Sector público llega con casi 3 años de rezago y centros de élite dan enseñanza “hiperdigital”

Mientras parte del sector privado pisa el acelerador con pantallas, “webcams” y micrófonos, escuelas y colegios públicos de Honduras aún reportan problemas de agua y energía.

Foto: Melvin Cubas

Los estudiantes del sector público se alejan cada vez más de la calidad educativa ofrecida en los institutos privados del país.

jue 9 de febrero de 2023

13 min. de lectura

San Pedro Sula, Honduras.

Desde 2020 el sistema educativo hondureño ha resentido la alteración de la dinámica social producida por la pandemia del covid-19, sin que hasta la fecha haya una recuperación completa. Si bien es cierto, la situación precaria en educación viene desde hace mucho antes de la crisis sanitaria, la tendencia en calidad en estos últimos años ha ido en picada.

El pasado 31 de enero, la presidente Xiomara Castro inauguró el año escolar 2023 en el sector público de Honduras e informó que esperan una matrícula de dos millones de niños y jóvenes, al tiempo que aseguró matrícula gratis, merienda escolar, reparación y construcción de escuelas, canchas deportivas y multiusos.

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Del discurso a la realidad hay una gran brecha. Basta con mirar los aproximadamente 12,000 centros educativos que aún presentan múltiples daños y necesidades básicas de los 25,300 registrados en total; las cientos de obras que están suspendidas, sin iniciar o sin concluir desde 2020 y por las cuales hubo un elevado financiamiento de cooperantes extranjeros; la alta migración de menores por problemas de la violencia en barrios y colonias que los frena de permanecer en el sistema, padres que buscan retirarlos por falta de dinero e incluso niños desmotivados a entrar o regresar a las aulas. Estos y otros factores frenan la educación progresiva que contrasta con los centros privados.

Mario Alas, coordinador del Observatorio de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), reconoció en conversación con LA PRENSA Premium que las diferencias entre ambos sectores son abismales.

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“Tras la pandemia hubo un retroceso y el desempeño es bajísimo: Mario Alas, coordinador del Observatorio de Educación de la UPN

“El sistema educativo público ya tenía problemas de aprendizaje antes de la pandemia, pero desde entonces hay un retroceso enorme. En el primer ciclo educativo los niveles aún son aceptables y logran aprender algo, pero en el segundo y tercer nivel el desempeño es bajísimo”, lamentó el experto en educación superior.

“Urge una intervención en el sector público nacional, hay muchos niños y jóvenes cuyos talentos y habilidades se están desperdiciando”, señaló.

Dato
  • > 2,000,000 se espera sea la matrícula escolar de estudiantes en los niveles de preparatoria, primaria y media, según la Secretaría de Educación.

El académico informó que entre febrero y marzo de este año se realizará una evaluación actualizada en torno a los niveles de aprendizaje de los estudiantes del país, por lo que esperan tener los resultados a más tardar en mayo próximo. Esto servirá para medir la situación académica y a partir de allí diseñar nuevos planes de nivelación y priorizar contenido curricular.

De igual manera pormenorizó que es razonable estimar que a la fecha los estudiantes hondureños llegan con un atraso escolar de tres años, similar a El Salvador, pero Panamá y Costa Rica en mejor nivel; en el caso de Nicaragua no ha aceptado pruebas internacionales, pero se cree que está igual o peor, como en el caso de Guatemala por la población indígena.

Desigualdades

Las desventajas entre el sector educativo público y privado de Honduras son amplias y la línea se distancia más. Se calcula que solo el 5% corresponde a los centros privados principales, donde sus estudiantes reciben educación como si estuvieran en países del primer mundo, con tecnología de punta y enseñanza en varios idiomas.

La enseñanza de centros educativos de primer nivel ha revolucionado a lo “hiperdigital”, donde gran parte de sus salones de clase, tras la llegada de la pandemia masificaron la presencia de pantallas con visualización que conecta a internet y permite acceder a infinitos recursos, así como cámaras web, micrófonos y otras herramientas interactivas para apostarle a una educación del futuro.

En la mayoría de los casos cuando estos estudiantes bilingües se someten a exámenes para optar a becas o a estudios en universidades extranjeras, como las de Estados Unidos o Europa, logran pasarlos con facilidad, no así los estudiantes que vienen de una base pública; sin embargo, permanecer en escuelas y colegios privados de alto estatus representa cuantiosas sumas de dinero.El otro rostro lo conforma la población estudiantil que se concentra en el sector público y que carece de condiciones requeridas.

Factores que influyen en rendimiento académico estudiantil
  • > Formación. Gestión del recurso docente: Muchos de los docentes que imparten clase no cuentan con la especialidad del área a la cual fueron asignados. Algunos, preparados y esforzados, pese a su bajo salario, se ven obligados incluso a costear material ante la falta de insumos.
  • > Condiciones. Infraestructura y servicios deficientes:Al menos la mitad de todos los centros educativos públicos de Honduras tienen daños físicos en sus espacios y otros no cuentan son servicios tan básicos como agua potable, energía eléctrica y merienda escolar idónea.
  • > Desfazado. Plan curricular bastante desactualizado: Gran parte del contenido teórico y práctico en las aulas de clase en las distintas asignaturas ya está ambiguo y desfasado y alejado de las necesidades del mercado laboral y de la enseñanza moderna de otros países.
  • > Sociales. Aspectos emocionales, entorno social y económico:El desinterés, daño psicológico, maltrato físico, falta de dinero en casa, acoso escolar e incluso trastornos asociados a problemas del cerebro. Todo esto también incide en el rendimiento de un estudiante.

La realidad es que la oferta que instituciones privadas presentan a estudiantes sí atiende las deficiencias del sistema público, es decir, compiten constantemente por dar lo que el sector público no puede, otorgan gran importancia al aprendizaje de lenguas extranjeras y a equipo logístico moderno.

Es por ello que en el imaginario de muchos padres de familia en la actualidad, los maestros de pública no brindan a sus hijos la misma calidad que los que pertenecen al sector privado, donde la operatividad se sostiene gracias a los pagos de los padres de los alumnos.

$!El instituto La Salle es uno de los centros educativos más destacados de San Pedro Sula y ofrece una educación de calidad.

En la educación privada de más alto nivel los grupos son reducidos, lo que posibilita al profesorado enfocarse mejor en el rendimiento académico de cada alumno.Además, estos centros educativos dedican gran parte de sus ingresos a lo último en instalaciones deportivas, tecnología, salones, aulas y otras áreas.

Teóricamente, el sector público también tiene sus ventajas: educación a cargo del Estado, no se pagan cuotas mensuales, opciones a becas gubernamentales según situación de pobreza.

Para saber
  • > La población estudiantil en los centros educativos privados de Honduras no supera el 20%, según estimaciones.
  • > Académicos coinciden en que el peor rezago está en zonas rurales, pero aún no hay instrumentos de medición.

Para Joel Navarrete, dirigente del Colegio de Profesores de Educación Media en Honduras (Copemh), los docentes más preparados están en el sector público, pero acepta que no existen los recursos necesarios para alcanzar una educación de calidad.

El líder gremial expresó que para este año “hay una gran alegría por el retorno a aulas de clase, pero somos conscientes de las falencias que hay en el sector público frente al privado”.

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“Tenemos enormes retos y dificultades al iniciar este nuevo año escolar en Honduras”: Joel Navarrete, dirigente gremial del Copemh

El catedrático sampedrano enfatizó que “tenemos que ver cómo se insertan 700,000 niños mayores de 14 años que quedaron postergados del sistema en años anteriores.También está el reto de sacar adelante los miles de centros educativos deteriorados o en abandono, pues muchos no cuentan ni siquiera con servicios básicos”.

Deterioro educativo

Estudios hechos sobre rendimiento académico en el país citan que por cada 10 estudiantes matriculados en primer grado, solo cinco llegan a noveno, en su mayoría por falta de recursos económicos.

Además, el nivel de aprendizaje que alcanzan los que logran avanzar denota un marcado retraso respecto al promedio general latinoamericano.De hecho, la educación virtual propuesta por el anterior gobierno debido a la pandemia empeoró las condiciones porque menos del 40% de los hogares tienen acceso a internet, ni siquiera el 20% dispone de computadora en casa y al menos un 40% de las familias no tienen acceso a servicios de televisión por cable u otros medios.

$!Centro público Ramón Rosa, del barrio Lempira, en San Pedro Sula, mantiene condiciones óptimas para brindar clase pese a dificultades sociales.

A la fecha, la validación de nuevos datos que permitan dimensionar la crisis educativa es nula, ya que en 2019 fue el último año cuando la Secretaría de Educación publicó un informe de rendimiento académico, el cual tomó como muestra a 13,200 estudiantes de 89 centros educativos públicos y privados distribuidos en los 18 departamentos.

Las pruebas aplicadas fueron de español, matemática, ciencias naturales y ciencias sociales.Al depurar los datos digitados omitieron aquellas pruebas que no tenían un porcentaje de respuestas correctas del 30% y otras 4,281, analizándose una muestra de 8,257 pruebas.

Las conclusiones fueron que los resultados eran bajos, ya que estudiantes tenían pocas habilidades en matemáticas y ciencias básicas. Al revisar la información presentada en cuadros que se analizaron en ese entonces se observó que había datos inconsistentes por departamento, sexo y tipo de administración, esto sugirió que en la mayoría de los centros educativos se enseñaba con la misma metodología, por lo que la educación impartida parecía ser frágil ante factores pedagógicos.

Para especialistas en educación, los datos de este último informe se agudizaron de 2020 hacia delante por todo lo que ocurrió a nivel de país: crecimiento de pobreza, flujo migratorio, pandemia y fenómenos naturales.

Rutilia Calderón, exvicerrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), dijo que el rezago estudiantil no es nuevo, ya que antes era de un año a año y medio con relación a países como Chile y Costa Rica, pero que hoy posiblemente sea de dos a dos años y medio.

“Todavía el mayor porcentaje de estudiantes está en el sector público, pero hay familias que ante la crisis educativa hasta sacan préstamos o venden sus cosas para ingresarlos al ámbito privado. No es correcto afirmar que todos los centros privados son de mayor calidad educativa, pues esto se da en ambos espacios”, comentó.

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“Posiblemente ahora ya haya un rezago de hasta dos años y medio en el aprendizaje”: Rutilia Calderón, ex vicerrectora de la Unah

El Programa Internacional para Evaluación de Estudiantes (Pisa) comunicó en 2018 un diagnóstico sobre estudiantes de 15 años en áreas de lectura, matemáticas, ciencia y su aplicación en problemáticas relevantes actuales.

Difundieron que los niveles de aprendizaje que alcanzan estudiantes hondureños tienen un marcado atraso respecto al promedio regional latinoamericano. De manera que, a los 15 años, un estudiante nacional ya evidenciaba dos años de atraso académico respecto a sus contemporáneos costarricenses y tres años con relación a los chilenos.

En tanto, un documento de 2019 de la Unidad de Medición de la Calidad Educativa de la UPN y el Consejo Nacional de Educación (CNE) detalló que de un análisis de 11,000 estudiantes de sexto a noveno grado, de 17 departamentos, el 51% eran niñas y el 9.8% pertenecían a grupos indígenas.

El estudio también fue dirigido a más de 1,000 docentes y 291 directores. La investigación reveló que uno de cada tres niños no recibía buena alimentación al igual que el 60% de docentes. Se especificó que los varones tenían más bajo rendimiento académico en español en comparación a niñas, en cambio en matemáticas el rendimiento era igual entre ambos sexos.

Concluyeron que el bajo nivel escolar de padres, repitencia, poca disponibilidad de libros, mala infraestructura de centros, cambios de escuela y no haber cursado educación preescolar son variables que también afectan el rendimiento de estudiantes, especialmente en el área rural.

Otros informes a posteriori indicaron que la cobertura del sistema educativo hondureño ya mostraba una tendencia descendente antes del 2020, perdiendo más de 150,000 estudiantes entre el año 2014 y febrero del 2020.