A fuerza de remo cruzan el río Chamelecón para ir a diario a trabajar

Las Tejeras urge desde hace cuatro años el puente, pero por el “fantasma de la represa” no se los hacen.

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Así cruzan el Chamelecón en Santa Bárbara.

mar 3 de diciembre de 2024

Las Tejeras, San Marcos, SB

Muchas personas arriesgan a diario sus vidas para llegar a sus centros de trabajo; sin embargo, les toca sortear con gallardía los obstáculos de la vida para ganarse el pan de cada día.

Eso justamente es lo cotidiano y común en comunidades que viven a expensas del río Chamelecón, en Santa Bárbara.

En la comunidad de Las Tejeras, de San Marcos, un pequeño pueblo condenado a desaparecer, ya que quedará bajo el agua cuando se forme el embalse de la represa El Tablón-Los Limones, a diario las personas productivas de la comunidad se enfrentan a las corrientes del río. Antes de 2020, todos iban y venían a sus trabajos por un puente de hamaca que había a escasos metros del sitio conocido como Punto 44, en la carretera CA-4, pero el río, que alcanzó caudales nunca vistos en ese lugar, arrancó la estructura desde sus cimientos, dejándolos casi incomunicados.

Desde entonces, cuando quieren salir de su comunidad sin dar la vuelta por San Marcos se arriesgan a cruzar el río subidos en una pequeña lancha comandada con gran habilidad por Melvin Pineda, el hombre y líder que mejor conoce el río en esa comunidad. El puente es necesario desde que el río se lo llevó, pero no lo construyeron de nuevo porque siempre les dicen que la comunidad va a desaparecer por la represa y no valdrá la pena la inversión.

Mientras se alista para cruzar a la gente que viene de trabajar en la maquila en Naco, del lado de Quimistán, Melvin cuenta cuál es la estrategia para no ir a dar río abajo con sus pasajeros.

“Primero me tengo que ir contra la corriente por toda la orilla. Subo hasta cierta parte donde no hay piedras y cruzo. Ahí toca remar rápido para que no me arrastre la corriente. Lo mismo hago del otro lado. Solo puedo pasar a cuatro personas por vez y gracias a Dios jamás hemos tenido ningún percance”, cuenta Pineda.

Con su medio de transporte, una pequeña lancha de aluminio con capacidad para cinco personas, y el arriesgado servicio que presta cruzando personas de un lado al otro por el medio del caudaloso río, Melvin demuestra que también es uno de los hombres mejor informados en Las Tejeras sobre el proyecto de la represa. “Nos han dicho que es para evitar las inundaciones a los de allá abajo -valle de Sula-, y nosotros decimos que está bien, que lo hagan, siempre y cuando a nosotros nos cumplan con lo que nos han prometido. En esta ocasión quisiéramos hablar directamente con la presidenta Xiomara Castro porque esta represa la vienen haciendo desde 1976, y nada que la hacen. Nosotros sabemos que estamos en un punto rojo y queremos ver si esta vez el proyecto se hará para hablar de los términos de la reubicación”, afirmó.

" Nos han dicho que vamos a quedar en mejores condiciones y que hasta nos van a pavimentar las calles. Nos cuesta creerle al Gobierno. Nosotros estamos estancados, teníamos puente, pero Eta y Iota se lo llevó y no lo hacen por la represa. "

Y en efecto. En la comunidad no se salvará nada, por lo que sus pobladores han aceptado ser reubicados a un nuevo sitio ya elegido y dejar atrás toda la historia de Las Tejeras cuando se inunde por la represa. “Nosotros somos gente humilde que trabajamos de la agricultura, la construcción y el trabajo en las maquilas. Nunca nos hemos opuesto al proyecto porque hablan de reubicarnos en un lugar mejor y hasta pavimentarnos las calles, además de darnos más de lo que tenemos ahora, pero queremos ver que se cumpla lo que han prometido”.

Casi al final de la tarde, su hora de trabajo se intensifica. Cuando sale la gente de trabajar, se baja de los buses en el punto 44 y caminan hacia la pequeña lancha que los lleva a casa. Cada persona paga 10 lempiras por cruzar y se ahorran más de una hora yéndose por San Marcos. Melvin es su tabla de salvación y el conductor más eficiente del Chamelecón.

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