Santa Rosa de Aguán sobrevive entre daños
Ya se rehabilitó el acceso por carretera a varias de las comunidades, a otras solo se llegaba ayer en lancha. Hay daños en viviendas, negocios, plantaciones y red vial.
Foto: Franklin Muñoz
En toda la orilla de la CA-13 se observan daños en comunidades de Sabá, Tocoa y Santa Rosa de Aguán, donde los pobladores han perdido sus pertenencias y hasta los instrumentos de sus modestos trabajos.
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SANTA ROSA DE AGUAN
En Santa Rosa de Aguán, el panorama es poco esperanzador tras el paso de la tormenta Sara: gran parte de las familias perdieron sus pertenencias, las plantaciones se arruinaron, hay baja producción de leche por el ganado afectado y una parte de la infraestructura está rota.
LA PRENSA Premium llegó hasta la zona cero de los desastres por Sara. Son varias comunidades marcadas por las fuertes lluvias y las corrientes del potente río Aguán. Durante los días de la tormenta se captaron varias fotografías que ilustraban cómo regiones de este municipio de Colón habían quedado totalmente sumergidas por el agua.
El golpe por las lluvias fue tal que hasta ayer se rehabilitó el acceso vehicular a Santa Rosa de Aguán, pero todavía hay sectores donde solo se llegaba en lanchas.
Uno de los pasos afectados para esta comunidad, de marcada presencia garífuna, es la barra del Aguán. Antes, el tránsito era a pie, pero el fuerte oleaje y la corrientes del río derribaron los bancos de arena.
Este último embate volvió a desnudar la fragilidad de Santa Rosa de Aguán, que fue devastada en 1998 por el huracán Mitch, con un saldo trágico de 42 muertos.
Recorrido
El equipo periodístico de LA PRENSA Premium inició su ruta en la salida desde la carretera CA-13, exactamente en el puente La Burra, sobre el río Aguán. Desde este punto aún salían ayer lanchas cargadas con víveres para comunidades como Vuelta Grande, una de las afectadas por las inundaciones. En esas faenas estaba el lanchero José Duarte, quien cargaba agua que recién había comprado a la orilla de la carretera para llevarla a sus vecinos perjudicados.
El viaje de Duarte era esencial: llevaban cuatro días incomunicados en su sector, desde que las crecidas del río Aguán irrumpieron con fuerza, tras las intensas lluvias por Sara, y dejaron bajo agua la mayoría de viviendas.
Para llegar a la cabecera de Santa Rosa de Aguán, municipio que colinda con el mar Caribe y es cruzado por el río Aguán, se pasa primero por otras aldeas, que también eran un espejo de los desastres por el fenómeno climatológico.
Durante el trayecto también se observaban camiones cargados de alimento para la venta, así como ganaderos trasladando sus vacas nuevamente a los corrales, pues lograron ponerlas a salvo. Los centros de recolección de leche han estado cerrados, pero indicaron que esperan reactivar las labores esta semana.
- > - Copeco registró 4,440 viviendas dañadas y 427 destruidas. Además, 2,458 zonas incomunicadas hasta ayer. Entre otros daños hay 5 carreteras destruidas y 59 dañadas, 42 calles destruidas y 82 dañadas.
- > - 213,104 perjudicados había hasta ayer por las lluvias de Sara, que cobró la vida de seis personas en el país.
En el viaje de ida se coincidió con Erlin Hernández, un administrador de una cooperativa campesina que relató la pesadilla que sufren los productores de palma a causa de las inundaciones. Hay muchas pérdidas, principalmente en las plantaciones pequeñas, dañadas algunas de manera total.
Como cada cooperativa opera con la producción que saca, temen perder todo y que la mayoría de trabajadores del Bajo Aguán se queden sin trabajo. Muchos de los productores de palma esperan, al menos, que el agua despeje las plantaciones para rescatar parte de la fruta y venderla a la empresa de aceite.

Sin trabajar
Otra que ya reciente la falta de trabajo es Justa Martínez Róchez, también residente en Santa Rosa de Aguán. “Toda la ropa se mojó, ya estoy lavando, perdí la provisión que tenía para comer y la hornilla que tenía para hacer pan, y de eso vivo”, lamentó.
Externó su pena por las consecuencias de esta desgracia, porque ya de por sí hay pocas fuentes de trabajo para las mujeres, la mayoría se dedican a vender pan de coco o aceite, o administran una pulpería.
En ese mismo poblado vive Rosalía Padilla, de 68 años, a quien también el agua del río inundó su casa y perdió enseres; pero afirma que su necesidad más urgente es la comida. Ella vive sola.
Bricelda Solís, vicealcalde de Santa Rosa de Aguán, informó que los daños cubren desde Villa Hermosa hasta La Planada; es decir, la mayor parte del poblado.
Todo el municipio se volvió un río y están temerosos con los pronósticos de un frente frío. En Santa Rosa de Aguán están afectadas las comunidades de Villa Hermosa, Dos Bocas, El Manquito, Vuelta Grande, Babilonia y Miramontes.
En Villa Hermosa, por ejemplo, los habitantes siguen sacando lodo y el agua, por poco no cuentan lo ocurrido. “El agua rápidamente nos llegó al cuello y lo que hicimos fue salir al manguito, donde no subió tanto”, recordó Jesús Vásquez Pérez, quien ayer estaba tratando de rescatar los plátanos que tenía almacenados, pues hace tajadas para vender a pulperías.
También hay severos daños en la carretera CA-13, la vía está repleta de enormes agujeros desde Sabá hasta Trujillo.
A lo interno de Santa Rosa de Aguán se reportan tramos dañados y cajas puentes afectadas. La municipalidad ya empezó con la rehabilitación, pero esperan el apoyo del Gobierno porque se necesitan más recursos.