Honduras: cada cuatro días se reporta una persona desaparecida en lo que va de 2024
En los últimos doce años, se han reportado más de 10 mil casos de personas desaparecidas. Las zonas con mayor incidencia son Olancho, Francisco Morazán y Cortés, donde los jóvenes son los más vulnerables
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Expertos lamentan que investigaciones de personas desaparecidas inicien 48 horas después del reporte.
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Tegucigalpa, Honduras.-
La mañana del 1 de enero de 2022 se convirtió en un día fatídico para Angie Peña, una joven de 22 años que desapareció tras abordar una motocicleta acuática en las cristalinas aguas de Roatán, Islas de la Bahía. “Unas vacaciones nos cambiaron la vida... estoy muriendo lentamente, solo Dios lo sabe”, expresó su madre, Michelle Melgares. Pese a los intensos esfuerzos de búsqueda y varias detenciones, no ha surgido ninguna pista que revele el paradero de Angie.
Una tragedia similar envolvió a Belkis Molina, originaria de La Esperanza, Intibucá. En julio de 2022, Belkis desapareció misteriosamente después de salir de su trabajo, una cooperativa de la zona. Aunque las autoridades capturaron a uno de los presuntos responsables, el paradero de Belkis sigue siendo un misterio.
El caso de Aarón Eleazar Turcios, de 23 años, quien desapareció hace doce años en su ruta migratoria hacia Estados Unidos, en Tamaulipas, México, también resuena con fuerza. Su madre, Ana Turcios, vive entre la angustia y la esperanza.
”Salió de Honduras el 26 de marzo. Estuvimos comunicados durante un mes y el 26 de abril fue la última vez que hablamos. Hasta el día de hoy no hemos tenido ni una pista, pero no pierdo la esperanza y la fe en Dios de que él va a regresar a nosotros. Lo amamos y no me canso de esperarte, hijo de mi corazón”, declaró A LA PRENSA Premium, Ana, aferrándose a la fe que le queda.
Estos tres casos, aunque distintos en sus circunstancias, comparten un trágico común denominador: son jóvenes hondureños que han desaparecido y que -con suerte- quizás no han fallecido, pues en Honduras la desaparición y la muerte parecen ser sinónimos debido a la incapacidad de las autoridades.
El más reciente ejemplo es la desaparición de los cinco jóvenes mientras hacían mudanza en la capital y que fueron encontrados asesinados cinco días después en una montaña de Tatumbla. El sistema fue incapaz de responder adecuadamente y la sociedad resiente lo ocurrido.
Cifras
Los casos de desaparecidos mencionados anteriormente son de los más conocidos o los que han trascendido en medios de comunicación, sin embargo, entre 2012 y 2023, Honduras registró la desaparición de 10,763 personas, según la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), con datos procesados a través del portal de Datos Abiertos de la Secretaría de Seguridad.
En 2023, se reportaron 925 personas desaparecidas, un leve descenso respecto a las 940 de 2022, pero no deja de ser una cifra alta que se agrava porque la mayoría de casos ocurrieron en la propia vivienda de las víctimas.
Los años más críticos fueron 2019, con 1,356 desapariciones, 2018, con 1,165 y 2021 con 1,120 reportes.
Este medio intentó comunicarse con el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez para conocer los reportes de desaparecidos en lo que va de 2024, así como los protocolos y estrategias de búsqueda, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Sin embargo, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) contabilizó 48 personas desaparecidas hasta junio de 2024. Es decir que -en promedio-, en lo que va del año, cada cuatro días ha desaparecido una persona.
Zonas
10,763
personas
han desaparecido en últimos doce años
Los departamentos con mayor incidencia son Olancho, Francisco Morazán y Cortés. Le siguen Intibucá, Comayagua, Yoro, Valle, Ocotepeque, La Paz, Islas de la Bahía, El Paraíso, Atlántida y Colón.
La mayoría de desaparecidos son jóvenes y adolescentes, pues uno de cada cuatro desaparecidos tenía entre 12 y 17 años, mientras que en igual proporción estuvieron los casos de desaparecidos entre 18 y 30 años. Es decir, estos dos grupos reúnen la mitad de los casos. En tercer lugar están los adultos de 31 a 40 años (15.7 por ciento de los casos)
Aunque ambos géneros son afectados, hay una prevalencia mayor de hombres desaparecidos (7,043 casos) . Gran parte de las mujeres (3,720) , sin embargo, enfrentan riesgos de trata de personas y violencia sexual, de acuerdo a los reportes.
El Conadeh clasifica a las personas desaparecidas en tres categorías: las no localizadas, cuyo paradero se desconoce, pero la información disponible indica que no son víctimas de un delito; las víctimas de desaparición debido a un delito; y, finalmente, las personas desaparecidas por desplazamiento forzado.
Problemática
Para entender mejor esta crisis, LA PRENSA Premium conversó con algunos expertos en seguridad y derechos humanos.
La viceministra de seguridad, Julissa Villanueva, ahondó sobre la problemática que atormenta a decenas de familias, producto, a su criterio, de infiltraciones que imposibilitan obtener resultados óptimos en seguridad.
”Planes de solución contra el crimen a más alto nivel han sido planteados y ordenados por los pobres resultados percibidos por la población y la clara infiltración del crimen organizado basado en un régimen altamente corrupto que se apoderó de la institucionalidad cuyo daño permanente no se ha liberado y sus secuelas continúan generando daños”, expresó.
A su criterio, se necesitan estrategias eficientes para un corto y largo plazo en las que se respeten derechos ciudadanos. “La lucha no debe detenerse sometiéndose a valoraciones continuas de ensayo y error hasta alcanzar la ansiada paz y convivencia”, agregó.
Para el criminólogo Gonzalo Sánchez, las desapariciones son parte de una respuesta de las estructuras criminales ante los trabajos de la policía.
”Ante una acción hay una reacción. -Las desapariciones- son una respuesta que tiene que ver con secuestrar y asesinar personas que no pertenecen a ninguna estructura criminal y que son personas sanas. También pienso que es un mensaje que le están mandando a la policía, a la Secretaría de Seguridad, también al gobierno de Honduras de que “podemos hacer lo que queremos y no hay problema””, manifestó.
Sánchez también señaló la falta de apoyo legislativo en el Congreso Nacional como un obstáculo significativo. A pesar de los esfuerzos de la policía, la negativa del Congreso a declarar a los criminales como terroristas limita la capacidad de las autoridades para combatir eficazmente estas organizaciones.
El criminólogo argumentó que, sin un marco legal robusto que permita a las fuerzas de seguridad actuar con mayor libertad, los esfuerzos para erradicar estas estructuras delictivas seguirán siendo insuficientes.
Investigaciones
En Honduras, las investigaciones se caracterizan por su lentitud y mala organización, a veces paralizándose por la falta de recursos. Además, la confianza de la población en las autoridades de seguridad es muy baja, ya que existe una percepción generalizada de complicidad entre estas y las bandas criminales.
Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), instó a las autoridades de seguridad a fortalecer la investigación para dar con el paradero de personas desaparecidas desde hace muchos años.
”Le está costando mucho a Honduras recuperar la seguridad pública. Miren, no volvimos a saber de Belkis Molina, ni de Angie Peña, no se sabe absolutamente nada de las más de 20 personas desaparecidas en Tela -y Puerto Cortés-”, lamentó.
”Necesitamos ir recuperando la paz, la seguridad y la confianza en nuestros órganos de seguridad del Estado, necesitamos que despegue economicamente el país para minorizar la captación de jóvenes reclutados”, agregó.
Por su parte, Denis Cáceres, director del Observatorio Nacional del Conadeh, mencionó que otro de los obstáculos es que las investigaciones inician posterior posterior a las 48 horas en el país, un lapso fundamental para encontrar a las personas desaparecidas con vida. “La Secretaría de seguridad debe tomar en cuenta el contexto nacional para activar esa búsqueda con acción inmediata”, expresó.
Apoyo
Luego de que su hijo desapareció, Turcios fundó el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos del Sur de Honduras (Cofamidesur), donde han aglomerado decenas de casos de migrantes desaparecidos y también personas desaparecidas a lo interno del país. “Las autoridades de seguridad siempre han brillado por su ausencia, no nos dicen nada, pero nosotros seguimos a la espera”, dijo.
En conversación con LA PRENSA Premium, la acongojada madre de familia contó que han recibido apoyo de organizaciones internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quienes han acompañado a decenas de familias hondureñas impactadas emocional y psicológicamente por la desaparición de sus seres queridos.
Otras organizaciones de la sociedad civil como el Comité de Familiares de Desaparecidos y Detenidos en Honduras (Cofadeh) también apoyan e instan a las autoridades a implementar un protocolo efectivo. Además, urgen al Congreso Nacional a aprobar la Ley para la Protección Jurídica de las Personas Desaparecidas y sus Familiares.
La historia de Angie Peña y Belkis Molina, junto con el testimonio desgarrador de doña Ana Turcios, reflejan tan solo la punta del iceberg de la enorme crisis de desapariciones que enfrenta Honduras.
Las más recientes ocurrieron en Atlántida y Cortés, donde 24 personas se esfumaron en un supuesto conflicto entre narcotraficantes. Más de 200 uniformados buscaron a los desaparecidos en la comunidad de Crique Las Marías de Tela, Atlántida, y en Baracoa, Puerto Cortés, sin resultados, otra vez.