Hondureños, atrapados entre el “Me gusta” y la ansiedad

San Pedro Sula

En la era digital en la que vivimos, las redes sociales se han convertido en una parte integral de la vida de niños, adolescentes y jóvenes. Sin embargo, lo que alguna vez fue una herramienta para la conexión y la comunicación, ha evolucionado en una preocupante tendencia: la adicción a las redes sociales.

Producto de la pandemia, miles de niños, adolescentes y jóvenes dentro de la población estudiantil dieron el salto a la convergencia digital, en el que las clases, las tareas y hasta las reuniones grupales se desarrollaban en la virtualidad. Sin embargo, pese al retorno a lo presencial, el consumo en redes sociales aumentó hasta lograr que Facebook, YouTube y TikTok lideren la tasa más alta de usuarios activos en el país.

La adicción a las redes sociales es un problema creciente en nuestra sociedad, especialmente entre los niños, adolescentes y jóvenes. El impacto de esta adicción en el ámbito social y de estudio puede ser significativo, ya que según la opinión de expertos en educación y de la psicología puede afectar negativamente la capacidad de los jóvenes para interactuar con otros y para concentrarse en sus estudios.

Según Juan José Velásquez, docente en la carrera de Psicología en la Universidad Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), las redes sociales han adquirido una importancia significativa en la comunicación humana, especialmente en la era pos-pandemia.

Aunque reconoce su capacidad para acortar distancias y fortalecer relaciones, alertó sobre los peligros de usarlas como vía de escape de la realidad. “Las personas que no tienen un sólido apoyo en su vida cotidiana y utilizan las redes sociales como una forma de evadir su propia realidad corren el riesgo de construir identidades paralelas y enfrentar dificultades a largo plazo”, afirmó Velásquez.

En relación con los estudiantes, Velásquez subrayó que el fenómeno de las adicciones a las redes sociales tiene consecuencias particularmente marcadas. “Las redes sociales, como Instagram y TikTok, pueden inducir a comportamientos adictivos y afectar el rendimiento académico. Instagram fomenta la comparación con estilos de vida ficticios, mientras que TikTok, con su enfoque en contenidos rápidos y simplificados, puede contribuir al déficit de atención”, explicó el psicólogo.

Hay varios factores que pueden determinar si una persona es propensa a desarrollar una adicción a las redes sociales. Estos incluyen la personalidad, el entorno social y familiar, y la exposición a las redes sociales. Estudios de la Royal Society of Public Health (RSPH) y la Universidad de Cambrige, que datan de 2017, han demostrado que las personas con ciertos rasgos de personalidad, como la impulsividad y la necesidad de gratificación inmediata, son más propensas a desarrollar una adicción a las redes sociales.

Mauricio Pastrana, especializado en el estudio de adicciones, reveló que investigaciones recientes a las que tuvo acceso indican que aproximadamente siete de cada diez personas tienen algún grado de adicción a las redes sociales.

Estas cifras reflejan la magnitud del problema y, según Pastrana, las consecuencias pueden ser dañinas para la salud mental y la física de las personas afectadas.

“Las adicciones a las redes sociales pueden desencadenar una serie de problemas de salud”, advirtió Pastrana. “Estas adicciones pueden contribuir a la ansiedad, la depresión, la mala alimentación, el desvelo, el cansancio y el aislamiento social”. Sus palabras subrayan cómo las adicciones a las redes sociales no son solo un problema de comportamiento, sino que tienen ramificaciones significativas en la calidad de vida de los jóvenes.

Además, el entorno social y familiar también puede influir en el desarrollo de una adicción a las redes sociales. Por ejemplo, si los padres o amigos de un joven son adictos a las redes sociales, es más probable que el joven también desarrolle una adicción.

Datos publicados por Data Reportal, en conjunto con otras empresas del rubro, brindan una visión detallada cómo la generación joven en Honduras interactúa con las plataformas en línea, a la vez que revelan cifras y porcentajes intrigantes que pintan un panorama de consumo masivo en redes sociales.

Parte del informe revela que la cantidad de usuarios de redes sociales en el país a principios de 2023 era equivalente al 41.8 por ciento de la población total, pero también es importante tener en cuenta que es posible que los usuarios de redes sociales no representen a individuos únicos.

Mientras tanto, datos en las herramientas de planificación de anuncios indican que había cuatro millones de usuarios de 18 años o más que usaban las redes sociales en Honduras a principios de 2023, lo que equivalía al 59.6 por ciento de la población total de 18 años o más.

En términos más generales, el 68.2 por ciento de la base total de usuarios de internet de Honduras (independientemente de la edad) usó al menos una plataforma de redes sociales en enero de 2023.

En ese momento, el 52.9 por ciento de los usuarios de las redes sociales de Honduras eran mujeres, mientras que el 47.1 por ciento eran hombres.

El análisis de Data Reportal se adentra en la popularidad de plataformas individuales como Facebook, YouTube, Instagram y Facebook Messenger. Las cifras revelan tendencias interesantes en términos de alcance, crecimiento y distribución de usuarios. Por ejemplo, a pesar de cambios significativos, Facebook aún mantiene una posición sólida con 3.95 millones de usuarios a principios de 2023. Además, YouTube se destaca con 4.39 millones de usuarios, lo que demuestra su arraigado impacto en la cultura de consumo de contenido.

Uno de los grupos vulnerables en esta problemática es el de la Generación Z (nacidos desde 1994 hasta 2010), al considerarse un grupo altamente influenciable.

Según el informe “Redes Sociales y Generación Z” de la Universidad CEU San Pablo, España, destaca que el 91% de los jóvenes entre 11 y 18 años tienen al menos una red social mismas que prefieren utilizar para interactuar con otras personas, sin embargo, no se limitan a ver contenidos sino a intentar generarlos fijándose en las tendencias, viralidades y lo que hacen otros generadores de contenidos o conocidos como “influencers”.

La exposición a las redes sociales también es un factor de riesgo, ya que se presta al ciberacoso y contenidos no aptos para cierto grupo de edades. Cuanto más tiempo pase un joven en las redes sociales, más probable es que desarrolle una adicción. Esto se debe a que las redes sociales están diseñadas para ser altamente adictivas, con características como notificaciones constantes y recompensas por interactuar con el contenido.

La adicción a las redes sociales también puede tener un impacto significativo en la psicología de un joven. Puede afectar negativamente su autoestima, su capacidad para establecer relaciones saludables y su capacidad para manejar el estrés y la ansiedad.