Lluvias dejan L3,000 millones en daños y pérdidas en sector productivo

SAN PEDRO SULA

Las lluvias de septiembre y la tormenta tropical Julia le causaron al sector productivo de Honduras daños y pérdidas que suman más de L3,000 millones, equivalentes a aproximadamente el 14% del saldo causado por Eta y Iota en noviembre de 2020.

Eta y Iota provocaron daños y, posteriormente, pérdidas económicas (derivadas de la destrucción) que totalizaron más de L52,099 millones en todas las áreas y zonas del país, de acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La factura de daños y pérdidas quedó distribuida entre los sectores social (L9,375 millones), productivo (L35,509 millones), infraestructura (L5,450 millones) y ambiente (L1,765 millones).

A casi dos años de esos dos fenómenos que golpearon la economía de Honduras, las lluvias de septiembre y la tormenta Julia inundaron plantaciones de palma aceitera, banano, causaron derrumbes y destruyeron carreteras que frenaron las exportaciones.

Esta vez, la industria maquiladora no registró daños, es decir, destrucción en las fábricas, pero experimentó pérdidas por aumento de costos, reducción en la producción por inasistencias de los trabajadores afectados y demora en la entrega de mercancías por el mal estado de las vías de comunicación.

Alden Rivera, director ejecutivo de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), le informó a Diario LA PRENSA que las empresas de la industria “que operan en Tegucigalpa y en el valle de Sula no se vieron afectadas por el impacto del fenómeno, obviamente, hubo interrupciones en las carreteras que bloquearon algunas de las exportaciones”.

“Bloquearon las exportaciones que hacemos a los países vecinos, las exportaciones hacia el Triángulo Norte y Nicaragua. Las fracturas que se dieron en la carretera CA-4, que se dieron en Cucuyagua desde antes de Julia, nos están afectando de manera bastante importante. Estamos utilizando rutas alternativas para llegar a El Salvador y también a Nicaragua. Y son rutas con costos mucho más altos”, dijo.

Rivera explicó que los daños en las carreteras no solo afectan las exportaciones regionales, sino la operación de la cadena de suministros en Centroamérica y el traslado de contenedores de los parques industriales a Puerto Cortés de donde salen las mercancías hacia Estados Unidos.

“Nuestros trabajadores tuvieron afectaciones. Ellos viven en áreas que fueron impactadas por Julia, en comunidades de La Lima, El Progreso, Potrerillos, Pimienta, San Pedro Sula, Choloma, incluso en Santa Cruz de Yojoa; Las Vegas, Santa Bárbara. En este momento, estamos tratando de resolver y ayudar a trabajadores que tuvieron daños. Muchos trabajadores no asistieron a laborar porque tuvieron daños en sus viviendas o no lograron salir de los barrios y colonias, y eso mermó la capacidad productiva de algunas plantas industriales y eso incide en las órdenes que recibimos de nuestros clientes en Estados Unidos”, dijo.

La AHM, con unas 320 empresas afiliadas, está en proceso de consulta entre sus miembros para establecer un monto de daños y pérdidas, el cual estaría definido para la semana próxima.

Mientras el turismo, cuyos empresarios tenían previsto una recuperación pospandemia, no alcanzó los objetivos durante la Semana Morazánica por los efectos de Julia.

Dina Núñez, directora de la Asociación de Hoteles Pequeños y Medianos de Honduras (Hopeh), le aseguró a Diario LA PRENSA que “el turismo sufrió pérdidas millonarias por los problemas climáticos”.

El nivel ocupacional, por ejemplo de los hoteles medianos y pequeños del país, no superó el 50% porque muchos hondureños que tenían previsto viajar desistieron tras enterarse del mal estado de las carreteras.

“En Santa Rosa, los hoteles no llegaron ni al 30%, para los hoteles de Gracias, Lempira, fue un fracaso”, dijo. En otros destinos, como Comayagua, La Ceiba, Valle de Ángeles, tampoco lograron las metas. “En Islas de la Bahía hay otro tipo de turismo y no hubo mayores problemas como en el resto del país”, dijo.

En 2020, con Eta y Iota, el turismo acumuló daños y pérdidas de $3,151 millones y el comercio y la industria alrededor de L23, 523 millones.

Michael Wehmeyer, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), expresó que el sector registró pérdidas, pero aún esa organización no tiene “el dato final, hasta finales de la póxima semana”.

Igualmente, en todo el país la actividad comercial se vio obligada a dar un frenazo por el mal estado de las carreteras, puentes y los deslizamientos de tierra, particularmente en el occidente.

Economistas consultados por LA PRENSA estiman que el sector productivo por lo menos sumó daños y pérdidas equivalentes al 10% de la cantidad que registró cuando Eta y Iota.

Laura Suazo, ministra de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), en declaraciones ofrecidas a los medios, dijo que de manera preliminar el sector agroalimentario tuvo daños y pérdidas de por lo menos L1,800 millones en banano, palma aceitera, arroz, maíz, plátano, café y caña de azúcar.

Esta cifra, según la ministra, aumentará en los días próximos en la medida que reciban los informes de otros rubros afectados por las lluvias de Julia.

Ángel Jiménez, presidente del Colegio de Economistas de Honduras (CHE) en el norte del país, lamenta que el país “siga cuantificando pérdidas” desde la década de 1950.

“Desde 1974 sabemos que para evitar pérdidas económicas, asegurar el Valle de Sula y proteger la vida, hay que construir las represas. Con esto evitaremos las inundaciones”, dijo.El Valle de Sula, el cual produce más del 60% del PIB, dijo, vive “entre el auge y la decadencia”.

“No podemos continuar con ese ciclo de pérdidas y no podemos esperar que los productores corran a invertir. Nadie invierte para perder y si nadie invierte, no habrá prosperidad, ni para ellos, ni para las personas más pobres del país”, expresó.