano o sistema. Algunos comunes son sensación de opresión en elpecho y la percepción subjetiva de dificultad para respirar (disnea). Trastornos del sistema digestivo como diarrea o estreñimiento, nauseas e incluso vómitos. Trastornos cutáneos (prurito o picazón). Y también pueden desencadenar episodios agudos de asma bronquial, colon irritable, gastritis, etc.
¿Cuáles son algunas de las causas de estrés?
Las causas del estrés son múltiples, ciertamente cualquier cosa puede causar estrés. Sin embargo, las causas habituales son problemas económicos, problemas de convivencia familiar, problemas de salud, problemas laborales, e inseguridad.
¿Puede el estrés derivar en problemas o ataques cardíacos?Afirmativo. El corazón es uno de los órganos de choque que con mayor frecuencia suelen ser afectados. De allí la enorme aura de romanticismo en torno al corazón.
Para ejemplificar uno de los extremos de esta situación, en la actualidad se reconoce una condición médica llamada Síndrome de Takotsubo o del corazón roto, en el cual, el corazón puede experimentar una alteración muy similar a la de un infarto agudo del miocardio, pero de carácter transitorio, y que requiere de la experticia del cardiólogo. También, el estrés puede desencadenar crisis de hipertensión arterial, episodios de angina de pecho, y arritmias cardiacas entre otras condiciones.
¿La presión arterial también se ve afectada por el estrés?
Ciertamente la presión arterial es grandemente influenciada por el estado emocional. El estrés es una de las causas más frecuentes de crisis hipertensivas. Por lo tanto, tanto el paciente como el médico tratante deben tener en consideración esta situación, ya que posiblemente el paciente no requiera modificaciones al tratamiento, sino abordar las causas del estrés de manera pronta e inteligente.
¿La adrenalina y el cortisol, como mantener esas hormonas equilibradas para que no impacte nuestra salud?
Estas hormonas son mediadores químicos naturales de los seres humanos y de los animales. Su actividad no puede ser controlada de manera consciente o voluntaria, sino automática, en respuesta a las diferentes situaciones de emergencia o estrés físico o emocional que se presentan.
Están diseñadas para ayudar a la auto preservación propia y de la especie. Entre más grande sea el estímulo recibido por el ser humano, mayor será la producción de estas hormonas por parte de las glándulas suprarrenales y el sistema nervioso central.
¿Cómo podemos controlar el estrés?
Para la mayoría de las personas pareciera imposible de lograr, pero no lo es. Se trata de adaptar una correcta actitud frente a nosotros mismos y las diferentes situaciones de la vida diaria que aparecen frente a todos.
Obviamente, no es un proceso igual para todo el mundo, pues existen factores diferenciadores como el carácter y personalidad, la educación, la red social a la que se pertenece, las expectativas y metas de vida, las experiencias vividas, en fin....Pero, es claro que la respuesta del ser humano frente a los retos de la vida diaria no pueden resolverse con una pastilla, ni con “magia”, se requiere cultivar la esfera espiritual, la inteligencia emocional, la autoestima, y el apoyo profesional de psicólogos o psiquiatras.
La familia puede ser el aliado principal o uno de los peores enemigos. Grupos de apoyo para terapia grupal o consejeros espirituales, son de alto valor.
¿Es el estrés el mal de los ocupados?
Cuando las personas están ocupadas y concentradas en hacer su trabajo o tareas, no debiera esto ser causa de estrés. Las personas debemos aprender a administrar el tiempo y demás recursos de manera inteligente. Planificar, organizar, gestionar, controlar y ejecutar una agenda atendiendo un orden de prioridades es absolutamente necesario. No somos máquinas sino seres humanos con necesidades reales. Es imprescindible reconocer nuestros límites y evitar colapsar.
Por otra parte, los desocupados podrían estar en riesgo de caer en la depresión, lo cual no es mejor que el estrés. A menudo se suelen confundir los estados de depresión, estrés y ansiedad. Esto es un error.Sin entrar a filosofar, debemos aprender de las experiencias del pasado para evitar cometer los mismos errores, pero no vivir en el pasado, ni arrastrar las cargas de ese tiempo.
Debemos tener sueños y metas que alcanzar en el futuro, pero no estar ansiosos y llenos de incertidumbre, porque ninguno puede asegurarse un destino. Lo que realmente importa es vivir el presente de la mejor manera posible, ocuparnos de hoy, disfrutarlo, seguir aprendiendo y avanzando, no preocuparnos sino ocuparnos en resolver los retos actuales, y con ello estaremos construyendo un posible futuro.Pedir serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que sí puedo, y sabiduría para entender la diferencia.
