Entre la incertidumbre y el dolor las familias de hondureños tras incendio en México

El nuevo porvenir, que irónicamente ni Edin ni sus amigos hallaron en la aldea con ese nombre, hoy se traduce en dolor para sus familias, que claman por un milagro.

Foto: Yoseph Amaya

Doña Carlota Madrid es consolada por su hermana Elvia Quintanilla. En su casa, su hija Sindi Elizabeth recibe muestras de apoyo de sus vecinos, que no saben si darle el pésame o solo palabras de aliento.

jue 30 de marzo de 2023

11 min. de lectura

Santa Bárbara

El incendio que ocurrió minutos antes de las 10:00 pm del lunes 27 de marzo en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, México, cumple ya tres días y las familias hondureñas no han recibido una tan sola llamada de una autoridad hondureña de Cancillería que les diga el estado actual de sus seres queridos.

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Es por ello que en Honduras hay dos dramas: uno, el de las familias que han vivido 72 horas en total incertidumbre y, otro, el de aquellos que han averiguado por su cuenta y han confirmado el trágico deceso de sus seres amados, convirtiendo sus esperanzas en dolor.

Los 13 nombres siguen apareciendo en el último listado compartido por el Instituto Nacional de Migración de México (INM), donde se detalla que siete hondureños fallecieron, tres están graves, dos delicados y uno estable.

$!En Protección y en la aldea Nuevo Porvenir hay incertidumbre, miedo y desesperación, ya que no les dan información verificada y fidedigna.

En Honduras, la información no la valida Cancillería y los presuntos fallecidos son englobados en el apartado de “no ubicado”, mientras que al resto les avala solo su ubicación en los hospitales. Para unas familias eso da esperanza; para otras prolonga la incertidumbre.

Consternados

En la casa de la familia Umaña Madrid se cree, sin certeza, que Edin Josué Umaña Madrid, de 26 años, es uno de los siete fallecidos en el siniestro de Juárez.

Su hermana Sindi Elizabeth ha hecho llamadas y hablado incluso con autoridades mexicanas y se lo confirman. No es la noticia que quiere, porque en su cabeza no halla la forma de darle la noticia a su mamá, que no ha querido comer y apenas ha dejado de llorar.

$!Junto con su esposa, Cristhian Carranza, el sobreviviente de El Naranjito.

En medio de los abrazos de pesar que sus vecinos llegan a darle, la joven contó a LA PRENSA Premium que su hermano Edin Josué ya le ha torcido el brazo a la muerte en tres ocasiones, y aún cree en la posibilidad de una cuarta.

Esa vulnerabilidad que incluso lo llevó una vez al quirófano lo convirtió en un hijo especial para sus padres y en el más consentido para sus otros cinco hermanos.

El papel de mujer fuerte lo ha asumido con valentía Sindi Elizabeth, la menor de sus hijas y la que se ha quedado en su regazo desde que Edin Josué decidió emigrar a Estados Unidos hace ya 10 días.

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También ha averiguado la situación de sus vecinos y amigos de toda una vida Dikson Aarón Córdoba Perdomo y Jesús Adony Alvarado Madrid, que ayer también volvieron a aparecer como fallecidos. Los tres son de Protección y de la misma aldea.

Para ella, ni su hermano ni sus amigos están muertos, pero por ratos lo olvida y habla de ellos en pasado y con los ojos desbordando lágrimas.

“El amor de mi mamá hacia mi hermano es especial, porque cada año él se daba un golpe o le sucedía algo. En una ocasión estuvo en el hospital dos semanas porque se clavó un machete en la garganta. Le hicieron tres operaciones, una de ellas en la lengua, porque si no se la hacían habría quedado mudo. Luego de eso, al siguiente año se cortó la mano con una máquina mientras trabajaba”, lamentó.

Aunque lo recuerda juguetón y jovial, no era desenfrenado; sin embargo, la vida se estaba ensañando con él. Sobre la muerte, Edin también llegó a hablar muy seguido. Una por su afición a la música del rapero venezolano Canserbero, quien murió prematuramente en 2015, y otra por un comentario que hizo frente a su familia una semana antes de emprender el viaje por la peligrosa ruta del mojado.

“Estábamos todos reunidos en el patio quemando cosas, y él quemó una ropa vieja que ya no iba a usar pensando en la nueva que iba a comprar al llegar a Estados Unidos.

En eso, le dijo a mi papi que metiera la mano al fuego, y él le dijo que qué eran esas ocurrencias. Entonces mi hermano le dijo que el fuego es lo que se sufre en el infierno, y que de verdad sería tremendo morir quemado”. Aquella plática terminó en risas y regaños para él por no guardar distancia con lo que sin saber era un terrible presagio.

“Sentimos que están jugando con la dignidad de nosotros”

José Córdova, padre de Dikson Arón Córdova Perdomo, uno de los tres jóvenes de Nuevo Porvenir, Protección, cuyo estado no se confirma, habló ayer con hastío y hasta enojo por la falta de información que hay desde el Gobierno en torno a los muchachos afectados en el siniestro en México.

“Estamos muy preocupados porque sentimos que con la información que están dando están jugando con la dignidad de nosotros los pobres, porque vivimos en una zona de abandono”, lamentó.En concreto, lo que don José quisiera, además de información certera, es que les den una visa humanitaria para ir a México.

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“Nosotros no tenemos dinero, no conocemos, yo ni a Tegucigalpa he ido. Si las autoridades nos pudieran ayudar, que nos den una respuesta”.

Para el patriarca de los Córdova, todavía es posible un milagro; sin embargo, no ha podido dormir pensando en que su hijo esté entre los muertos. “Las autoridades bien pueden ayudarnos, pero no tienen esa voluntad. Estamos en un callejón sin salida”, lamentó.

“Pido ayuda con una visa humanitaria para ir a México”

José Exequiel Carranza Toro ya tuvo la confirmación de que su hermano Cristhian Javier Carranza Toro, de 23 años, sobrevivió al incendio en Ciudad Juárez; sin embargo, se encuentra delicado.

No saber a ciencia cierta su estado o si necesita algún tipo de ayuda lo hizo viajar desde su casa en el municipio de Naranjito, Santa Bárbara, hasta el consulado de México en San Pedro Sula para solicitar una visa humanitaria y poder viajar en busca de su hermano.

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Aunque estaba a punto de graduarse en la universidad Pedagógica hizo todo a un lado de momento y su prioridad es Cristhian. “Confiamos en el Señor Jesucristo de que mi hermano está bien”, afirmó.

Contó que su hermano cumpliría el sábado 15 días de haberse ido mojado en el mismo grupo de los muchachos de Protección, ya que eran conocidos. En su natal Naranjito, Cristhian se dedicaba a la agricultura, pero debido a que recientemente se había casado y su esposa espera un bebé se fue para trabajar y darles un mejor futuro.