“Nosotros tenemos el control de las colonias”: jefe policial de Rivera Hernández
Seis bandas criminales son el principal dolor de cabeza de la seguridad en la Rivera Hernández, San Pedro Sula. Jefe policial dice que esta zona está muy estigmatizada y satanizada.
Foto: LA PRENSA
Enock fúnez, jefe policial del sector Rivera Hernández, en entrevista con Diario LA PRENSA.
Libertad para entrar y para salir de cualquier barrio y colonia sin temor a perder la vida por parte de las bandas delincuenciales, es el legado que pretende dejar Enock Fúnez (50), subcomisionado de la Policía Nacional, quien tiene un poco menos de medio año de encabezar las operaciones en el sector Rivera Hernández y alrededores.
LA PRENSA Premium visitó su oficina para entrevistarlo sobre cómo la Policía local enfrenta a las estructuras criminales y las medidas que implementan para garantizar la tranquilidad de los residentes y quitarle poder territorial a las bandas delictivas.
¿Cómo está la Rivera Hernández en este momento en términos de seguridad ciudadana?
Vamos paso a paso, hay mucho qué trabajar en materia de mujer, en menores y educación, hay que fortalecer todos los programas sociales. El Estado como tal tiene una responsabilidad importante que es la prevención, disuadir, atacar el antes, el durante y el después.
¿Qué resultados puede destacar en su corto tiempo de administración?
En este año llevamos 42 homicidios en comparación a 79 del año pasado. Es una baja considerable en donde influyen aspectos sociales de la zona. Como Policía Nacional le apostamos mucho a la prevención, trabajamos en el acercamiento con la comunidad y vinculación comunitaria; es decir, en fortalecer el binomino Policía-comunidad.
Estamos conscientes que la inseguridad es producto de la carencia de programas sociales, pero tengo la esperanza que nos vamos a consolidar como grupo. Las fuerzas vivas, instituciones del Estado y centros de alcance le apostamos al bienestar común.
¿Quién manda acá?
Buena pregunta, no voy a salirme de la objetividad, pero el Estado es el Estado, una organización criminal no es más grande que el Estado. Tenemos el control en las diferentes colonias, lógicamente hay diversos patrones de conducta, pues estas pandillas optan por su misma protección, pero queremos que la gente entienda: ¿Quién es más: ellos o nosotros? Somos Estado y tenemos la responsabilidad.
Pero el Estado es macro, la gente tiene la percepción que la Policía local, o le tiene miedo a las estructuras, o está confabulada
Es un paradigma que a través de la historia se ha manejado, la gente dice que para qué vendrá a la Policía si no hacen nada o por temor a que los delaten. Justo eso estamos trabajando, tenemos que borrar y demostrarle ala comunidad que somos una Policía Nacional reformada y comprometida, prueba de ello es que con frecuencia agarramos a un distribuidor de droga o integrante de mara, aún con la poca ayuda que la gente nos da.
La Policía de Honduras se merece la Policía de Honduras, no vendrá una Policía de Marte a trabajar aquí, vamos avanzando y sacando de circulación a los diferentes miembros de estructuras criminales.

¿Cómo enfrentan a las bandas?
En la Rivera estamos divididos en tres distritos para tener un mejor control. No toda la gente es mala, Rivera Hernández tiene gente pensante, lo que sucede es que a este sector lo han estigmatizado y satanizado a tal extremo que todo mundo lo asocia con violencia.
Las estructuras existen porque son hijos de vecinos de la misma colonia, allí nacieron y allí están, pero al final son gente que ahora necesita una dirección y ayuda.
Cuando recorrimos su zona miramos calles desoladas, viviendas abandonadas o en venta; ¿este es el rostro actual de Rivera Hernández?
Este problema no es de hoy, estamos identificando todos los lugares que están abandonados y los comités están tomando acción para presentar propuestas. No sabemos dónde están los dueños de esas casas, documentamos para ver si por medio de la alcaldía podemos identificar a los propietarios.
¿La gente tiene miedo de circular acá, no cree?
Los nativos no porque han vivido acá todo el tiempo.
¿Hay lugares donde ustedes no entran?
Sí entramos, claro, porque estamos uniformados y eso nos da autoridad. La Policía tiene que entrar, hay una responsabilidad, lógicamente tomamos las medidas necesarias.

¿Con cuántos agentes cuentan?
Somos 280 en todo el sector, tenemos la capacidad y logística, pero claro, la sociedad cada vez exige más, pues hay crecimiento de población y migración, sobre todo en los bordos.
¿Lo ha sorprendido algo desde que llegó?
Muy poco, porque la 18 y MS están a nivel nacional, la violencia es generalizada. Sí hay algunos casos que me han llamado la atención, pero la gente se está levantando. Un día vine aquí y un día me voy a ir, pero la gente que vive aquí va a vivir con sus problemas permanentemente.
¿Sus policías se sienten acuerpados para responder a la criminalidad local?
Sí, hablamos con ellos todos los días, no podemos confiarnos ni actuar motivados por el sentimiento. Tenemos que conocer bien un problema, identificarlo y si es grande solicitamos ayuda de las demás metropolitanas, ya que como institución tenemos la capacidad de saturar cualquier colonia aquí.
¿Sabe dónde están las maras y pandillas?
Ellos no son permanentes, son móviles. Sí tenemos identificados qué bandas operan en cada zona, pero ellos hoy duermen acá y mañana allá. Se cuidan de su grupo contrario, del enemigo y de la misma Policía.
Mirando la cámara, ¿qué le dice a estas organizaciones como jefe policial?
Da lastima cuando miro que en una escena hay jóvenes, llenos de vida y promesas para Honduras. A esta gente les pido que analicen, reflexionen, que miren cómo mueren sus contrarios. Piensen en su vida y familia, actuar de manera violenta no los llevará a feliz término
¿Los va a perseguir, los va a capturar?
Estamos en eso, recordemos que son grupos organizados y la tarea es atacar el delito.
