Pongan límites a sus hijos, y si cumplen, recompénselos

LA PRENSA dialogó con un doctor en psicología familiar para orientar a las familias que enfrentan el caos. Aconsejó que la prevención es lo más oportuno.

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El experto recomienda construir una estructura de límites en el hogar, que va desde poner horarios para dormir y comer para ser funcionales y productivos.

mar 28 de febrero de 2023

14 min. de lectura

San Pedro Sula

Debido a que muchas de las consecuencias que padecen los niños y adolescentes son responsabilidad de los adultos a su cargo, saber qué hacer cuando hay problemas también se puede aprender.Alguien experto en temas de familia es Pedronel González, doctor en psicología clínica y salud mental, quien además es teólogo.

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Él conoce a diario muchos casos de conductas juveniles y de padres desesperados que no saben cómo actuar y cómo ayudar a sus hijos.El especialista señala que los problemas en casa comienzan porque “la ausencia de límites genera caos”.

Sépalo
  • > El doctor Pedronel también imparte charlas en escuelas para padres en centros educativos, gracias a su amplia experiencia.

Para empezar a tomar decisiones señala que es vital establecer una estructura mínima funcional de límites diarios, en la que se regule la hora de dormir, la de levantarse y hasta las horas de comer, porque si se hace adecuadamente, las personas, es decir, madre, padre e hijos, ganarán por partida doble: van a ser funcionales y productivos.

“Si no tiene esta estructura, qué productiva o qué funcional va a ser una persona que se acostó a las tres o cuatro de la madrugada. No hay manera. Yo le digo a los papás que empiecen por crear esa estructura porque si no sus vidas se volverán un caos, y el caos solo se puede evitar fijando límites, y esos límites tienen que ser firmes”, expuso.

Educando a padres

A manera de cátedra magistral, González, que también es docente universitario, recomendó a los papás leer el libro “Atrévete a disciplinar”, del doctor James Dobson, ya que muchas veces los primeros en necesitar ser disciplinados son los padres.

“Cuando un papá viene a pedir consulta a mi clínica, yo empiezo a trabajar con él porque si el papá o la mamá no tiene sus propios límites, cómo van inculcarlos en sus hijos”.

" Los niños y jóvenes tienen que dejar de estar utilizando tanto los teléfonos celulares, y volver a retomar la ‘tecnología de punta’ que son los lápices. Volver a leer libros. "

También aplica la técnica de la Biblioterapia, que enseña básicamente que permite tres cosas: identificar pensamientos, sentimientos y generar planes de acción. Esto se traduce en proceso para poder cambiar.

“Los papás se excusan en la muletilla de que nadie estudia para ser padre, pero hay buena literatura que nos enseña a cómo ser padres”, aconsejó.

¿Y si ya hay consecuencias?

La combinación entre límites y consecuencias es algo que los hijos también deben tener claro. Para explicar esto, el doctor González básicamente construyó un modelo de límites basado en la Biblia, pero particularmente en los versículos 2 y 3 de su primer libro: el Génesis.

Aunque no impone temas religiosos, porque cada quien es libre de profesar sus creencias, sí se basa en el libro universal para poner como ejemplo el primer acto de rebeldía y desobediencia de la humanidad, que también tuvo castigo y consecuencias: el de Adán y Eva.

Escuelas de padres
  • > La orientadora Auxiliadora Aguilar trata de que los encuentros sean presenciales para que los padres puedan interactuar mediante el uso de varias técnicas de participación.

Ambos personajes desobedecieron una orden del Creador y pagaron por sus actos. Debido a que esta es quizá, una de las historias más conocidas por la humanidad, ayuda a trasladarla al seno de los hogares lo que se debe hacer con los hijos.

“Cuando Dios creó al hombre y la mujer los llevó al jardín del Edén, y lo primero que hizo fue establecerles un límite y una consecuencia. Les dice: ‘De todo esto que ven aquí pueden comer, menos del árbol del bien y el mal, porque el día que lo hagan, morirán. Es decir, aunque aquellos eran puros y no tenían maldad, Él les definió límites y consecuencias”.

" Cuando hay límites y se establecen consecuencias no hay necesidad de hacer show, cuando no los hay, viene el caos porque no se tiene un modelo preventivo. "

Trasladándolo a la realidad de los hogares, admite que la educación no funciona prohibiendo todo, debido a que, cuando se hace, se pone a prueba el límite para ver si la consecuencia sucede. Es por ello que aconseja muy buena comunicación, supervisión constante, porque surgirán excusas y se buscarán culpables.

“Lo bueno de los límites es que si usted promete algo (castigo), tiene que cumplir, aunque le duela el alma”. Recomienda no imponerlos cuando se está enojado, porque se podría llegar a ser radical y no cumplir.Considera que el límite es preventivo y por eso funciona, porque las consecuencias se establecen con claridad. También pueden traducirse en premios para compensar ese esfuerzo por cumplir.

Consejo
  • > Mantener diálogo con los jóvenes, ser buenos ejemplos a seguir y orientarlos hacia el futuro son claves para lograr su confianza.

“A mi hijo yo le prometí que si llegaba a los 21 años sin consumir drogas, a esa edad yo le daría 1,000 dólares. Él sabe que eso es suyo porque ha cumplido, porque resulta más barato darle ese dinero por no consumir drogas, que lo que pude haber gastado en recuperarlo de una adicción. Más vale un gramo de prevención, que una tonelada de tratamiento”, finalizó.

Papás inmersos también

Auxiliadora Aguilar, orientadora de secundaria en instituciones del sistema gubernamental y maestra de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (Upnfm) señala que las conductas y problemas entre los estudiantes tienden a cambiar en instituciones gubernamentales, ya que situaciones como el uso de cigarros electrónicos se dan en menor escala.

Pero que no usen el “vape”, no significa que no se den situaciones complejas.Por esa razón, ella invitó a los padres a estar siempre alertas y observar los cambios de conducta y comportamiento de sus hijos. Señala que el problema con el uso descontrolado de la tecnología es que los padres también están sumergidos en ella, y descuidan, lastimosamente su papel.

Obligación
  • > En los hogares de antes, la madre no trabajaba y pasaba más al tanto de los hijos, hoy las circunstancias la obligan a no estar.

“Las escuelas de padres ayudan a tratar los problemas. Es como cuando se detecta un cáncer, se tiene que dar tratamiento intensivo”, expuso.

Lamentó que los centros no gubernamentales carezcan de una estructura adecuada en el área de orientación. A veces las situaciones quedan a nivel de maestros o en algunos casos se elevan a la dirección.

“Debe haber un proceso de comunicación bien cercano entre los padres, los alumnos y con sus maestros u orientadores, porque los problemas se dan en niños de todos los sistemas y siempre radica en la familia. Hay muchos hogares desintegrados y por ende muchos problemas en los jóvenes que sufren problemas de ansiedad, uso excesivo de las redes sociales”, señaló.

Consultorio
  • > González tiene además una maestría en psicología y es máster en salud mental, Itineraria clínica, máster en psicología de la familia y la pareja. Para consultas: 9857-6885

Por último aconsejó propiciar tiempos para compartir por lo menos una vez al día, ya sea en un tiempo de comida, donde no se permita el uso de celulares para que fluya el diálogo.

“El más importante consejo que puedo dar es que los padres somos los primeros formadores de valores y es algo que se olvida en el sistema educativo. El valor del respeto entre los miembros de una familia es lo más valioso. Eso construye todos los demás”.

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