Jorge Bueso Arias, con prudencia y humildad dejó huellas en la transformación de Honduras
En el occidente de Honduras, y particularmente en su natal Santa Rosa de Copán, ayer que se supo de su deceso, el café supo amargo y más de alguno se fumó un puro en su memoria
Foto: Archivo La PRENSA
Cuando cumplió 95 años, el banquero Jorge Bueso Arias dejó entrar a Diario LA PRENSA a su despacho en la agencia madre de Banco de Occidente en Santa Rosa de Copán.
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SAN PEDRO SULA, HONDURAS.
Cada vez que Jorge Bueso Arias hablaba, todos callaban y escuchaban con atención lo que tenía que decir. Así fuera ante multitudes en centros de convenciones, ante sus empleados en cualquiera de las sucursales de Banco de Occidente, o en una entrevista radial o televisiva donde compartía sus puntos de vista respecto a temas álgidos de finanzas, macroeconomía o política.
El 18 de septiembre de 2023 será un día marcado en los anales de la historia hondureña. Falleció a los 104 años de edad uno de los hombres más visionarios y queridos de Honduras, el que creyó en los que nadie creía, y el que confío en los nadie lo hacía.
Abnegado padre, abuelo, esposo, hermano y un honorable ciudadano, don Jorge Bueso Arias significó mucho en las vidas de muchas personas, en toda Honduras, pero particularmente en el occidente y en su natal Santa Rosa de Copán, donde ayer que se supo de su deceso, el café supo amargo y más de alguno se fumó un puro en su memoria.
Las redes sociales y medios tradicionales se llenaron con las voces y rostros acongojados de aquellos que tenían algo que decir sobre él. Algunos le agradecieron, otros intentaron resumir con profundo pesar parte del enorme legado que construyó desde su despacho como banquero, filántropo, político y ex funcionario público.
Con 104 años de edad, Bueso Arias seguía lúcido, y aunque ya no dirigía el negocio familiar como de costumbre, estaba siempre pendiente de él, quizá no con la energía de sus años mozos y repletos de actividad, pero sí con el mismo amor y responsabilidad que lo caracterizó.
Un siglo... y poquito más de historia
Jorge Arturo Bueso Arias nació un 14 de septiembre de 1919. Sus padres fueron el ingeniero Manuel Bueso Pineda y Lastenia Arias de Bueso (QDDG). Contrajo nupcias con Mercedes Callejas Bonilla con quien tuvo dos hijos, Isabel y Manuel Venancio.
Su vida académica tuvo su epicentro en Santa Rosa de Copán donde estudió en la escuela primaria Jerónimo J. Reina y en el reconocido instituto oficial Álvaro Contreras. Luego continuó sus estudios universitarios en la Universidad del Estado de Louisiana en Baton Rouge, en donde se graduó en 1941 como licenciado en Administración de Negocios.
Hablaba correctamente el inglés y el español y acumuló tanta experiencia en distintos ámbitos, que siete cuartillas para un resumen de su hoja de vida se llenan con facilidad.
Basta experiencia
Antes de ser un connotado banquero, Bueso Arias dio sus primeros pasos en el sistema bancario nacional como cajero. De 1942 a 1951 trabajó en el Ahorro Hondureño, en aquel entonces Compañía de Seguros y Banco de Ahorro, en el que llegó a alcanzar los cargos de sub-gerente y gerente general. En 1951 se trasladó a Santa Rosa de Copán, donde fundó y organizó el Banco de Occidente, S.A. Ahí inició sus labores del 1° de septiembre de 1951, ocupando el cargo de Gerente General.
De 1955 a 1963 incursiona en la política, y como pilar de algunos gobiernos, alcanzó puestos importantes por su preparación financiera.
En 1955 fue Secretario General del Consejo Nacional de Economía y en 1956 se le nombró Ministro sin Cartera en el gobierno transicional de la Junta Militar, cargo que ocupó hasta enero de 1959. De 1959 a 1963 ocupó el cargo de Ministro de Economía y Hacienda, durante el gobierno del doctor Ramón Villeda Morales, impulsó desde su cargo, el Programa de Integración Económica Centroamericana, siendo uno de los firmantes del Tratado General de Integración Económica y del Convenio Constitutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica.
En 1965 regresó al Banco de Occidente, S.A., con el cargo de Gerente General, el cual desempeñó ininterrumpidamente desde aquella fecha hasta el 30 de septiembre de 2016, cuando interpuso su renuncia. En 1986 fue nombrado Presidente de la Junta Directiva del Banco de Occidente, cargo que seguía ocupando hasta el día de su muerte.
Aunque fue muy galardonado a lo largo de su trayectoria profesional y en silencio apoyó muchísimas causas, hacer que Jorge Bueso Arias se sentara para hablar de ello no era tarea fácil. Eso lo sabe muy bien el veterano periodista de Diario LA PRENSA Tulio Renán Martínez, quien ya desde su retiro contó lo difícil que fue lograr en dos ocasiones, un espacio para hablar con él de temas que no fueran la macroeconomía o los problemas políticos que aquejan al país.
“Lo entrevisté dos veces, cuando cumplió 95 años y cuando arribó a los 100. Fue muy difícil porque su agenda era muy ocupada. Y aunque era puntual para llegar a la oficina, paraba para platicar con todos. Hacía un recorrido por el parque de Santa Rosa y visitaba la iglesia”.
Añade que lo que más admiró de Bueso Arias fue su rigurosidad y jovialidad. “Recuerdo que para sus 95 años me contó que cada vez que se levantaba hacía 30 culucas. Lo que hacía difícil entrevistarlo, era que él siempre quería hablar de temas financieros, del banco, de economía, y cuenta que a raíz de eso, luego de uno de sus reportajes escribió una extensa carta a la entonces directora María Antonia Martínez donde hablaba de temas, que a su juicio eran más importantes que su vida”.
Fue así, que ese importante texto días después se convirtió en una inusual columna de opinión y en una inolvidable anécdota que sin duda evidencia la personalidad del entrañable Jorge Bueso Arias, a quien Dios le dé el descanso eterno. Que descanse en paz.