La fascinación maya por las aves, en boga con el aviturismo

Copán Ruinas

La guara roja o guacamaya (“Ara macao”) no solo era venerada por los antiguos mayas porque sus largas y coloridas plumas representaban al sol y al cielo, también admiraban su belleza y majestuosidad y la inmortalizaron en innumerables esculturas.

Para los amantes de las guaras, y en general de las aves, un festival en donde se puede conocer más sobre ellas, su hábitat y cómo observarlas mejor equivale a un mundial de fútbol.

En Honduras, el aviturismo está en boga, y son muchos los amantes de estos variados y hermosos emplumados los que ya integran una importante comunidad.

Isis Castro, coordinadora del cuarto Festival de Aves, que se celebrará este fin de semana en la cuna de la civilización maya, señala que Copán recibirá a visitantes de distintas partes de Honduras, como Gracias, La Ceiba, Intibucá, Masca, San Pedro Sula, San Marcos de Ocotepeque, Santa Rosa de Copán, Siguatepeque, Sonaguera, Tegucigalpa, Tela y valle del Yeguare en Zamorano, quienes se juntarán para aprender más sobre las aves y conocer muchas especies nuevas. También esperan ornitólogos y fanáticos de Estados Unidos y Guatemala.

“Los participantes del festival participarán en cinco charlas educativas sobre la importancia de las aves en la cultura maya, el efecto de la observación de aves sobre los seres humanos, los esfuerzos de conservación en especies amenazadas, como la guara roja y otras especies de la familia de loros, y la conectividad del paisaje y su importancia para la biodiversidad de aves”, expuso.

Los visitantes, a su vez, disfrutarán de cuatro caminatas de observación de aves en espacios culturales y naturales de Copán Ruinas, acompañados por guías expertos en observación de aves y cultura maya.

Disfrutar de esta afición es enriquecedora en países tropicales. Solo en el territorio nacional hay más de 800 especies distintas, y de ellas, al menos 400 se ven y vuelan libres por el bosque del parque arqueológico de las Ruinas de Copán.

Yobani Peraza, presidente de la Asociación de Guías Turísticos del parque arqueológico y miembro de la Asociación Hondureña de Ornitología, es un amplio conocedor de la cultura e historia maya por sus ya 31 años de experiencia como guía, y también se ha especializado como observador de aves, a las que identifica con solo escuchar su canto.

“La idea del festival es fomentar el amor y el cariño a las aves en Copán y en Honduras, ya que ha sido una actividad muy poco realizada en el país; pero la gente le ha ido tomando mucho interés”.

En paralelo a la protección de la guara en Copán Ruinas, otras especies se han beneficiado de ese cuidado.

“El 50% de las aves del país las podemos ver en esta región y en el bosque del sitio maya. Es otra ventaja y privilegio que nos da este sitio, que es de primera, la París de América, la más artística, donde encontramos bellas aves y la más emblemática, nuestra ave nacional, que la vemos tanto en la naturaleza como en los monumentos que nos dejaron los antiguos mayas”, señala.

En torno a las aves, los mayas tenían un pensamiento mítico y eran de suma importancia para ellos, ya que muchas de ellas inspiraron sus nombres.

“El nombre del fundador de la antigua Copán, K’nichYax Kuk-Mo, significaba Primer Quetzal-Guacamayo Resplandeciente”, señala Peraza, quien dará una de las conferencias en el festival.

Principiantes y expertos pueden participar en el evento. Para el éxito de la observación se requieren equipos sofisticados y costosos, como cámaras fotográficas, telescopios y binoculares.