En San Pedro Sula 2.1 millones de personas presionan por servicios

A diario entran y salen de la ciudad 1.5 millones de personas, y las restantes 663,000 que son residentes, conviven en una vertiginosa urbe que se está quedando pequeña.

Foto: Héctor Edú

El centro de la ciudad, por su ubicación estratégica, es el punto de mayor congestionamiento poblacional.

mié 13 de marzo de 2024

34 min. de lectura

San Pedro Sula, por años una de las ciudades más pujantes de Centroamérica, enfrenta un desequilibrio en el crecimiento económico, generación de empleo, garantía de servicios básicos y condiciones adecuadas antes su vertiginosa movilización social.

Cuenta con una extensión territorial del 898.6 Km². Es colindante al norte con los municipios de Choloma y Omoa; al sur con San Manuel y Villanueva; al este con La Lima y al oeste con Quimistán (Santa Bárbara). La población de San Pedro Sula se encuentra asentada en 652 barrios del casco urbano y en 51 aldeas y 232 caseríos del sector rural.

Su vertiginosa urbanización también conlleva externalidades negativas, como la desigualdad, la pobreza y el desarrollo sectorizado. Las diversas necesidades de la población y las limitadas oportunidades en las zonas rurales del interior del país han impulsado un crecimiento constante de la migración hacia los entornos urbanos.

$!San Pedro Sula produce más del 60% del Producto Interno Bruto del país. La generación de empleo sigue siendo uno de los puntos más álgidos de tratar.

Este panorama plantea desafíos sustanciales en términos de planificación y ordenamiento territorial. Garantizar un acceso equitativo a bienes básicos como vivienda, equipamientos y servicios urbanos, transporte y espacios públicos para todos los habitantes de la ciudad se vuelve un reto. Mucha de la población reside en barrios marginales o asentamientos informales, además, la expansión del consumo de suelo se ve superado por el crecimiento poblacional.

La acelerada urbanización plantea debates fundamentales sobre la sostenibilidad de los territorios, ejerciendo presión no solo en la distribución espacial de las personas, sino también en la gestión de recursos críticos como el agua, la energía eléctrica y servicios esenciales como la salud pública.

Preocupación

El empresario y expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (Ccic), Eduardo Facussé, manifestó que San Pedro Sula ha estado abandonada por décadas en cuanto a inversiones, lo que resulta “doloroso”, considerando que es una zona con un potencial significativo, por tanto debería recibir una mayor atención.

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“Aunque san pedro es productiva, la insuficiencia de servicios básicos impiden su desarrollo”: Eduardo Facussé, empresario sampedrano

“San Pedro Sula está rezagada en cuanto a servicios, comenzando por la problemática descarga de aguas negras. La ausencia de plantas de tratamiento agrava la situación al verterse en fuentes de agua, generando un impacto grave en el ambiente, además, en términos de movilidad, no se han implementado anillos de alivio”, ejemplificó Facussé.

A criterio del empresario de la zona norte, la Alcaldía tiene una cuota de responsabilidad, pero cree que es el gobierno central el que debe contribuir con los impuestos generados, para el desarrollo de la ciudad.

“Es imperativo garantizar acceso adecuado al agua, energía competitiva y carreteras para construir una infraestructura esencial. Sin la implementación de estas medidas, la ciudad se volverá cada vez más complicada”, cuestionó.

Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al año 2023, se contabilizó en San Pedro Sula un total de 7,428 viviendas. Los resultados obtenidos de la Encuesta Permanentes estimó 663,018 personas, distribuidas entre 313,119 hombres y 349,899 mujeres. Además, un registro de 189,577 hogares, con una relación promedio de 3.5 personas por hogar. A esto se suma a la presencia de una población flotante que se calcula en más de un millón y medio de personas.

En números redondos, a diario por San Pedro Sula se movilizan 2,163,018 personas entre residentes y foráneos que estudian, trabajan o realizan otras actividades demandando servicios de toda índole en la urbe.

$!Varias de las zonas de San Pedro Sula han sido invadidas por pobladores que han emigrado de otras regiones.

De todas las viviendas, el 92% cuenta con tuberías instaladas como su principal fuente de obtención de agua, el 6.2% se abastece mediante pozos con bomba, mientras que el 0.1% recurre a carro cisterna. Sin embargo, aún persiste un 0.27% de la población que no dispone de una fuente de obtención de agua propia y se abastece utilizando la vivienda de un vecino, otra casa o algún otro medio.

La mayoría de las viviendas disponen de un sistema de saneamiento apropiado, siendo el inodoro conectado a alcantarilla el medio predominante para la eliminación de excretas, representando el 84%. En segundo lugar se encuentra el inodoro conectado a pozo séptico, abarcando el 12%, y en menor medida el inodoro con desagüe directo a río, laguna o mar, así como las letrinas con pozo negro, séptico o con cierre hidráulico.

La fuente principal de alumbrado en las viviendas es el servicio público, alcanzando un 93%. Este dato refleja una notable cobertura de electricidad en la ciudad, aunque el Distrito Central goza de una cobertura aún mayor, llegando el 99%.

Otros problemas

El analfabetismo constituye un desafío en el panorama educativo del país. En San Pedro Sula, el 6.2% de las personas mayores de 15 años enfrentan esta problemática, afectando tanto a hombres como a mujeres. Al profundizar en el análisis de los años de estudio promedio en la población sampedrana, las cifras sitúan en 8.2 años en promedio, con una ligera variación entre hombres (8.3 años) y mujeres (8.1 años).

Cerca del 77.52% de la población se sitúa en la franja de edad laboral, es decir, 15 años y más. Esta composición se distribuye mayoritariamente, con un 55% representado por mujeres y un 45% por hombres. En términos de la población económicamente activa en la ciudad, la cifra alcanza los 303,914 ciudadanos , de este total, solo el 8.0% (24,635 personas) se encuentran desocupados, mientras que el 92.0% (279,279 personas) están empleados.

$!325,000 vehículos aproximadamente están registrados en San Pedro, pero circulan más de 650,000 por municipios aledaños, según el Instituto de la Propiedad.

Hay una proporción significativa de personas en situación de asalariados, siendo notablemente más elevado el porcentaje de aquellos que trabajan como empleados privados, alcanzando un 90%, en contraste con los empleados domésticos, que representan solo el 2%.

Considerando a aquellos ocupados que reportan recibir ingresos por su labor, se calculó un ingreso promedio por trabajo de 11,397 lempiras al mes. A pesar de que el sector público cuenta con una menor cantidad de empleados en comparación con el sector privado, los ingresos en el primero son superiores, situándose en 15,428 lempiras en contraste con los 12,434 lempiras del sector privado.

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“Hay una carencia de políticas públicas pese a tener un plan de desarrollo a largo plazo”: César Ramos, sociólogo y ejecutivo CASM

César Ramos, gerente de Incidencia de la Comisión de Acción Social Menonita (Casm), comentó que la población flotante utiliza la ciudad como “dormitorio” y se desplaza para trabajar en lugares como Choloma, Villanueva y La Lima; sin embargo, generalmente se establece en San Pedro Sula debido a la diversidad de servicios e infraestructura que ofrece.

A su criterio, aunque esto impulsa el crecimiento demográfico, satura la capacidad de los servicios sociales en el municipio y plantea desafíos en términos de seguridad, dada la dinámica de movilidad urbana. Esta situación genera demandas que dificultan la capacidad de respuesta de los gobiernos locales y plantea problemas en materia de seguridad ciudadana.

$!Muchos de los barrios y colonias de San Pedro Sula, sobre todo en sectores conflictivos, hurtan servicios como energía eléctrica. En otros sitios se reportan constantes racionamientos por la sobrecarga.

“Debido a la migración interna de personas que se instalan a las orillas de ríos y bordos por la atracción de empleo en las maquilas, hay un crecimiento urbano no planificado. Esto ha aumentado la demanda de servicios públicos, infraestructura social y ha exacerbado la inseguridad ciudadana, generando una dinámica para la cual los gobiernos locales se han quedado cortos en sus respuestas”, especificó el sociólogo.

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Apuntó que la zona céntrica de San Pedro Sula es caótica, con calles invadidas por puestos de venta de vendedores estacionarios, reflejando un crecimiento desordenado y falta de planificación.

“Parece que hemos colapsado en la capacidad de gestión a nivel municipal para mitigar las dinámicas de crecimiento urbano y demográfico, lo cual está generando crisis, incluida la ambiental, y una enorme cantidad de vehículos en circulación. Entonces, si no se toman medidas, esto podría convertirse en una crisis aún mayor”; advirtió.

Los hombres constituyen el 69.3% de la población no asalariada, mientras que las mujeres representan el 29.7%. En términos específicos, las mujeres predominan en la categoría de trabajador familiar no remunerado en comparación con los hombres. En contraste, en la categoría de contratista dependiente, son los hombres quienes predominan.

Uno de los retos en el mercado laboral es la tasa de desempleo en San Pedro Sula, que se sitúa en el 8.1% de la fuerza laboral. En promedio, una persona desempleada en esta ciudad lleva 3.1 meses buscando trabajo y se observa que el mercado parece absorber la mano de obra masculina de manera más rápida que la femenina.

La población, en el rango de edad de 5 a 17 años, comprende a 144,297 personas, con 74,329 niños y 69,966 niñas. En cuanto a la condición de actividad de esta población, el 84% de las personas de 5 a 17 años se dedican exclusivamente a estudiar, mientras que el 6% está involucrado en alguna forma de trabajo, ya sea combinando estudio y trabajo o dedicándose únicamente al empleo. Por otro lado, un 10.0% de este grupo no se encuentra ni estudiando ni trabajando.

Al examinar la población de 5 a 17 años, se observa que el promedio de años de estudio para este segmento es de 4.5 años, tanto para niños como para niñas. Con relación a la actividad laboral de este grupo, existe una proporción de niños y niñas en situación de asalariados. Mayoritariamente, el 97% trabaja como empleado privado, en contraste con el 3% que desempeña labores como empleado doméstico. No se identifican niños y niñas trabajando en el sector público.

$!Autoridades municipales continúan trabajando para suplir las necesidades inherentes a su población local y flotante.

La población joven abarca aquellos que tienen entre 12 y 30 años de edad. Dentro de este rango se encuentran 214,104 jóvenes, compuestos por 105,608 hombres y 108,496 mujeres. En términos de su condición de actividad, el 32% de los jóvenes se dedica exclusivamente a estudiar, el 43% trabaja (lo que incluye a aquellos que estudian y trabajan, así como a los que solo trabajan), y el 25% no está involucrado ni en estudios ni en empleo.

Al analizar la población de 12 a 30 años, sus años de estudio promedio son de 8.7 años, 8.5 para los hombres y 8.2 para las mujeres.

Se identificó la presencia de adolescentes en situación de asalariados, siendo el mayor porcentaje ocupado como empleado privado, alcanzando el 94%, en contraste con aquellos que desempeñan roles en el sector público, que representan el 4%. Del total de la población trabajadora, el 58% son hombres y el 42% son mujeres. Entre aquellos que se dedican exclusivamente a estudiar, el 52.15% son mujeres y el 47.85% son hombres. En la categoría de quienes ni estudian ni trabajan, las mujeres conforman la mayoría con un 64.8%, mientras que los hombres representan el 35.2%.

Según otro estudio que realizó la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), de toda la población de San Pedro Sula, el 5.13% es rural y 94.87% establecida en área urbana. El 76.2% de la población cuenta con celular y 18.1% con correo electrónico, esto, en condiciones de comunicación entre sí.

Otro aspecto importante de puntualizar, dentro de la composición de edades, es el hecho que los habitantes del municipio son muy jóvenes, por lo tanto, existe una alta relación de dependencia. Más de un tercio de la población son niños a los cuales hay que proteger, nutrir y educar para garantizar las estructuras productivas del municipio.

De todo el grupo poblacional, una parte es considerada como población inactiva o pasiva laboralmente, dentro de los cuales se identifican las personas que se dedican al trabajo doméstico, los estudiantes, los pensionados o jubilados, con discapacidad permanente, los jóvenes que ni estudian ni trabajan, entre otros. El otro grupo es conocido como población económicamente activa, y se caracteriza por las personas que se encuentran trabajando, generando ingresos o buscando trabajo activamente.

Se estima que el 45.59% de la población, potencialmente activa, es joven, y por lo tanto, amerita impulsar políticas públicas orientadas a la educación, media, superior y a la formación profesional que potencialice habilidades.

Se calcula que de toda esta población, un 27.98% ha cursado la educación secundaria y los que han culminado los estudios superiores son un 5.14%; no obstante, los habitantes calificados a nivel de postgrado tan solo alcanzan un 0.24%. La mayoría de la población solamente ha cursado la educación básica en un 50.23% y el nivel de analfabetismo es del 9.57%.

San Pedro Sula representa el 8.189% de los hondureños retornados a nivel municipal. A manera de contar con un acercamiento de las principales enfermedades del municipio, es posible tener una idea muy amplia, o bien, inferir sobre estas, por medio del comportamiento mostrado a nivel departamental, las cuales han sido detalladas por la Secretaría de Salud: diarrea, bronquitis y asma, neumonía/bronconeumonía, faringo amigdalitis estreptocócica, dengue, varicela, hipertensión arterial y diabetes.

En cuanto al primer componente de la esperanza por una vida más longeva, se confirma mejores condiciones de nutrición y salud entre la población de San Pedro Sula, con un indicador de 75.6 años.

Otros componentes relevantes identificados son el cálculo de la pobreza por medio del Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, en donde se cuantificó que el 39.6% de la población de San Pedro Sula reporta al menos tres necesidades latentes. En el sector de salud, los que más se está dando son: partos de adolescentes, suicidios y muertes por accidentes de tránsito.

Para el sector educación en el municipio, se ha determinado que la tasa de matrícula bruta del municipio es de 74.7, con una tasa de deserción de 6.4 y una tasa de repitencia de 3.2, donde la proporción de alumnos por maestro es de 25. El 87.4% de los centros educativos cuentan con electricidad, el 79.3% con agua potable y un 59.6% con saneamiento básico.

En lo que respecta a la seguridad ciudadana, siguen siendo un problema los homicidios, las denuncias por violencia doméstica e intrafamiliar, el robo y los hurtos.

El nivel de hacinamiento se estima en 3.63 personas habitando en cada vivienda; sin embargo, siendo más rigurosos, tomando en cuenta solamente las viviendas ocupadas, resulta que habitan al menos 4.03 personas por vivienda. En el área rural se cuenta con datos específicos y tan claro, pero se calcula que hay un hacinamiento de 4.14 personas por vivienda.

Con una pirámide de población ancha en la base y angosta en la parte superior, es manifiesta la mayoría de los hombres en los primeros grupos de edad, relación que se invierte a partir de los 24 años cuando las mujeres vienen a ser mayoría en cada grupo de edad. Esta característica demográfica va a repetirse en cada grupo poblacional al interior del territorio municipal, producto del efecto de la migración interna e internacional, así como de la mayor mortalidad masculina.