Narcos ya no se esconden para sembrar coca en Honduras

LA PRENSA Premium llegó hasta la plantación de arbustos de hoja de coca en una aldea de Catacamas, Olancho.

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Cultivos y procesos para elaborar cocaína se hacen en Olancho.

dom 11 de septiembre de 2022

A tres horas de la ciudad de Catacamas, Olancho, en medio de poblados, cultivos de maíz y haciendas, narcotraficantes habían sembrado más de dos manzanas de arbustos de hoja de coca desde hace tres años para producir la pasta base para la elaboración de cocaína.

La Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium llegó hasta la plantación con el equipo de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) y elementos del Batallón de la 115 Brigada de Infantería de Juticalpa para presenciar la destrucción de la plantación y un narcolabotario.

El cultivo está ubicado en la aldea La Unión, de Catacamas, Olancho. Para llegar se recorren unas tres horas y media en vehículo de doble tracción, por calles que están, mientras no llueva, en buen estado. Durante el trayecto se pueden observar aldeas con alumbrado eléctrico. El punto final del recorrido fue La Unión, donde algunas casas se valen de paneles solares para obtener energía eléctrica.

$!La zona donde fue encontrada la plantación de coca está rodeada de cultivos de granos y haciendas.

El comercio en el lugar es muy activo, así como la ganadería y la producción de granos básicos. Por las calles transitan camiones cargados de ganado, así como vehículos de paila con cargas de maíz, mercaderías y alimentos que son llevados a las aldeas de la zona.

Plantación

Pero en la zona no solo se están sembrando granos básicos, pues los narcotraficantes ya se han apoderado de esas áreas de crecimiento para plantar los arbustos de hoja de coca y procesarla de forma artesanal. Al llegar a la aldea La Unión los habitantes no se sorprenden de la presencia de militares y uniformados de la Atic, solo observan desde sus viviendas la circulación de los vehículos.

“Ellos ya saben a lo que vamos, pues la plantación está muy cerca de su comunidad”, comenta uno de los agentes antidrogas mientras nos acercamos a la zona del cultivo. Todo el equipo, tras seguir instrucciones de militares, ingresa a una propiedad privada, cercada y en la que hay dos caballos y al menos cuatro vacas. La zona había sido asegurada un día antes por militares para evitar incidentes y que la misión se completara con éxito.

Tras alistarse con agua y algunos víveres, el equipo de LA PRENSA Premium camina junto a los agentes de la Atic y militares unos 20 minutos. Al llegar a cierta parte del camino se observa un tubo negro, el cual -según los investigadores- es utilizado para regar la plantación. Y en efecto, al terminar aparece a la vista del equipo cientos de arbustos de hoja de hoja de coca, sembrados a lo largo de dos manzanas y media y un terreno montañoso.

Lo primero que hace el equipo de la Atic es inspeccionar el área de la plantación, mientras los peritos realizan mediciones y toman muestras de las hoja para llenar las actas en presencia de un juez ejecutor, pues toda la operación, hasta llegar a la destrucción de la plantación, es ordenada por el juzgado. Después de recorrer el terreno y ver los arbustos, deducen que los narcos ya han sacado la producción de la hoja de coca y que los sembradíos tienen unos tres años, a juzgar por el tamaño y las características del terreno.

$!Los agentes antidrogas creen que hay más plantaciones e investigan dueños de propiedades

Esa plantación ha estado cuidada, según los agentes antidrogas, por los mismos pobladores de la zona que se encargan del mantenimiento.

“Ya no están escondiéndose ni buscando montañas agrestes para sembrar los arbustos de coca, aquí han tenido su vivero, el cual mantienen para ir plantando”, explica uno de los agentes. Señala que antes creían que solo en Colón sembraban arbustos de coca, pero hace unos meses también destruyeron otra en Gracias a Dios. Tampoco descartan que hayan más sembradíos.

Los agentes de la Atic y militares comienzan, una vez inspeccionado el solar, el trabajo de arrancar las plantas de hoja de coca. Las que están en terrenos más duros requieren un corte con machete. Ese puede ser un trabajo de dos días. Al final de la plantación, que termina en una pendiente, se puede escuchar el sonido del agua de una quebrada rodeada de vegetación. En esa área copada de árboles está un narcolaboratorio, al que se accede poco a poco bajando, pues hay una hondonada llena de lodo.

El narcolaboratorio tiene un techo de plástico negro, porque con láminas desde un helicóptero podría ser fácilmente detectado. Por lo general, los grupos de narcotraficantes que plantan y procesan la hoja de coca usan las mismas medidas para los narcolaboratorios. Dentro de la estructura de madera hay barriles con la hoja en proceso casi terminado y en otros almacenan los químicos que usan para la elaboración de la pasta.

Desmantelado

El técnico de Inspecciones Oculares de la Atic, tras colocarse el traje de seguridad, comienza a inspeccionar y a tomar muestras de cada uno de los polvos que encuentran en sacos y bolsas. Los primeros son cal, cemento, urea, gasolina, entre otros químicos guardados en bolsas y envases plásticos. El agente toma muestras de los líquidos almacenados en los barriles y preparados para lograr la pasta base. “Aquí echan la hoja ya procesada y la dejan reposar por un tiempo corto para luego colarla y lograr sacar el alcaloide que luego lo mezclan con otros químicos para llegar hasta lograr la pasta de coca”, explica uno de los expertos.

$!La plantación fue descubierta en una zona montañosa conocida como Capapán, sector Cuyamel, cerca de la aldea La Unión, Catacamas, Olancho. Allí fueron destruidas dos manzanas y media de arbustos de hoja de coca.

El narcolaboratorio, para los agentes antidrogas, no es improvisado: “Tienen todo lo que requieren para sacar el alcaloide de la hoja y luego procesarla, bien para sacarlo en líquido o producir la pasta”. No obstante, los agentes sostienen que, por ahora, la cocaína no la elaboran en ese laboratorio, pues la trasladan fácilmente a otra zona para terminar el proceso o vender la pasta base.

También están seguros de que los cultivos de arbustos de hoja de coca se han expandido y ahora están más cerca de las comunidades.

Por ejemplo, en la aldea La Unión de Catacamas, a un lado del cerro, están las plantaciones de maíz y al otro extremo -cerca de la calle- la de arbustos de hoja de coca.

El portavoz de la Atic, Jorge Galindo, indicó que agentes contra el crimen organizado documentaron y contabilizaron 64,168 plántulas sembradas, algunas con una altura de 1.90 metros; mientras tanto técnicos en procesamiento de la escena del crimen tomaron muestras de los precursores químicos encontrados en los narcolaboratorios, que serán enviadas al Laboratorio Químico Toxicólogo de Medicina Forense.

El comandante de la 115 Brigada Militar, Walter Hernández Carbajal, expresó que preocupa y hay que ponerle atención a que las personas que se dedican al ilícito del cultivo de la hoja de coca están dando pasos demasiados rápidos y, en vista de que necesitan personal para el mantenimiento, lo hacen cerca de aldeas para ocupar a los mismos campesinos.

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Agregó que, por lo general, los grupos de narcotraficantes habían usado para sus cultivos zonas con poca frecuencia de personas e incluso en algunas han prohibido el paso de pobladores.

El coronel Hernández Carbajal recordó que recientemente en Patuca destruyeron una plantación, donde solo pudieron entrar en helicóptero y eso alertó a los trabajadores que estaban en la zona y encontraron veinte hamacas en las que descansaban. En menos de dos semanas en Olancho fueron destruidas tres plantaciones de coca, una en el núcleo de la biosfera del Río Plátano, otra en las cercanías del río Patuca y la tercera más cercana a la población de la aldea de Catacamas.