Viven en extrema pobreza y a la hija de 4 años le detectaron cáncer: “Trato que no me vean llorar”

LA PRENSA Premium conoció el caso de Sofía (nombre ficticio), una niña diagnosticado con leucemia y cuyo hogar está sumido en la miseria. Su familia vive en una covacha en San Manuel, Cortés

Foto: Cortesía

En esta humilde vivienda reside Sofía con sus papás y hermanitos. Ella anhela jugar en las tardes, pero no hay energía para hacerlo.

vie 19 de mayo de 2023

2:57 min. de lectura

Todo empezó con un aparente dolor de estómago que la tumbaba al piso de tierra, moretes en diferentes partes del cuerpo y mucho llanto al no poder controlarle los malestares con los “remedios caseros” que acostumbran a hacer algunas mamás.

Tiene tan solo cuatro años de edad, se le identificará como Sofía Ramos (nombre ficticio), es de piel trigueña, mide menos de un metro y desde hace casi cuatro meses está enfrentándose a un gran desafío. Resulta que no eran dolores comunes. Padece leucemia.

Pasadas las 3:00 de la tarde aún el sol estaba resplandeciente, comenzó la conversación con la madre de la menor. Su papá se encontraba trabajando y Sofía estaba acostada en una hamaca elaborada de diminutas cabuyas de colores, recién había llegado de una cita médica en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

La infanta se veía inquieta, se quejaba y en algunos momentos probablemente quería llorar. Su madre, quien pide omitir el nombre, interrumpió en varias ocasiones la conversación para ir a mover la hamaca o tan siquiera a preguntarle a la niña si pasaba algo.

$!El desafío para una familia que vive bajo los niveles de pobreza se vuelve más retador al enfrentar una enfermedad como el cáncer.

El sueño y el cansancio en aquel cuerpecito era profundo, las dos con su mamá salieron a las 3:00 de la madrugada rumbo al IHSS, aunque también así suele reaccionar cuando le aplican el procedimiento de la quimioterapia.

¿Por qué no llevó su niña a la Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer?, preguntó el periodista. “Allí se miran cosas muy fuertes y no quiero que mi hija vea eso y le afecte”, respondió la acongojada madre con voz entre cortada mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.

En la casa no hay lujos, la pobreza es visible, bastó con forrar de madera y láminas de zinc una parcela de aproximadamente 16 metros cuadrados en lo alto de una loma en El Plan, San Manuel, en el departamento de Cortés. Sofía es la cuarta hija de seis hermanos, el último tiene tan solo siete meses.

La madre se desboronó en llanto desde el inicio de la conversación, se aferra a Dios para mantenerse fuerte y luchar hasta el final con la bebé, su mayor anhelo es verla sana y corriendo junto a sus hermanitos en aquellos deslizaderos de tierra y loma abajo.

Según datos de la Secretaría de Salud a los que tuvo acceso LA PRENSA Premium, 10,349 menores fueron diagnosticados con cáncer entre 2018 y 2022 en Honduras,. Leucemia es el diagnóstico más común en los niños y los adolescentes.

El cáncer no es la única batalla de Sofía. “La doctora me dijo que la rescatáramos de una cosa primero y después de otra”, expresó la mamá en referencia a que la menor recibe dos tratamientos: uno para leucemia y otro para eliminar una bacteria en el estómago.

$!Con pedazos de madera y láminas de zinc, así están forradas las paredes de la humilde vivienda.

Sofía y su familia deben entender que van para un largo proceso. Muy estricto. De acuerdo con la versión de la médico pediatra y oncóloga Roxana Martínez, algunos diagnósticos de cáncer requieren un tratamiento de hasta dos años o más, siempre y cuando la familia siga las instrucciones de los médicos, de lo contrario, es una recaída segura y un progreso de la enfermedad.

Ese tratamiento es inevitable que vaya acompañado de intensas emociones, a veces dolorosas. “La niña mayor a veces me encuentra llorando y me pregunta si me pasa algo, yo le respondo que no, pero ella sabe y me dice: ‘¿Verdad que usted llora por Sofía porque está enferma?’ Sí, le respondo, pero trato que no me vean”, expresó la mamá mientras amamantaba a un niño de siete meses.

$!Algunos de los fármacos que compra la familia para contrarresar la bacteria del estómago de Sofía.

En Honduras, los casos de Sofía se replican en cada esquina. Las familias no solo deben enfrentarse al diagnóstico, pues de por medio está que muchas van a la batalla sin armas (el 70% de los hogares del país son pobres).

Los hogares que han pasado por esta situación han experimentado las peores aflicciones de su vida. Como alternativa está la Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer, organización que acompaña con psicólogos antes, durante y después de la noticia, es como un duelo que se va superando poco a poco.

Para los autores del libro Robbins “Patología Humana”, uno de los más importantes en el mundo de la medicina, “el cáncer es ubicuo en la población humana, la única manera cierta de evitarlo consiste en no nacer, ya que vivir supone un riesgo”.

Sin embargo, todo a tiempo tiene altas posibilidades de contrarrestarse. Si desea colaborar con la familia, comuníquese al número telefónico 9660-5403.