Divorcio joven: ¿Por qué fracasan las parejas en Honduras?

A diario se disuelven un promedio de 11 matrimonios. Tras el impacto de la pandemia, la convivencia prolongada y los conflictos no resueltos han sacado a la luz las fracturas.

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Aunque existen diversos factores para los divorcios, las edades tempranas siguen siendo un factor de riesgo.

vie 6 de diciembre de 2024

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San Pedro Sula

En pleno 2024, es común escuchar o enterarse que parejas cercanas con poco tiempo casados han tomado la decisión de divorciarse. Según datos recopilados de diez años del Registro Nacional de las Personas (RNP) y del Poder Judicial de Honduras, es un fenómeno cada vez más común.

Según un análisis de la Unidad de Datos de LA PRENSA Premium, Honduras ha experimentado cambios significativos en las dinámicas de matrimonios y divorcios evidenciados por eventos globales como la pandemia del covid-19. En lo que va de este 2024 se reporta un promedio de 11 divorcios diarios.

A falta de concluir el año, este número es menor al de 2023, 2022 y 2021 (con promedios de 13 a 14 separaciones diarias), pero hay dos conclusiones innegables: hay un pico después del confinamiento y que las parejas jóvenes son las que más se divorcian.

Tras los confinamientos y las restricciones sociales de 2020, se observó un notable incremento en 2021. Sin embargo, fue en 2022 cuando se alcanzó un pico inédito de 5,273 divorcios. Esta cifra marcó el punto más alto de la última década.

Encierro

Para expertos en la atención a parejas, la convivencia prolongada reveló fracturas que hasta entonces se habían mantenido ocultas. “La rutina que las parejas presentaban se vio trastocada por el confinamiento 24/7. Muchas personas no estaban acostumbradas a compartir tanto tiempo juntas, y esto sacó a la luz problemas que antes podían haberse ignorado”, explicó la doctora Claudia Avilés, psicóloga especializada en relaciones de pareja.

Entre las principales razones detrás de las separaciones, la experta destacó la infidelidad, los problemas económicos, el desequilibrio laboral y las dinámicas familiares conflictivas.

También mencionó que, en algunos casos, las diferencias en las creencias religiosas y la intromisión de terceros (como familiares o líderes espirituales) agravaron la situación. “Generalmente, se da mucho el caso de que otras personas toman decisiones por ellos, lo que crea un ambiente de imposición y falta de autonomía en la pareja”, agregó.

Otro patrón encontrado revela que los jóvenes fueron los más afectados: hombres entre los 23 y 24 años y mujeres de entre 21 y 25 años concentraron los mayores índices de rupturas.

En Honduras, según Avilés, los hombres son quienes tienden a iniciar los trámites de divorcio. “Es muy raro que una mujer ponga la demanda directamente; en muchos casos, prefieren optar por la separación antes de llegar al divorcio legal”, detalló. Esto puede deberse, en parte, a estigmas culturales que afectan tanto a hombres como a mujeres, especialmente en lo que respecta a los roles tradicionales de género y las expectativas sociales.

El panorama comenzó a cambiar a partir de 2023. El número de divorcios comenzó a estabilizarse y, para lo que va de 2024, el número se ha establecido en unos 2,609, una tendencia relativamente baja. Esta disminución puede interpretarse como un reajuste natural tras la sacudida emocional de la pandemia.

Mujer

Los datos muestra otra advertencia: las parejas que contraen matrimonio en la veintena enfrentan mayores probabilidades de divorcio. Más de 24,000 mujeres habían terminado su relación antes de cumplir los 25.

Una de las principales causas de divorcio, según el apóstol evangélico Misael Argeñal, es la falta de aceptación dentro de la pareja.

“Si la pareja no se acepta, se rechaza, entra una guerra abierta, luego una guerra fría, y finalmente el adulterio y el divorcio”, explicó. Esta dinámica, según el líder religioso, se ve agravada por la inmadurez emocional de los cónyuges, que conduce a conflictos persistentes.

“Cuando somos inmaduros, cada persona aboga por su propia causa, no por el matrimonio. Pero cuando uno madura, no importa quién tenga la razón; uno busca solucionar y sacar adelante la relación”, agregó Argeñal, destacando la necesidad de preparación emocional, espiritual y económica antes de casarse.

" Hay que tener la voluntad y el deseo de caminar juntos, mayormente cuando hay hijos de por medio, es clave para evitar el divorcio. "

Matrimonios

Pese a los números de rupturas, esta sigue siendo una década dorada para las uniones, ya que también se ha experimentado un crecimiento exponencial en matrimonios durante los últimos diez años. En 2014, se registraron apenas 5,154 matrimonios. Una década después, el número se había multiplicado casi por seis, alcanzando los 30,357 en 2024.

Entre las mujeres, los 21 a 25 años son las edades preferidas para casarse, mientras que los hombres suelen esperar de los 26 a 30 años, con un pico particularmente alto a los 28.

Para saber
  • > Desde 2014 hasta octubre de 2024, el Distrito Central, con 7,225 divorcios, refleja las tensiones propias de la vida urbana, mientras que San Pedro Sula, con 5,507 divorcios, parece seguir una tendencia similar. A nivel de matrimonios, ambas ciudades también destacan, con el Distrito Central registrando 21,166 uniones y San Pedro Sula 16,155.

Las parejas parecen aprovechar ciertos momentos del año, como agosto y diciembre, para formalizar su unión, tal vez debido a las festividades y el clima familiar que propician estas fechas.

Si bien los matrimonios están en aumento, el desafío sigue siendo reducir las tasas de divorcio, especialmente entre las parejas jóvenes.

Además, los picos de conflictos en meses específicos sugieren la necesidad de mayor apoyo emocional y financiero para las familias durante estos períodos críticos.