Honduras: Instituciones claves han ejecutado menos del 50% de presupuesto

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una vez más, como si se tratara de un ritual anual, el panorama del uso en tiempo y forma del presupuesto en Honduras es desalentador para este 2023, según el historial de decenas de instituciones que están rezagadas en su ejecución hasta la fecha

Cifras de la Secretaría de Finanzas (Sefin) analizadas por La Unidad de Datos de LA PRENSA Premium indican que, de las 112 instituciones públicas del país, 15 han ejecutado menos del 25%, mientras que 81 tienen entre 25 y 50% de ejecución, dejando apenas 16 con más del 50 por ciento de los recursos ejecutados al 12 de julio de 2023.

Las cifras en mención, las cuales van en picada durante este segundo período de gobierno de la presidenta Xiomara Castro, señalan que en el séptimo mes del año se ha ejecutado tan solo el 38% (152,702 millones de lempiras) del presupuesto, es decir, que este 2023 tampoco se llegaría a la ejecución total de los recursos asignados.

Tomando en cuenta el aumento de presupuesto que pasó de 363,567.1 millones de lempiras de 2022 a 393,808.2 millones de lempiras en el año en curso y las necesidades que presenta la población hondureña, sectores lamentan la debilidad en planificación, priorización y ejecución de varias secretarías clave para el desarrollo.

Por su parte, desde el gobierno estiman que durante el segundo semestre deberá haber un aumento acelerado, que tampoco será suficiente para llegar a un 90% y mucho menos a un 100 %, siendo este último un porcentaje que ningún gobierno ha logrado en la historia de Honduras.

En 2022 se llegó a un 83.9% de ejecución del presupuesto. Siendo el primer año de gobierno, conllevó una reorganización institucional, rotación de personal y modificaciones en los mecanismos de ejecución.

Sin embargo, se esperaba un panorama diferente durante este año, pero parece que el patrón se repite y se lleva de encuentro las necesidades básicas de la población a través de diversas secretarías que están atrasadas con la ejecución de su presupuesto.

Servicios Financieros de la Administración Central encabeza el listado de las 15 instituciones con poca ejecución, aunque esta es una figura reservada para imprevistos y necesidades inmediatas.

Después aparecen las siguientes instituciones: Programa Red Solitaria, el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa), Crédito Educativo y Gestión por Resultados.

Completan el listado la Empresa Nacional de Artes Gráficas (Enag), el Servicio de Emprendimiento y de Pequeños Negocios, la Secretaría de Asuntos de la Mujer, la Comisión Nacional de Deportes (Condepor) y la Secretaría de Energía (SEN).

Mientras tanto, las que tienen mayor ejecución son la Secretaría de Turismo, el Instituto de Transporte Terrestre (IHTT), Tribunal de Justicia Electoral (TJE) el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y la Presidencia de la República.

Conforman el listado el Poder Judicial, la Confederación Deportiva Autónoma de Honduras (Condepah), el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) y la Secretaría de Agricultura y Ganadería.

Otras instituciones que tienen menos del 50% de ejecución, pero son consideradas claves para el desarrollo, son la Secretaría de Salud (Sesal), la Secretaría de Seguridad, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Defensa, la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social y el Instituto Nacional Penitenciario (INP).

Liliam Rivera, especialista en Finanzas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), consideró que “de continuar con este comportamiento, al cierre del presente año se alcanzarían niveles de ejecución inferiores al año 2022, dejando sin ejecutar cantidades significativas”.

“En este segundo año de gobierno, se cuenta con el incremento presupuestario más alto registrado en los últimos 10 años de análisis y dado el contexto de crisis en diferentes sectores, se espera una mayor agilidad en la ejecución del presupuesto e implementación de acciones concretas que generan cambios graduales”, expresó.

Y es que, a pesar de los diferentes programas sociales creados por el actual gobierno y su presupuesto asignado, la ineficiencia de la administración para ejecutarlos es lo que marcan las cifras en rojo que emergen en las diferentes instituciones que dejan proyectos estancados y oportunidades perdidas.

Sobre ello se pronunció Alejandro Kafati, oficial de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), quien señaló que la baja ejecución del presupuesto tiene que ver con la inexperiencia del gabinete de Castro.

“Está cobrando factura la inexperiencia del gabinete que está formado por jóvenes y funcionarios que estuvieron hace mucho tiempo en el aparato público y no se mantuvieron actualizados. Eso limita entonces la ejecución presupuestaria”, apuntó.

Kafati proyectó que al cierre del año el gobierno llegaría a una ejecución de 85% del presupuesto aprobado y explicó que esto sucede por la sobreestimación del gasto público, pues cabe recordar que al tomar el poder, el gobierno de Libertad y Refundación (Libre) se recetó un incremento presupuestario que ahora es incapaz de ejecutar.

“Los funcionarios no tienen la capacidad ni tienen la experiencia para ejecutar tantos fondos públicos. Si bien es cierto se cuenta con un plan de gobierno, inversiones y diferentes documentos, estos solo son requisitos que muy pocos se cumplen en el momento práctico”, lamentó.

El ministro de la presidencia, Rodolfo Pastor, quien reconoció que el objetivo de cada institución es ejecutar el presupuesto asignado, argumentó a este rotativo que se espera una aceleración de la ejecución durante el segundo semestre del año para que se llegue a una ejecución plena de los recursos públicos.

“El primer semestre del año se enfoca más en la formulación y organización de proyectos, que se ejecutan en el segundo semestre. En ese sentido, la ejecución despega a partir del segundo semestre”, explicó.

Con Pastor estuvo de acuerdo el presidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), Marcio Sierra, quien también dirige la Dirección de Gestión por Resultados, pues calificó de “aceptable” el monto ejecutado hasta la fecha (152,702,801 millones de lempiras).

El también economista explicó que los desembolsos deben comenzar a partir de agosto hasta diciembre, por lo que la ejecución deberá aumentar, aunque es “normal” que no se llegue al total.

“¿Qué pasa que si seguimos con esta tendencia de 40? Llegaríamos a 80 en el segundo semestre, pero eso no es la lógica, debería ser más”, reconoció Sierra, quien fue positivo con su proyección del 85% de ejecución presupuestaria este 2023.

Sin embargo, el Gobierno carga con el fantasma de repetir los resultados del año pasado. A julio del 2022 apenas había ejecutado el 37.4% (este año va en 38%). El año anterior cerró con 83.9% de los recursos ejecutado.

“Nunca se ejecuta el 100%, o sea yo quisiera que se llegara al menos a un 90%, sería una cifra excelente porque cuando se logra hay un movimiento, pero pude pasar este año porque hay muchos programas que están fuertes”, agregó.

Con una perspectiva diferente, pero no alejado de la realidad, el expresidente del Colegio de Economistas, Martín Barahona, expresó que más allá de que se ejecuten todos los recursos del presupuesto, esto no es más que una cifra, es decir, una vista preliminar al verdadero problema.

“El hecho de que la ejecución sea baja ya denota un problema, pero no nos dice todo. Lo que hay que ver es cuáles han sido las dificultades y verificar si realmente si están atendiendo la crisis del país, por ejemplo, los implementos de salud, salarios, medicamentos, infraestructura, etc., lo mismo en educación y en el sector energético”, manifestó.

“Se necesita exigirle y apoyarle al gobierno para que mejore porque depende de eso habrá un incentivo a la economía, la inversión privada nacional va a tener un estímulo y al mismo tiempo habrá un ambiente mejor de negocios, divisas, empleos y así habrá motivación e interés de inversionistas extranjeros”, apuntó.

El martes pasado, la Secretaría de Finanzas realizó un taller para avanzar con la ejecución y formulación de presupuesto base del próximo año. Según los entrevistados, volverá a aumentar, aunque ya nadie da garantía de su cumplimiento.