Hondureña en Argentina: “En lo económico estamos pasando una situación horrorosa”

SAN PEDRO SULA, Honduras.- Que Argentina, un país que ha sido potencia regional, vaya camino a convertirse en una Venezuela gracias a la influencia que sigue teniendo el Socialismo del Siglo XXI de la mano de Cristina Fernández de Kirchner, es algo que nadie en ese país jamás imagino ver.

En medio de esa amarga situación debido al desplome del peso, con una inflación que roza las nubes, los precios de la comida inalcanzables, una descontrolada dolarización, con más pobres que nunca, y orillando a sus jóvenes a la emigración, hay una hondureña que junto a su familia hace malabares para subsistir.

La sampedrana Luisa Lily Morales dibujó el duro panorama social, político y económico que viene viviendo en el último lustro uno de los países más ricos y desarrollados de Sudamérica. Aunque parezca increíble, en Argentina comprar un aguacate o un pasaje de avión se han convertido en lujos difíciles de alcanzar.

A casi 10 días de las elecciones en las que el peronista Sergio Massa ganó -contra todo pronóstico- la primera vuelta con el 36.7% de los votos que lo llevará a disputar la presidencia con el ultra liberal Javier Milei -otrora favorito- (30%) en la segunda vuelta del 19 de noviembre, la hondureña analiza dejar el país, aunque los estudios de sus hijos, la detienen.

Desde hace 14 años, ella vive en Argentina, país donde la cobijaron y recibieron con los brazos abiertos. Fue el amor el que la llevó a cambiar los planes que llevaba cuando salió a mediados de la década pasada de Honduras rumbo a Estados Unidos, país donde rechazó una oferta de trabajo como periodista del clima en Univisión.

Aunque Argentina fue por muchísimos años el país donde estaba haciendo realidad sus planes y proyectos de vida, todo se ha venido derrumbando en los últimos cinco años a causa de la terrible situación económica y política que enfrenta la Argentina, uno de los gigantes de Sudamérica.

“En lo social yo no tengo queja, la gente acá es muy humanista, tiene eso de cobijar a la gente de afuera, y de hecho, está lleno de inmigrantes acá, hay muchas mezclas. Ellos -los argentinos- tienen esa hermandad que te hacen sentir como en casa”, cuenta vía videollamada con LA PRENSA Premium.

Donde todo ha venido cambiando es en lo económico. “Te diría, que hoy en día yo estoy pasando por una situación horrorosa. Jamás me pasó en estos 14 años que tengo viviendo acá”, lamentó.

Como anécdota contó que hace cinco años ella viajó a Honduras para visitar a su padre y hermanos, y el pasaje aéreo le costaba 80,000 pesos argentinos, y ahora, ese mismo boleto se compra en medio millón de pesos. Es impagable, no lo puedo creer, pero es impagable”, recalcó.

Morales, que estudió en la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-VS), detalló que en Argentina todo transcurre entre un peso desplomado y una inflación por las nubes, situación que se agrava con la desmedida dolarización y los conflictos políticos. “Ya no podés pensar en comprar una palta (aguacate), plátano o mango, que son importados, porque es un lujo, es como comer caviar, hoy en día”. lamentó.

La sampedrana señala que la penuria que golpea a los argentinos es tal, que jamás pensó ver a gente de la clase media convirtiéndose en pobres. “La gente que está en un estatus económico medio, bajó y ahora enfrentan un índice de pobreza terrible, no cubren ni la canasta básica. Por ejemplo, mi sueldo es de 100,000 pesos, pero yo necesito 200,000 pesos para vivir. Hay gente que pagaba de renta 25,000 pesos, y le subió a 50,000 y gana 70,000. Ese dinero no les ajusta para comer”, añade.

Y como no, en Argentina, la pobreza supera el 40% y la miseria el 18%, el peso se ha desplomado en el mercado legal a los 350 pesos por dólar. La inflación galopante subió a 124% en agosto pasado, respecto al mismo periodo del año anterior.

Esta situación, aunada a la crisis política ha hecho que muchísimos argentinos estén emigrando, en particular los jóvenes preparados académicamente, e incluso, muchos inmigrantes. “Gracias a Dios yo tengo un techo, trabajo y dinero para comer, pero es impensable ver a gente viviendo en casas de cartón, si crecimos estudiando que Argentina era una potencia mundial”.

Radicada en la ciudad San Miguel del Monte, localizada a unos 200 kilómetros de Buenos Aires, Luisa Lily también cuenta que hace poco fue víctima del robo en su hogar. “Yo no podía creer que me robaran una garrafa de gas. Jamás había pasado. No tenés idea de lo desesperante que es vivir ahora acá, todos los días los alimentos suben. Hoy compro un kilo de pan que me vale mil pesos, y voy mañana y ya vale 1,200, y así. Todo el mundo anda desesperado caminando, es un caos”, lamentó.

Para la hondureña, la situación económica de Argentina se agrava con la contienda política. Los inesperados resultados que le permitieron una remontada en las urnas, al actual ministro de Economía, Sergio Massa, solo se entienden por el miedo y confusión que causó entre la población el discurso alocado y acelerado de Javier Milei.

Aunque aclara que ha intentando mantener una postura neutra en lo político, Morales que este año votó por primera vez, como residente al igual que su hijo mayor, señala que el desastre político es proporcional al económico.

“El peronismo se niega a morir pese a que viene en decadencia al igual que el kirchnerismo. En el caso de Milei, al inicio se ganó la simpatía de la gente, pero particularmente de los jóvenes que lo vieren como un nuevo cambio. Pero hay opiniones divididas, hay unos que creen que el tipo está ‘siquiátrico’, que cómo nos va a representar, otros lo ven como el que va a privatizar todo, mientras que otro dice, si ya nos gobernaron ladrones, por qué no nos va a gobernar un loco. La gente tiene una confusión mental terrible, que no sabe que hacer. El problema es que los peronistas no quieren sacar sus manos del poder”, prosiguió.

Para la sampedrana, el revés de Milei en las urnas se debe a dos situaciones. Una relacionada a su retórica agresiva se malinterpretó, particularmente en temas como el de la portación de armas, y beneficios de seguridad social y educación y los llamados “planeros”, una subvención que el Estado da a las familias por cada hijo nacido en Argentina mientras es menor. “Y por miedo a perder eso, algunos se le dieron vuelta a Milei”, aunque tampoco duda que en algunos centros de votación le hicieron fraude.

Y dos, al show mediático que ha mantenido con su nueva novia Fátima Florez, una destacada actriz y comediante, famosa imitadora de Cristina Fernández de Kirchner.

“Sobre Milei unos dicen que es sincero, otros que está payaseando y que se quiere ganar la gente. Pero en lo que sí le doy crédito a Massa es que tiene oratoria, y Milei no la tiene y a veces solo dice estupideces. Massa es un tipo recontra preparado en la política, aunque se le critica que siendo ministro de Economía no ha hecho nada”, afirmó.

En Argentina, la comunidad hondureña es relativamente pequeña. La mayoría son jóvenes con estatus temporal que van a estudiar. Los residentes que tienen años no son ni 20, los que se mantienen en constante comunicación y reúnen, citas en las que aprovechan para comer tacos o baleadas hondureñas.

Para la hondureña, en el plano político, gane quien gane en los comicios finales del 19 de noviembre tiene que darle al país un respiro económico al país, pues la deuda es impagable y la inflación desesperante.

Considera que todo lo que enfrenta y sufre hoy en día Argentina, se deriva del socialismo del Siglo XXI del extinto presidente venezolano Hugo Chávez, y que adoptó el kirchnerismo de la mano del difunto expresidente Néstor Kirchner y su viuda Cristina Fernández, que en la actualidad asesora a Massa y funge como vicepresidenta argentina, pese a que se ha convertido en una mujer rechazada y odiada.

En la actualidad, Morales ha contemplado emigrar de Argentina para Estados Unidos, pero lo piensa ya que Alexandro, su hijo mayor, está estudiando Medicina, Daniela, su hija del medio sueña con ser periodista deportiva y la más pequeña, Ámbar, se decantará por actuación y el baile, ya es muy extrovertida.

De su lado, ha podido estudiar. Sacó un curso de lenguaje de señas y estudió Auxiliar de Farmacia, labor que desarrolla en medio tiempo en una farmacia.“Fui moza, mesera, trabajé cuidando adultos mayores. Hice de todo un poco hasta que decidí volver a estudiar”.