Comunidad Las Tejeras lleva 40 años a la sombra de la llena de El Tablón

Pobladores de Quimistán y San Marcos, cuyas propiedades quedarían bajo el agua por la inundación que causaría el embalse, dudan de que el proyecto sea ejecute.

Foto: Neptalí Romero

Las Tejeras y el barrio Baluarte son dos de al menos cuatro comunidades que quedarían bajo el agua; lo mismo pasará con la CA-4 a partir del kilómetro 40.

mar 3 de diciembre de 2024

11 min. de lectura

SAN MARCOS, SANTA BÁRBARA

Han oído hablar tantas veces de la construcción de la represa El Tablón, y han visto a decenas de políticos mentir una y otra vez, que en esta ocasión la incredulidad en el proyecto también es palpable.

Comunidades como Las Tejeras, en el municipio de San Marcos, o el barrio Baluarte, del lado de Quimistán, viven tiempos de incertidumbre y expectativa por la construcción de la represa El Tablón-Los Limones.

" Vivimos en zozobra porque tenemos 40 años de oír que hablan de la represa, y en ese son no se nos hacen los proyectos que necesitamos. Ahí está la gente cruzando en una lancha porque no se nos hace el puente. "

Las casas y todo lo que hay en las comunidades de estos dos barrios quedarán borrados del mapa cuando la represa esté terminada y el Chamelecón forme el inmenso caudal que se ha proyectado.Esta vez, las cosas parecen distintas, pues ya se ha confirmado que Honduras tiene garantizado el millonario préstamo de 330 millones de dólares por parte del Banco Centroamericano e Integración Económica (BCIE) para la construcción de la presa, la sala de máquinas y obras de mitigación e indemnización de los afectados.También han visto más veces de lo habitual a los expertos de la firma Lombardi, que actualizan los estudios de factibilidad y diseños de la represa en sus comunidades.

" Es el mejor regalo de Navidad que nos han podido dar, que la represa no afectará a La Ceibita. Sin miedo vamos a construir, sin miedo vamos a comprar un terrenito e invertir en los emprendimientos. "

Marco Tulio Rivera, líder comunitario y espiritual de Las Tejeras, está muy al tanto de los avances que lleva el proyecto de la represa. Es consciente de que el 10 de enero estarán listos todos los estudios y que en febrero se lanza la licitación para empezar la construcción en octubre del otro año; sin embargo, también es escéptico y desconfiado.

“Lo que vemos raro es que ningún empleado del Gobierno nos visita, ni siquiera ningún diputado. Estamos en el aire, solo escuchamos de los estudios, pero de esos ya se han hecho bastantes. Primero se decía que la represa era allá por La Ceibita y lo que van a hacer ahora solo es la colita de lo que se habló, y que se llamaría Los Limones. Es una colita donde no van a embalsar el agua que detendría las llenas en San Pedro Sula”, duda.

Además
  • > Junto con al menos cuatro barrios, tres de Quimistán y uno del lado de San Marcos, quedarán bajo el agua varias granjas avícolas, así como negocios a orillas de carretera y viviendas.

Es tanta la desconfianza que cree que por ser 2025 un año político es que se está hablando del tema. “Si se va a llevar a cabo que nos hablen de la reubicación. Nosotros ya tenemos identificado el terreno donde haríamos de nuevo la comunidad. Pero como esto nos huele a política, ellos ya deberían estar hablando del adelanto para las indemnizaciones. Se nos dice que no se puede iniciar un proyecto si no se nos indemniza primero. Queremos la verdad de parte del Gobierno y no nos responden. Lo que no queremos es que nos pase lo del Patuca”.

Según su experiencia, hay varias cosas que reprocha y lo hacen dudar de que esta vez el proyecto El Tablón se concrete. Por ejemplo, no concibe que al menos siete kilómetros de la carretera nueva se pierdan porque quedarán bajo el agua.

“Cómo es posible eso. Para qué construyeron esa carretera si sabían que harían la represa y esa parte quedaría bajo el agua. Ese es dinero del pueblo que se usó”, cuestionó Rivera.

También le preocupa que el terreno que ya tienen identificado para trasladarse sea comprado por alguien que ya tenga el dinero en mano.

$!En Baluarte hay alrededor de 30 viviendas y la mayoría no acepta el proyecto de la represa. En el lado de San Marcos sí lo apoyan, siempre y cuando cumplan con las indemnizaciones.

Además de Las Tejeras, del lado de San Marcos se inundarán enormes extensiones de tierra de la compañía azucarera Chumbagua, que las tiene sembradas con caña.

“Hemos visto cinco terrenos, pero solo estamos dispuestos a mudarnos a uno. Aquí donde vivimos no tenemos ningún riesgo ni amenaza. El río Chamelecón, para Eta y Iota solo nos llevó una caja y unas tuberías, nada más. Ahora mismo vivimos en un lugar seguro. No tenemos cerros que nos amenacen con derrumbes ni nada de eso. Tenemos nuestro proyecto de luz, que nos ha costado, al igual que el de agua”, precisó.

Las Tejeras es una comunidad en forma de T en la que hay unas 150 viviendas y viven más de 300 personas. Tienen una cancha de fútbol, tres iglesias y, gracias al apoyo comunitario, proyectos básicos.Para llegar a Las Tejeras es necesario pasar por el centro de San Marcos y avanzar al menos 10 kilómetros por una carretera de terracería en buen estado con dirección al este.

“Nos harán un ‘Cajón’ aquí cerca”. Igual realidad a Las Tejeras viven en el barrio Baluarte, del lado de Quimistán. Ahí, José Larios es el capataz de una pequeña hacienda que colinda con el río en la que se cultivan todo tipo de árboles frutales y tiene animales de granja.

$!Aunque han visto al personal de Lombardi actualizar los estudios, pobladores de Las Tejeras quieren reunirse con funcionarios para conocer certeza del proyecto.

“Lo único que sé es que nos van a venir a construir un ‘Cajón’ aquí cerca y todo esto se va a perder. A nosotros nos tocará irnos a buscar trabajo al otro lado porque aquí el agua tapará todo”, lamentó el joven. Él, al igual que José Ramírez, quien montado en su caballo conversó con el equipo de LA PRENSA Premium, lamentaba tener que irse de su comunidad para darle paso a un proyecto que beneficiará a otros aguas abajo. Él cree que el proyecto debió hacerse en El Tablón porque era el sitio que había sido estudiado por muchos años.

“Nosotros no queremos movernos de aquí. Ahora mismo no sabemos qué vamos a hacer”, decía casi con nostalgia a bordo de su yegua Lucero.En contraste a la incertidumbre de estos poblados, en La Ceibita, comunidad que también vivió a la sombra de la presa, ahora están felices por las noticias que los excluyen de las zonas afectadas por el proyecto.

Molestias
  • > Se les prometió que con el embalse habría hoteles, proyectos turísticos, pero ahora se les ha dicho que como comunidad no tendrían derecho a explotar el embalse.

Heber Banegas, expresidente del patronato y líder vigente de esa comunidad, compartió con LA PRENSA el sentir y pensar de los habitantes de esta conocida comunidad.“Ayer que vi la publicación del diario se la compartí a muchos de la comunidad. Algunos hasta lo compartieron, estaban bastante alegres”, afirmó.

" Cuando el río crece no deja de darnos miedo. Yo estoy de acuerdo con la represa porque nos van a llevar a vivir a un lugar mejor. Siempre y cuando nos cumplan con eso, vamos a apoyar la construcción de la represa. "

“Muchos me dicen: ‘gracias, profe, qué notición el que nos han dado’. Yo creo que es el mejor regalo de Navidad que nos ha dado la presidenta. Ahora ya sin miedo vamos a construir, sin miedo vamos a comprar algún terrenito ahí para nuestros hijos. Muchos dueños de empresas o microempresas, como el dueño de Balneario Jocomico o el de la gasolinera, han celebrado esta excelente noticia, ya que son millones los que tienen invertidos”.

Según Banegas, por más de 40 años vivieron con temor e incertidumbre. “Todos los años o cada período que se cambiaba un presidente estaba nuevamente el tema de la represa, y entonces la gente volvía nuevamente a lo mismo. Muchos estaban cansados de ese tema, porque todo el tiempo se tocaba cada vez que cambiaba presidente, se empezaba de nuevo”.

$!Comunidad Las Tejeras lleva 40 años a la sombra de la llena de El Tablón