Hasta 300,000 kilos de coca recibe Honduras al año

Con fuerza siguen operando las estructuras de tráfico de drogas en Honduras, que reciben miles de kilos de cocaína que luego son transportados en camiones con ganado, lácteos o palma africana con rumbo a Guatemala, muchos pasando por puntos ciegos, según informes de agencias antidrogas estadounidenses.

Sin embargo, el transporte de cocaína ya no es la única etapa en la cadena del trasiego de droga en la que participan los grupos criminales, pues en los últimos años han crecido las plantaciones de hoja de coca en Honduras y los agentes antinarcóticos indican que hay más producción del alcaloide en el país, aunque aún no han logrado cuantificarlo.

Un informe de marzo de 2023 del Departamento de Estado de Estados Unidos, elaborado por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, indica que Honduras todavía es un importante país de tránsito de la cocaína con destino al país norteamericano.

Además, los cultivos de coca están creciendo cada vez más en áreas remotas en Colón, Yoro, Olancho, El Paraíso y Cortés. El documento señala que las fuerzas de seguridad hondureñas encuentran y destruyen campos de coca y laboratorios ubicados a un ritmo creciente, aunque la escala del cultivo de coca sigue siendo relativamente pequeño.

Para el caso, el pasado 7 de abril las autoridades localizaron en el municipio de Trojes, El Paraíso, una plantación de casi 300,000 arbustos de coca y un narcolaboratorio.

Trasiego y cultivos

Sin embargo, las incautaciones de cocaína en tránsito están disminuyendo.

Durante los primeros nueve meses de 2022, el Gobierno de Honduras informó la incautación de un total de 4.9 toneladas métricas de cocaína (frente a 17.8 toneladas en 2021). Además, el país sufre de problemas de largo plazo asociados con la influencia de narcotraficantes y sus apoderados, debilidad institucional y altos niveles de impunidad.

Aunque en el informe se reconoce que el Gobierno de Honduras ha mantenido sus esfuerzos contra el narcotráfico en coordinación con organismos encargados de hacer cumplir la ley de Estados Unidos, persisten desafíos estructurales en la capacidad investigativa, recursos humanos, comunicaciones y corrupción. Además, las entidades encargadas de hacer cumplir la ley carecen de equipo suficiente y transporte necesario para la interdicción aérea y marítima.

Por ejemplo, Gracias a Dios es el principal punto de entrada de cocaína a Honduras por vía aérea, marítima y terrestre, señalan las investigaciones de las unidades antinarcóticos. La ausencia casi total del Estado y la complicidad de algunos de los funcionarios de la región solo aumenta el atractivo de Gracias a Dios para las redes criminales del país, exponen.

Las fuentes citadas en el informe estiman que a Honduras llegan entre 85 y 300 toneladas de cocaína (es decir, de 85,000 a 300,000 kilos) al año por vía marítima y aérea. La falta de una estrategia nacional integral antinarcóticos ha inhibido la planificación operativa exitosa y ejecución, con varias unidades de interdicción y antinarcóticos que a menudo no se comunican y a veces trabajan en desacuerdo unos contra otros, lamentan en el reporte.

Llegada

Para el transporte de los miles de kilos de cocaína que llegan de los carteles colombianos y de Venezuela las estructuras criminales se han reorganizado. Unas han reclamado el territorio que otros grupos han perdido tras ver disminuir su poderío, afirman agentes. No obstante, los que mantienen su actividad ilícita realizan traslados de cocaína desde La Mosquitia con rumbo a las fronteras con Guatemala utilizando camiones cargados de vacas, de lácteos y hasta palma africana, así como vehículos particulares con compartimiento ocultos.

La droga llega por la vía marítima a los bancos de pesca en alta mar, luego es transportada en lanchas a zonas en los departamentos de Islas de la Bahía y Colón.

Después, los diferentes grupos mueven el estupefaciente por carretera para entregar el producto a sus enlaces de los carteles por carretera. La siguiente parada es Copán, así como a Corinto en Omoa, con el objetivo de pasar a Guatemala.

Territorios

Entre las bandas de traficantes que operan en Colón, según investigaciones, están Los Piningos, Los Yánez, Los Cubías y la banda del Pelón, que aunque no son nuevas y algunos de sus integrantes han sido capturados, han mantenido su poderío.

Específicamente en Colón y Gracias a Dios, esas bandas se encargan de descargar las avionetas en las pistas clandestinas. Además, los reportes indican que en esas zonas no han dejado de operar los Montes Bobadilla, quienes son los primeros que comenzaron hace más de diez años con los cultivos de hoja de coca en las montañas de Colón. Parte de la estructura liderada por Juan Carlos Montes Bobadilla, quien está prófugo, sigue con el tráfico de drogas y las plantaciones de arbustos de coca.

La expansión sigue al pie de la letra la siguiente dinámica: las estructuras criminales dedicadas al tráfico de drogas invierten el dinero en la compra de propiedades que no son registradas a sus nombres, sino que hacen tratos de palabra con testaferros.

Actualmente están bajo investigación una serie de negocios dedicados a la venta de carros, compra de ganado, algunas lotificadoras, así como tiendas y salones de belleza. Los agentes antidrogas no dejan por fuera el departamento de Olancho, donde han sido encontradas enormes plantaciones de hoja de coca, incluso cercanas a comunidades y donde también reciben la cocaína que llega de avionetas.

En esa región varios grupos se han reorganizado, lo que supuestamente ha disparado los asesinatos entre los miembros de las bandas involucradas en el control del tráfico de drogas.

Otro corredor es Corinto, bajo el control de un guatemalteco que tiene una estructura de personas, incluyendo algunos miembro de Los Zetas, que trabajan en la zona no solo con el tráfico de cocaína, sino de migrantes y cobran porque pasen camiones cargados de productos al vecino país.

En esa área hay punto ciegos, por lo que aprovechan para llevar la droga en lanchas rápidas y otras veces por tierra, pero agentes navales señalan que el 2022 solo recibieron una alerta de una unidad sospechosa.

Cultivos

El informe del Departamento de Estado indica que las autoridades hondureñas erradicaron aproximadamente 140 hectáreas de plantas de coca y destruyeron 15 laboratorios rudimentarios durante los primeros nueve meses de 2022, frente a 30 hectáreas y siete laboratorios durante el mismo período de 2021.

La colaboración entre la Dirección Antidrogas, Policía de Fronteras y Fuerzas Especiales de la Policía Nacional, todas apoyadas por los Estados Unidos, ha sido fundamental para estas incautaciones.

Información recopilada por LA PRENSA Premium de varias fuentes y solicitudes de información indica que Colón es, por lejos, el departamento donde más plantaciones de hoja de coca han incautado desde 2020, con 22 lugares.

Sin embargo, en Olancho, con apenas seis plantaciones, casi iguala la extensión de lo detectado en Colón (106 hectáreas frente a 108 hectáreas) e incluso lo supera en cantidad de arbustos: 1.3 millones de plantas.

Esto se debe a una megaplantación localizada este 2023 en Catacamas, Olancho, con casi un millón de plantas. De forma específica, la mayoría de plantaciones se han concentrado en Iriona, Colón, conocida por ser un punto fuerte de operación del narcotráfico.

En total han incautado 17 plantaciones.Las otras plantaciones se distribuyen en apenas 12 municipios, pero sobresalen Limón, Olanchito, Tocoa (en Colón) y Catacamas, Patuca y San Esteban (en Olancho) donde en más de una ocasión han descubiertos estos cultivos ilegales.

Hay zonas como Catacamas, Patuca y San Francisco Bulnes que una sola plantación supera los 100,000 arbustos.