Biden abre nueva vía para
que hondureños casados con estadounidenses se legalicen
Unos 750,000 inmigrantes, muchos de ellos hondureños, casados con ciudadanos de EUA y con 10 años de vivir en EUA pueden optar a la legalización con nuevo plan
Foto: LA PRENSA
El ciudadano estadounidense Mario DePriest y Emely Barnica se casaron en 2018. Desde entonces han luchado por completar todo lo que manda la ley estadounidense para lograr la legalización de ella.
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SAN PEDRO SULA. Emely Barnica llegó a Estados Unidos huyendo de la violencia en Honduras.
Recién mudada a una nueva casa ubicada en una zona acomodada de San Pedro Sula, una banda de delincuentes la amarró a ella, su hermana y sobrinos, los golpeó y les llevó todo lo que había en la casa, como si de una “mudanza” se tratara.
Perdida por el dolor y el miedo decidió emigrar a Estados Unidos. Logró cruzar la frontera, pero estuvo en un centro de detención de migrantes.
Tras unos días de espera, su caso fue escuchado, logró el permiso de entrar al país, pero la condicionaron a buscar abogado para resolver su estatus, por lo que debió acudir a las cortes.Su caso de asilo tenía pocas posibilidades, ya que la gran mayoría de hondureños es lo primero que solicitan.
Se exponía a una deportación, sin embargo, sus abogados lograban apelar y posponer una decisión definitiva.En medio de ese trajín legal el amor apareció en su vida.
El ciudadano estadounidense Mario DePriest se convirtió en su novio y luego le pidió matrimonio. Su boda fue una nueva esperanza no solo en el amor, sino en una nueva vida en aquel país. Luego de eso nació su hijo, y su esposo hizo su petición ante inmigración para legalizar su estatus.
Otro largo trámite iniciaba, le pidieron un “sponsor” o patrocinador y la pastora de su iglesia la avaló. Cada trámite era un gasto de miles de dólares.
Su caso avanzó, logró que le cancelaran la orden de deportación que tiene todo aquel que entra con un permiso y debió comenzar otro protocolo legal: una solicitud de perdón por haber entrado ilegal al país, ya que su ahora esposo, la pidió de forma legal.
“He hablado con muchos abogados y el que me cobra menos pide $3,500. Si yo los pagara, tendría que hacer un pedido de residencia a la embajada de EUA en Honduras, y volver al país para someterme a una entrevista allá, viajar, y para todo eso necesito en total $15,000, sin contar gastos de estadía, boletos de avión. Para el proceso del perdón estoy buscando un abogado pro-bono (no cobran), pero me imagino que siempre me va a tocar pagar”.
Ahora, casi ocho años después de casada, ve en el anuncio del presidente Joe Biden el sueño no solo de mantener unida su familia, sino que de residir legalmente en Estados Unidos, país que le ha permitido hacer muchos de sus sueños realidad.
Una nueva oportunidad
El pasado 17 de junio el presidente de Estados Unidos anunció un beneficio migratorio que permitirá a cónyuges de ciudadanos estadounidenses legalizar su estatus de forma definitiva.
Carlos Pereira Trejo, hondureño especialista en temas de inmigración y director ejecutivo de Amigos Foundation, ya leyó el borrador de la llamada Iniciativa Parole In Place (PIP) para orientar e informar a los hondureños sobre lo que viene y cómo se aplicará a la iniciativa anunciada.
¿Pero qué significa esta acción ejecutiva migratoria que aprobó Joe Biden? La acción ejecutiva es un poder que tiene el Presidente de Estados Unidos, no tiene que ir al Congreso para poder darla y lo que busca por medio de la secretaría de Homeland Security que normará esta orden ejecutiva, es beneficiar a muchos inmigrantes que son productivos y de beneficio para la sociedad estadounidense.
El beneficio anunciado por Biden le permitirá a todos aquellos esposos o cónyuges de ciudadanos estadounidenses que hayan presentado una petición I-130 aplicar al beneficio. No necesariamente debe estar aprobada, pero si la petición formal debe haber sido presentada.
Sobre qué es el Parol In Place, Pereira Trejo dijo que cuando una persona llega a una aduana o a una frontera en Estados Unidos con una visa y presenta sus credenciales su pasaporte, el Gobierno lo inspecciona, lo acepta y lo admite.
Cuando la persona entra con esos tres conceptos le entregan un parol o una I-94. Básicamente a la persona que esté aplicando a este programa le van a dar una I-94, es decir, un parol en el lugar en donde está, sin tener una visa o haber entrado de forma legal o ilegal al país. Además debe llevar residiendo en Estados Unidos 10 años y debe comprobarlo.
Además como tercer requisito, la persona debe gozar de buen carácter moral. Esto implica no solo tener una buena conducta dentro del país, sino haber pagado impuestos en esa década. Si en ese tiempo no lo ha hecho, debe buscar a un contador para que le ayude a ponerse al día con los impuestos atrasados.
“En Estados Unidos nuestro carácter moral no solo se define por no tener un récord criminal, también se define por pagar nuestros impuestos, es decir, hacer nuestras declaraciones cada año. El que no lo hace viola la ley y su carácter moral no está limpio”, afirmó.
Cumpla los requisitos
Cada trámite de petición familiar en Estados Unidos implica un costo y muchos trámites.
Es por eso que los especialistas en inmigración recomienda a las personas que se vayan a postular por el beneficio tener claros los requisitos.
Por ejemplo, enfatizan que si alguien cumple con haber vivido 10 años en EUA y lo demuestra, si paga impuestos puntual, si tienen buen carácter moral, pero solo tiene una relación de hecho o lo que allá en EUA llaman “common law”, que es la ley común de vivir en pareja, no es elegible. Se debe presentar un acta de matrimonio.
Tampoco hay beneficio para los que se hayan casado después del 17 de junio así reúnan el resto de requisitos.
Aunque ya está el borrador completo de lo que significa este beneficio anunciado por Biden aún no se sabe cuándo va a iniciar. Lo que sí se sabe es que hay 700,000 personas inmigrantes, de los que no se sabe cuántos son hondureños, que pueden ser elegibles.
Este beneficio se extenderá a unos 50,000 hijos del inmigrante que se postule siempre y cuando sea soltero menor de 21 años. El inmigrante que se postule y califique, después de tres años podrán solicitar residencia permanente y luego la ciudadanía.
Se les permitirá permanecer con sus familias en Estados Unidos y serán elegibles para un permiso de trabajo hasta por tres años mientras dure el trámite.