“Me duele... mientras yo salgo del cáncer, hay otros que están muriendo”: hondureña

Cindy Ponce fue diagnosticada con un subtipo poco común de cáncer de mama en 2022 y ahora está a las puertas de la supervivencia

Foto: Melvin Cubas / LA PRENSA

Cindy creció en California, Estados Unidos, pero es de raíces hondureñas. Hace 15 años emigró a San Pedro Sula, trabajando como “frelancer”.

mar 1 de agosto de 2023

San Pedro Sula, Honduras.

La actitud con la que se enfrente esta enfermedad es vital para salir avante más allá de los químicos y los milagros. Cindy Ponce (35) está a punto de ser una sobreviviente de cáncer, el próximo 7 de agosto pondrá fin a sus radioterapias y será dada de alta médica por la erradicación de esta dura enfermedad.

Vivió en California, Estados Unidos, pero radica en Honduras desde hace 15 años. Tiene dos hijos, de 10 y 18 años, respectivamente, además de estar comprometida junto al hombre que ella considera el amor de su vida.

Hasta antes de noviembre de 2022 su vida giraba en torno a fiestas, un trabajo estable como “frelancer” (contratista) y exitosa en los negocios. Casi todo esto pasó a segundo plano y su vida cambió para siempre cuando fue diagnosticada con un cáncer de mama triple negativo etapa 2 B, poco común, este tiende a ser más agresivo y de crecimiento más rápido que otros subtipos, lo que puede hacer que el tratamiento sea más desafiante.

$!Cindy enseña que la vida se puede vivir con esperanza, determinación, pasión y propósito.

En febrero del año pasado sintió un bulto sobre su pecho izquierdo, pero este fue abordado como algo benigno, un simple quiste que aparentemente no representaba riesgo, por lo que decidió removérselo a través de una cirugía en julio de ese mismo año.

En noviembre, mientras se bañaba y seguía su rutina se sintió otro bulto, esta vez como el tamaño de una uva en su seno izquierdo, era algo distinto a lo anterior. Cindy se puso en tratamiento durante una semana tras visitar a su doctor, pero no le funcionó lo que se aplicaba, aquello continuaba en su cuerpo y esta vez era más grande.

$!Su historia es un recordatorio poderoso de que enfrentar el cáncer va más allá de los tratamientos médicos, es un desafío que se vence con actitud, valentía y amor.

Aunque el miedo la intentaba paralizar, fue remitida a un oncólogo, quien rápidamente le comunicó sobre el cáncer de mama. “Sentí como que alguien tomó un balde de agua fría y me lo tiró”, rememoró Cindy. Nunca contó con seguro social, por lo que a nivel privado ha tenido que costearse el proceso, apoyada por personas cercanas y desconocidas que se unieron a la causa. Calcula que a la fecha ha gastado más de un millón de lempiras entre consultas, medicamentos, estudios, quimioterapias, radioterapias, transporte, comida y otras necesidades.

El cáncer de mama triple negativo es menos común y se estima que representa el 10-15% de todos los casos de cáncer de mama.

Su ahorro para un vehículo nuevo durante seis años se convirtió en la inversión más importante de su vida. Fue ese dinero el que le sirvió como base para enfrentar el costo económico del proceso.

“Cuando supe que tenía cáncer sentí una sentencia de muerte, por decisión propia, aunque solo había un daño, me preparé mentalmente y opté por amputarme ambos pechos para reducir al máximo nivel las posibilidades. No iba a permitir que el cáncer definiera quién soy, no era negociable”, añadió Cindy con optimismo.

$!Una comparativa de imágenes de cómo está ahora Cindy y cómo era antes cuando no había sido diagnosticada con la enfermedad.